miércoles, junio 27, 2007

Ricardo Medina Macias, Para un glosario de la cursileria poliltica

jueves 28 de junio de 2007
Idioma politiqués
Para un glosario de la cursilería política
En un futuro glosario de la cursilería política no debería faltar ese equívoco del desarrollo sustentable, ya que cumple la primera regla: no diga en forma unívoca y sencilla lo que puede decirse en forma rebuscada y equívoca.
Ricardo Medina Macías

Convendría plasmar en un libro de autoayuda un glosario de la cursilería política. Lo cursi, en este caso, son aquellas frases que en vano tratan de mostrar refinamiento expresivo.
¿A qué desarrollo se refieren los políticos y los opinantes de oficio cuando hablan de desarrollo sustentable? ¿Al desarrollo "que se puede defender con argumentos" o al desarrollo "que, cubriendo las necesidades del presente, preserva la posibilidad de que las generaciones futuras satisfagan las suyas"? Sustentable es el primero; sostenible es el segundo.
¿Por qué nos empeñamos en decir desarrollo sustentable cuando en realidad estamos hablando de (y deseando) un desarrollo que tenga la característica de sostenerse a lo largo del tiempo?
Primero, porque es más barato creer que saber. Muchos "creen" que sostenible es una palabra que no existe y, en cambio, han escuchado el adjetivo sustentable a todas horas de labios de "expertos", "conocedores" y "especialistas". ¿Para qué usar el diccionario si tenemos los noticiarios de radio y televisión?
Segundo, porque nos parece más refinado lo que suena más abstruso o recóndito.
En un futuro glosario de la cursilería política no debería faltar ese equívoco del desarrollo sustentable, ya que cumple la primera regla: no diga en forma unívoca y sencilla lo que puede decirse en forma rebuscada y equívoca. Un desgaste adicional de neuronas y vamos a decir: "Desarrollo con sostén".
Otros casos de cursilería política: Decir que la política fiscal se refiere tan sólo a los impuestos y que, en cambio, el inexistente adjetivo "hacendario" comprende la totalidad de lo que atañe a los recursos públicos: ingresos, gastos, deuda, atribuciones y facultades de distintos órdenes de gobierno. Error: el adjetivo fiscal comprende todo ello. Y si lo que se desea es referirse a la Hacienda Pública, el adjetivo correcto –que se usa en todo el mundo de habla hispana, excepto en México– es hacendístico.
Más ejemplos: No diga "espacio" sino "espectro radioeléctrico"; no diga "tecnología de vanguardia" incurra en la cursilería de hablar de "tecnología de punta". No diga "descomponer en sus partes" sino "desagregar". No diga "en tal caso" o "en tal materia" sino "a nivel de". Y si además de político desea ser locutor, de los que aprendieron a hablar en algún cuartel de policía, jamás diga "área", "zona" o "región"; engole siempre la voz y pronuncie "perímetro". No falla.

© AIPE

Ricardo Medina Macías es analista político mexicano

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