miércoles, enero 27, 2010

La fórmula infalible para convertirse de potencia económica en república bananera

miercoles 27 de enero de 2010

La fórmula infalible para convertirse de potencia económica en república bananera

JOSE BRECHNER

“Ninguna situación es tan grave que no sea susceptible de empeorar"
-Federico II de Prusia

Cuando Barack Obama empezó su gestión, Cristina Kirchner, desconectada de la realidad como siempre y entusiasmada por los cambios que prometió el flamante presidente progresista, dijo arrogantemente: “parece que Obama leyó a Perón”.

No hay necesidad de leerlo para destruir un país, aunque sin duda ayuda. Cualquiera que conozca la historia argentina, comprende que la mayoría de las desgracias sufridas por su pueblo son obra del peronismo. Más no es el único culpable, su tradicional contraparte, el radicalismo, que difiere más en la forma que en el fondo, fue el iniciador del hundimiento económico argentino.

¿Qué sucedió en la Argentina para que de la opulencia pasara a ser uno de los países más atrasados?

A principios del Siglo XX, Argentina era una de las naciones más ricas del mundo. Sólo Estados Unidos podía competir con ella. Fue bendecida con una tierra fértil, ríos navegables y un puerto marítimo accesible. Su nivel de industrialización era superior al de muchos países europeos. Tenía trenes, automóviles y teléfonos.

En 1916 un nuevo presidente fue elegido; Hipólito Irigoyen, que fundó el Partido Radical bajo el eslogan “cambio fundamental”. En su propuesta se encontraba el seguro mandatorio de pensión, el seguro de salud, y el soporte a la construcción de viviendas baratas para estimular la economía. En palabras simples, el estado asumió obligaciones que no le competen y tuvo que generar nuevos impuestos para cumplir sus promesas.

Con el aumento de fondos para cubrir sus gastos, los sueldos a los empleados públicos fueron muy generosos y la maquinaria estatal creció tanto que sobrepasó a los ingresos de los impuestos. Rápidamente el estado se quedó sin dinero para continuar su plan de subsidios.

Pero la estocada de la muerte vino con la elección de Juan Domingo Perón, de extracción fascista corporativista, que se concentró en destruir a los ricos y fomentar el populismo con las clases medias y bajas, creando masivos programas sociales y formando monstruosos sindicatos.

Los elevados impuestos y la retórica progresista perduraron después de Perón y el gobierno siguió creciendo más allá de todo límite.

En 1989 explotó la hiperinflación. Fase final de un proceso caracterizado por el proteccionismo industrial, redistribución de la riqueza basada en elevados impuestos y mayor intervención estatal en la economía.

La práctica gubernamental de imprimir dinero para pagar la deuda pública destruyó la economía. La inflación llegó a 3.000 por ciento, el país se hundió en el caos.

Para 1994 el fondo de pensiones había colapsado. Los impuestos a los salarios aumentaron de 5% a 26%, pero no fue suficiente. Implementaron el IVA, nuevos impuestos a los ingresos, y un impuesto personal a la riqueza. Eso destruyó al sector privado dañando aun más la economía.

Se ensayó un intento gubernamental controlado de privatización para salvar a los pensionados, pero para 2001 esos fondos fueron consumidos por el gobierno y la Argentina entró en default por no tener con qué cubrir los bonos del estado.

Para 2002 la irresponsabilidad fiscal llevó a una crisis similar a la Gran Depresión norteamericana.

En 1902 Argentina era uno de los países más ricos del mundo. Cien años después hace contorsiones para cubrir sus deudas en medio de la sequía.

Es la película de siempre. Es la ideología progresista que no ha dado resultados positivos en ningún lugar jamás en la historia, porque lo que toca el estado termina en bancarrota.

La Argentina actual es una caricatura folclórica tercermundista. Cristina no se atreve a viajar a China por no dejar el país en manos de su vicepresidente de quien desconfía, destruyendo oportunidades comerciales por más de 3.000 millones de dólares.

Quiere destituir arbitrariamente al presidente del Banco Central que siendo juicioso y responsable, no le permite que use las reservas del Tesoro para pagar deudas.

