Quiñonero, Amigos y asesinos

viernes 29 de junio de 2007
Amigos y asesinos

POR JUAN PEDRO QUIÑONERO
LA gesticulación diplomática y judicial ante la incierta suerte de los soldados españoles se percibe perfectamente irrisoria.
En El Cairo, Al Ahram recuerda que «España ha sido el único país europeo que ha rechazado el boicot contra Siria». En París, Le Monde publica un amplio informe contando cómo Siria manipula a numerosos grupúsculos terroristas: uno de ellos ha sido el autor del atentado criminal contra la Finul y España. Mouna Naïm cuenta para Le Monde cómo el Estado sirio, «amigo de España», utiliza él mismo métodos terroristas para secuestrar, torturar y manipular a los fanáticos de distintas obediencias religiosas, utilizados con fines criminales, en el Líbano.
En el Líbano, Daily Star titula: «Siniora, primer ministro, acusa a Siria de enviar armas a los campos de refugiados». Y agrega: «Todo el mundo sabe que los grupos armados por Siria intentan desestabilizar el Líbano».
En Israel, Haaretz añade: «La frontera sirio-libanesa es muy porosa a todo tipo de tráfico de armas con fines terroristas». Por su parte, Israel News publica un reportaje sobre la gira europea de Avigdor Lieberman, ministro israelí de Asuntos Estratégicos, proponiendo que tropas de la OTAN sean desplegadas en la franja de Gaza; ya que, a su modo de ver, la desestabilización del Líbano es indisociable del proyecto de desestabilización de Israel; y la seguridad de Europa, comenzando por España, es indisociable de la seguridad de Israel.
En Colombia, La Opinión publica un amargo editorial titulado «Los muertos de la guerra», insistiendo en la dramática relación entre pobreza, inmigración, ejércitos profesionales, Colombia, España y el Líbano.
Dos notas muy estimulantes. Irish Times comenta con entusiasmo la carrera musical del Cuarteto Casal, presentándolo como una de las grandes revelaciones musicales de nuestro tiempo. Por su parte, Ferrán Adrià declara a la Deutsche Welle que su restaurante, El Bulli, «no gana dinero», pero pudiera pasar a la historia del arte.
Juan Pedro Quiñonero