jueves, junio 28, 2007

Rascacielos y un mirador para Madrid

Rascacielos y un mirador para Madrid
José Luis Barceló
EL TECHO DE MADRID
Las cuatro nuevas torres de Madrid en la vieja Ciudad Deportiva del Real Madrid suben el techo de la capital.
TORRES EN CIFRAS
Torre Repsol-YPF (250 metros) - Norman Foster.Torre Sacyr-Vallehermoso (236 metros) - Rubio Carvajal y Alvarez Sala. Torre de Cristal (Mutua Madrileña Automovilista, 250 metros) - Cesar Pelli. Torre Espacio (223 metros) - Pei, Cobb, Fred & Partners.
TORRE BIÓNICA
La Torre Biónica podría ser uno de esos edificios del siglo XXI que superasen la barrera psicológica de los 500 m, alcanzando hasta los 1.228 m. Diseñada por los arquitectos Eloy Celaya, Javier Gómez Pioz y la Dra. Arquitecto Mª Rosa Cervera, equivaldría a 300 plantas, y contaría con una técnica constructiva completamente diferente a la tradicional actual: se inspiraría en la Naturaleza.

29 de junio de 2007. Mis visitas como freelance para varios periódicos a lo largo de mi vida de periodista me han posibilitado conocer lugares remotos del mundo, unos bellos y otros inquietantes o incluso ambas cosas a la vez. Vuelves con la cabeza como un soldado del Vietnam, porque lo que ves no encaja con lo que te han enseñado en la escuela de pequeñito y las personas son precisamente de la manera como no te han contado tus papás. Perú, Guinea Ecuatorial, Camerún, Benin, Nigeria, el Sáhara, o la Rusia postsoviética tras el Golpe de Agosto de 1991 son algunos de esos lugares que infunden temor a la inseguridad o al riesgo no controlado. También he tenido ocasión de aprovechar para hacer turismo intrascendente en ratos libres y contemplar el mundo desde otras atalayas. Una de mis visitas a Nueva York tuvo justo lugar tras el 11-S: las torres gemelas ya no estaban allí y el espectáculo era desolador. Subí al Empire State Building, el edificio más alto que queda en Nueva York tras el colapso de las Torres Gemelas. Las vistas allí son magníficas. Debe ser el 9º edificio más alto del mundo, al que se subía el mítico King Kong, hasta que hicieran las torres de Shanghai o Dubai. Casi todas las grandes ciudades del mundo tienen edificios altísimos desde cuyas azoteas se divisa todo, instaladas en edificios privados que permiten un acceso controlado de gente que desea visitarlos. Se paga una entrada, se sube en ascensores rapidísimos sin estorbar el deambular natural de un edificio de oficinas, y en el top hay restaurantes, tiendas de recuerdos y cafeterías. Se pasa allí un rato, se divisa la ciudad y sus principales monumentos o edificios singulares y se hacen unas cuantas fotos. Nueva York cuenta con el edificio mencionado. En París pude subir a la Tour Montparnasse, otro de los techos del mundo y uno de los rascacielos más altos de toda Europa. Lo mismo. Pagar entrada, tiendas, cafés y fotos. Una atalaya magnífica, que a mi personalmente me gusta más que subir a la Tour Eiffel porque desde la Montparnasse se contempla a la Eiffel desde enfrente, en una estampa difícilmente olvidable, quedando a la derecha la cúpula brillante de los Inválidos bajo la cual reposan los restos de Napoleón. La torre Montparnasse de París fue construida por el arquitecto Roger Saubot, y es el rascacielos más alto de Francia con 209 metros de altura en 59 pisos. Madrid afronta ahora una remodelación importante de su entramado urbano con la prolongación de la Castellana y la edificación de cuatro rascacielos en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Cuatro Torres Business Area (CTBA) es un parque empresarial que se está construyendo junto al Paseo de la Castellana, en Madrid. Son la Torres Repsol, 250 m de altura y 45 plantas, la Torre de Cristal, con 249 m y 45 plantas, la Torre Sacyr Vallehermoso con 236 m y 52 plantas y Torre Espacio, con 223 m y 56 plantas. Cualquiera de las cuatro torres da para instalar allí una atalaya privilegiada que podría convertirse en un nuevo atractivo turístico para Madrid. No habría lugar mejor para este objetivo en toda la ciudad y el Ayuntamiento de Madrid, pilotado por Alberto Ruiz-Gallardón, debería tratar de convencer a los promotores para que abordaran este proyecto para Madrid. Una vez hablé con el arquitecto de una de las torres y me comentó que desde arriba Madrid parece mucho más pequeño de lo que es. No tiene edificios demasiado altos, ni tampoco singulares que se divisen bien desde arriba. Me comentó que las montañas de la Sierra del Guadarrama parece que están al lado, y que se ve muy bien incluso la zona verde de Casa de Campo. Bueno, ver desde lo alto este conjunto y los edificios de la Gran Vía o la Almudena bien vale una escapada en ascensor, y sobre todo la altura impresionante de las otras tres torres vecinas.

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