El gobierno en vez de hacer un cambio estructural y girar hacia el centro, que es lo único que puede salvar a la Argentina, sigue empecinado con su vetusto y pernicioso peronismo, hoy enarbolando la bandera de la ultra izquierda, haciendo que el país caiga vertiginosamente por el precipicio.

www.josebrechner.com

http://www.neoliberalismo.com/potencia-bananera.htm

Cesar Antonio Molina, Azaña, un estoico moderno

TRIBUNA: CÉSAR ANTONIO MOLINA
Azaña, un estoico moderno

Siete décadas después de la muerte en el exilio del último presidente de la Segunda República, su capacidad para combinar el ejercicio del poder con la pasión por la cultura debe servir de modelo a los políticos de hoy

CÉSAR ANTONIO MOLINA 27/01/2010

Azaña fue hasta 1930 un literato-intelectual y político; y desde 1930 hasta el final de sus días, en 1940, un político-intelectual y literato. Compartió ambos mundos, en apariencia antagónicos, de la misma manera que lo habían hecho otros personajes en el siglo XIX, como Martínez de la Rosa. Azaña mantuvo su creación literaria y desarrolló a la par una ferviente acción pública. Escribió novelas, ensayos, artículos, discursos, biografías, diarios e hizo numerosas traducciones, además de redactar y estrenar varias obras teatrales, quizás su género literario más querido. También dirigió publicaciones como La Pluma y España.



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Fue generoso a sabiendas de lo ingrata que siempre se mostró España para con sus servidores

Azaña diría hoy que la cultura española vale más que el supuesto 'glamour' y los votos
En la cena con los intelectuales catalanes celebrada en Barcelona en 1931, Azaña afirmó: "Yo soy un escritor perdido en la política". Por mi parte, pienso que "perdido" no sería la palabra: mejor, "metido" en la política. ¿Por qué lo hizo? Azaña nunca abandonó su carrera literaria. Siguió publicando libros, estrenó con los mejores directores y actores y, por otra parte, la política le ofreció un inmenso material para escribir los mejores diarios que jamás se hayan redactado. El autor de El jardín de los frailes fue un estajanovista del trabajo intelectual y no menos del político. Alguien que se resistió a entrar en la vida pública, a pesar de que muchos lo veían más como un político que como un literato. Lo mismo le sucedió en el ambiente de la política, donde lo consideraban más bien un intelectual.

Los juicios de Azaña sobre la política española y los políticos de su tiempo son tremendos. Los intelectuales, artistas y escritores le provocan comentarios críticos, pero en todos ellos ve un estímulo, una superación, un arrojo y gallardía que no contempla en cambio en sus otros compañeros. Azaña afirma que resulta más fácil brillar en la política que en la literatura. Para él, por su formación y carácter, la política tenía muchos inconvenientes. La gente procedía en la política por subordinación, no por espíritu crítico ni adhesión libre y, además, existían intereses que él calificaba de "subalternos". En El presidente del Consejo habla a los lectores (Ahora, 1931), reinterpreta su compromiso político afirmando que él era un político porque era un optimista y creía que la función del gobernante -la diferenciaba de la del político- tenía que consistir en llevar el esquema intelectual de su país futuro a la realidad social o legislativa. "El apartamiento voluntario en que yo he vivido durante veinticinco años, dedicado a las letras y al estudio y conocimiento de mi país y de otros extranjeros, me ha dado esta confianza que me enseña a no conceder importancia a las mezquindades personales, y a lo que suelen llamar enojos y pequeñas pasiones de la política y a atenerse a sus fines esenciales y duraderos que, para un hombre cultivado y sensible, representan un armazón interior equivalente al del arte o de la religión". Azaña se convierte en un hombre de acción sin por ello desprenderse de su ser esencial.

