miércoles, junio 27, 2007

Las claves del proximo gobierno de Juan Vicente Herrera

Las claves del próximo gobierno de Juan Vicente Herrera
Pedro Vicente

28 de junio de 2007. Apoyado de nuevo en una cómoda mayoría parlamentaria del PP, Juan Vicente Herrera se dispone a iniciar un nuevo mandato como presidente de Castilla y León. Solventada la investidura -más que nunca, un mero trámite, dado el estado comatoso en que se encuentra la oposición socialista tras su fracaso electoral-, Herrera se enfrenta ahora sin duda a su decisión mas difícil: los nombramientos y ceses que comporta la formación de un nuevo Gobierno.Sobre el papel, tras su contundente victoria electoral, el presidente del PP y del gobierno de Castilla y León tiene las manos libres para hacer y deshacer. Lejos, muy lejos, quedó aquella tutela inicial ejercida por su antecesor, Juan José Lucas, de la que sólo queda el compromiso de respetarle uno de los escaños de senador en representación de la Comunidad Autónoma.Los factores condicionantes son otros. En primer lugar, está la llamada cuota territorial, según la cual cada una de las nueve provincias debe aportar al menos un Consejero el gobierno regional, reparto para el que computa, menos mal, la Presidencia del Parlamento regional. Se trata de una primera norma no escrita pero de obligado cumplimiento para evitar agravios provinciales. A esta primera cuota territorial se ha ido añadiendo la cuota femenina, que, al margen de imposiciones legales, tiende claramente hacia una correlación paritaria.Aunque sea siguiendo el principio de Lampedusa de cambiar lo imprescindible para que todo siga igual, las dos cuotas anteriores han de combinarse con el obligado grado de renovación y, a la vez, con otros equilibrios políticos internos de mayor calado que la mera procedencia territorial.Todos estos elementos son los que tiene ahora encima de la mesa Juan Vicente Herrera, quien, pese a haber ganado con holgura las elecciones, es perfectamente consciente de que su anterior gobierno ha venido arrastrado ostensibles desajustes y alguna que otra carencia.La incógnita del "número dos"El nudo gordiano vuelve a estar en el "número dos". Hace cuatro años, Herrera decidió prescindir de segundos escalones y no nombró a ningún vicepresidente. Mas tarde, con la llegada de Zapatero a La Moncloa rectificó y nombró dos vicepresidencias, una primera, sin cartera, destinada a la coordinación política, y una segunda, asociada a la Consejería de Economía, encargada de coordinar el área económica.La gestión de la vicepresidenta primera, María Jesús Ruiz, no ha estado a la altura esperada y ello abre propicia la apuesta por un nuevo "número dos". En este punto las opciones son varias. Hay quien piensa que ese galón debe recaer en el vicepresidente económico, Tomás Villanueva, quien, además de hacer sus deberes en la Junta, ha superado con notable el examen electoral como presidente provincial del PP de Valladolid.Por el contrario, existe otra corriente que no sólo vería como una claudicación de Herrera el ascenso de Villanueva, sino que considera necesario moderar el excesivo poder acumulado por el Consejero de Economía. Un poder que se va a ver reforzado además mediante el traspaso a Economía de la competencia en materia de Cajas de Ahorro, hasta ahora ubicada en la Consejería de Hacienda.A modo de contrapeso, Herrera ha decidido incorporar a su nuevo gobierno al hasta ahora portavoz parlamentario, José Antonio de Santiago, cerebro en la sombra de la influyente minoría del PP vallisoletano que no sintoniza con Villanueva, grupo en el que confluyen la todavía consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, y el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva. Con independencia de este pulso vallisoletano, está la alternativa de promover como vicepresidente primero a alguien que, por encima de cualquier melée territorial, reúna el perfil para poder erigirse en el sucesor del propio Herrera.De otra parte, el "efecto Zapatero" y el pacto "socialeonesita" en León aconsejan reforzar la presencia leonesa en el gobierno regional, reducida en esta ultima Legislatura al Consejero de Fomento, Antonio Silván. Lo lógico es que, además de Silván, León eleve su cuota a dos Consejerías.Todo esto, claro está, sobre el papel. Sobre ese mismo papel que indica que Villanueva, De Santiago, Ruiz, Silván y Fernández Mañueco (este último secretario regional del PP) son los únicos que en principio tienen asegurado un puesto en el nuevo Gobierno Herrera.

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