Azaña fue a la política para cumplir con un deber. La política para él era la más alta manifestación de la cultura. Sus palabras textuales serían las siguientes: "La pasión del arte lleva a crear, y la política no es más que eso; creación, y por ello, tiene la grandeza de todas las artes" (Homenaje a Espina, 1935). Estando en la política no dejaba de estar en la cultura. Sus metas eran extender la alfabetización, el saber y el conocimiento por todo el país para conseguir de una vez por todas ciudadanos libres. Tarea ingente en la que no fracasó del todo. Azaña está en los debates políticos pero sin dudarlo un momento se pone al servicio de la cultura con gestos y medios, con su propia ejemplaridad de lector, espectador y visitante de todos los templos donde se representan cada uno de los géneros. No hay obra de teatro, estreno cinematográfico de relevancia, concierto, exposición o cualquier otra actividad que el trabajo cotidiano le impidiera visitar. "Por la tarde, a las cuatro, voy a las Cortes. Leo el proyecto de Ley de Presupuestos y me vuelvo al ministerio: al poco tiempo salgo solo y voy al concierto de la Orquesta Filarmónica en el Español. Mozart me ha puesto de buen humor. Desde allí al teatro de la Princesa, que ahora se llama María Guerrero. Sesión de clausura de la asamblea del partido de Acción Republicana. Pronuncio mi discurso que sale bien y es aplaudidísimo. Vengo al ministerio a cenar y ya no salgo", escribirá en 1932.

Como un ilusionista, sacaba tiempo para todo, incluso para seguir escribiendo sus obras y varias páginas confesionales de profunda sabiduría estoica. Porque Azaña era un estoico moderno. La política y el poder no lo envanecieron, precisamente por albergar dentro de él ese sentimiento de humildad ante la fragilidad de la existencia. Cuando llegó al poder, ya era alguien, no necesitaba de la política para aumentar su prestigio. Lo arriesgó todo, lo apostó todo a esa carta. Fue generoso a sabiendas de lo ingrata que siempre fue España para con sus servidores. De ahí precisamente extrajo la firmeza de sus ideas y convicciones. Por otro lado, sin sectarismo alguno, Azaña fue una persona conciliadora en un país que caminaba a posiciones extremistas irreconciliables. Fue la razón y la prudencia mismas. Azaña ejerciendo la piedad no sólo para con los demás, sino también para consigo mismo.

Pronto se dio cuenta de la gravedad del momento histórico que vivía y de la dignidad y cordura con que tendría que enfrentarse a su destino. Se podría decir que en él se simbolizaba perfectamente la verdad y la lealtad de la República para con sus conciudadanos. Nunca mantuvo el poder para sí, sino para ejercitarlo hacia el bien común. Y si usó de ese poder lo hizo en beneficio de su país y no de su partido. O si se prefiere, en beneficio del futuro de España: "El futuro de España... ¡terrible secreto!", afirmaría.

Azaña era un personaje singular. Su ejemplo debería haber servido de arquetipo para todos los presidentes de cualquier democracia. En nuestro caso no ha sido así. Se le ignoró, y sólo se le rescató en momentos partidistas, cuando él ya estaba por encima de todo. En Grandezas y miserias de la política, se plantearía una reflexión fundamental: si una persona eminente en otras artes tiene o no derecho, es o no útil, que intervenga en la vida política. "La política", decía, "es la aplicación más amplia, más profunda, más formal y completa de las capacidades de un espíritu, donde juegan más las dotes del ser humano, y donde no juegan sólo cualidades del entendimiento, sino, además, cualidades del carácter". Azaña cree que esa presencia es buena para la política, aunque también advertía que el talante para sobrevivir en ese mundo era diferente, pues los valores eran distintos y las mañas también.

El gran problema de la política española lo contemplaba en la capacidad de acertar en la designación de los más capaces. La política se alejaba de esos principios universales, tan sólo por el personalismo de quien elige. Otro de nuestros males estaba igualmente en la incapacidad para conseguir formar una clase dirigente. "Una sociedad -decía-, aunque con desventura, puede pasarse sin grandes artistas pero no se puede pasar sin dirección política".

Un presidente preocupado por las cosas del espíritu, escribían en algunos periódicos sin que él llegara a adivinar si era un piropo o una crítica. Más bien habría que decir un presidente volcado en la acción pública y con tiempo para pensar. Azaña quería poner a España al nivel de Francia o Inglaterra. No tuvo tiempo. No lo dejaron o, mejor dicho, lo abandonaron.

En la gigantesca edición de sus Obras completas, magníficamente preparadas por Santos Juliá, se reproduce una carta que desde el exilio le envía a Ángel Ossorio: "Repetidamente le llamé la atención a Negrín. El Museo del Prado, le dije en una ocasión, es más importante para España que la República y la Monarquía juntas". "No estoy lejos de pensar así", respondió él. "Pues calcule usted qué sería si los cuadros desapareciesen o se averiasen", añadí yo. "Sí: un gran bochorno", me confesó. "Tendría usted que pegarse un tiro", le repliqué.

Azaña amó a nuestra cultura sobre todas las cosas y, al referirse al Prado, lo hacía por extensión a toda ella con sus peculiaridades y lenguas. España sin sus extraordinarios creadores no era nada. ¿Qué le diría hoy don Manuel Azaña a su homólogo? ¡Exactamente lo mismo! Y le añadiría además que la cultura española vale mucho más que el supuesto glamour y los votos.


César Antonio Molina, ex ministro de Cultura, es escritor. Su último libro publicado es Lugares donde se calma el dolor (Destino).

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Azana/estoico/moderno/elpepiopi/20100127elpepiopi_12/Tes

Chile, el vertigo

TRIBUNA: RAFAEL GUMUCIO
Chile: el vértigo
RAFAEL GUMUCIO 27/01/2010

Me inscribí en los registros electorales a los 18 años para votar por el No en el plebiscito que acabó con la dictadura de Pinochet en 1988. En todas las elecciones que han seguido he votado por la Concertación por la Democracia -la coalición de centro-izquierda que nació de la campaña contra el Sí a Pinochet-, la misma Concertación que, con más o menos margen, ha ganado cada una de las contiendas electorales a las que se ha presentado desde entonces.

Chile
A FONDO
Capital: Santiago de Chile. Gobierno: República. Población: 16,454,143 (est. 2008)

El país pide más Estado y protección social, pero vota por un partidario del neoliberalismo
Esta victoria se hizo permanente para los que cumplimos 40 años y no conocemos otra democracia que ésta que gana-mos en 1988, parte misma de la realidad. Crecimos con el país, en los 20 años más prósperos de su historia, pensando que era natural tener un mejor auto, una mejor casa, un mejor presidente que el anterior. Crecimos sintiendo que era normal pactar, callar, esperar. Nos hicimos adultos en un paisaje en que todo cambió -costos, ritmo, niveles de vida-, menos la coalición gobernante, siempre ahí: Aylwin, Lagos, Frei, Bachelet, los hijos del golpe de Estado, los que, cargando con los traumas de un pasado trágico, se cuidaron siempre de lograr acuerdos y evitar crisis.

Así que la reciente victoria de la derecha en Chile es para mi generación más que un simple cambio de nombres y siglas en el poder. Más que tristeza o alivio, veo en mis amigos y compañeros de oficina una sensación de vértigo que crece con los minutos.

Da lo mismo que en gran parte estas elecciones más que ganarlas la coalición de derecha, las haya perdido la Concertación y su incapacidad para buscar un candidato convincente. Da lo mismo que haciendo casi todo mal, la Concertación siga convocando al 48% de la población. Da lo mismo que la gran promesa de Piñera, un hombre que votó el No y se presume liberal, sea la de continuar con los logros de la presidenta Bachelet. El vértigo sigue ahí. Un vértigo que explica en gran parte los errores y la resignación de la Concertación. Un vértigo que explica la prudencia y moderación con que Piñera recibe el poder en sus primeras horas de presidente electo.

Con el fin de la Concertación terminan muchas, demasiadas certezas al mismo tiempo. Lo hace, lo que es más extraño aún, sin disparos, en completa, en compleja, normalidad. Gobiernan ahora los que, marcados por un pasado de horror dictatorial, parecía que jamás volverían a gobernar en Chile. Lo hacen con otros que no comparten el estigma de Pinochet. Hijos, como los que votaron por la Concertación, de estos 20 años de transformaciones sin precedentes que deja un país que ha crecido tres veces más que sus vecinos pero que es también uno de los más desiguales del continente. Un país en que la presidenta Bachelet goza de un inédito 80% de popularidad, pero que vota por quienes hasta hace poco pensaban que no daba el ancho y había que desalojarla como sea. Un país que, según las encuestas, pide más Estado y protección social pero vota por quien ha sido, toda su vida profesional, un ferviente partidario del neoliberalismo económico.

Todas esas paradojas tan difíciles de entender habitan mi propia vida de un modo íntimo e inescapable. Estos 20 años de Concertación han convertido a la mayor parte de mis amigos periodistas, escritores, cineastas, en pequeños empresarios y a mí en un mercenario del periodismo, las asesorías de comunicaciones y los discursos a políticos y autoridades. Mi primo, hijo de uno de los hombres más buscados por la dictadura, se presentó como candidato a la presidencia apoyado por jóvenes que apoyaban esa misma dictadura que terminó por asesinar a su padre.

En este clima otro de mis amigos escribió el guión de La Nana, una película chilena que triunfa en el extranjero y que habla justamente de lo poco que no ha cambiado en Chile: las empleadas domésticas que se alojan en las casas de los patrones como si fuesen parte de su propiedad. El mismo país en que el hijo de la empleada doméstica que cuida a mi hija, estudia Derecho en una universidad privada, cuyas mensualidades seguramente están pagadas a golpe de tarjetas de crédito, esas mismas tarjetas que nuestro presidente electo, Piñera, fue el primero en introducir en Chile y luego convirtió en la base de su fortuna.

La enumeración de estas contradicciones, de estas transformaciones vitales y morales creo que explica en gran parte ese vértigo que me inmoviliza ahora mismo. ¿Quiénes somos? ¿Qué hicimos bien? ¿Qué hicimos mal? ¿Se puede separar los logros de los fracasos, el Museo de la Memoria que recuerda las torturas y los energúmenos que en la celebración de Piñera cantan loas a Pinochet? ¿Quiénes somos? ¿Un ejemplo para todos los organismos económicos internacionales o una vergüenza para todos los nostálgicos de la revolución? ¿Un país ordenado del Tercer Mundo, un país desigual del Primer Mundo?

Sé yo que estos 20 años han sido mi juventud. Sé que ahora tengo 40 años y tengo que hacerme responsable de mis actos, sin padres, presidentes o coaliciones que me protejan o salven. Sé qué me toca, sé qué le toca también al país, la triste gloria de ser adulto.


Rafael Gumucio es periodista y escritor chileno.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Chile/vertigo/elpepiopi/20100127elpepiopi_5/Tes

Felix Arbolí, Historias cortas que nos hacen reflexionar

miercoles 27 de enero de 2010
Historias cortas que nos hacen reflexionar

Félix Arbolí

H AY veces que las pequeñas lecturas y anécdotas son muy eficaces para comprender y asimilar hechos y circunstancias y que un texto largo o excesivamente descriptivo no lograría porque pasaríamos de él olímpicamente. Soy asiduo de lo que llamo “píldoras literarias” o espacios cortos, y huyo de los llamados “tochos” como el ratón del gato o el elefante del primero, según dicen. El aforismo de “ lo bueno, si breve, dos veces bueno”, lo intento seguir como norma en mis actividades literarias, aunque no siempre lo consiga. Soy propenso a dejarme llevar por la imaginación y muchas veces cuando me pongo a escribir sobre un tema determinado, no soy consciente de que estoy invirtiendo tiempo y espacio en devaneos innecesarios o al menos prescindibles y ajenos al verdadero contexto. Admiro a esos autores que son capaces de llenar cientos y hasta miles de páginas con un contenido capaz de interesar al lector y tenerlo “enganchado” desde la primera hasta la última página. Almudena Grandes es una de mis referencias en este aspecto, sin olvidar por supuesto a mis “monstruos” favoritos el buenazo de José Luis Sampedro y el estilista y ameno Miguel Delibes. Dos injusticias palpables de la arbitraria y polémica concesión del Premio Nobel.

Confieso modestamente que en la actualidad la mujer se lleva la palma en el arte y la facilidad de escribir, con obras que honran y prestigian a nuestras letras. Eso de “ama de casa” y de profesión “sus labores”, ha pasado afortunadamente a considerarse un defecto de pasadas y nefastas épocas donde la cultura y la mujer no parecían ser muy compatibles. Lo cual no es óbice para que siga creyendo que el mayor triunfo de la mujer está en su inapreciable don de la maternidad, origen y fundamento de nuestra existencia y la expresión del amor más sincero y desinteresado. No existe cariño comparable. Me resulta fácil el relato corto y el artículo de contadas páginas y me asusta adentrarme en la escritura y desarrollo de una novela que exceda los límites marcados en los anteriores. Me parece que no voy a ser capaz de desarrollar y relacionar tantas páginas alrededor de una idea o argumento que sacude mi mente en un momento de feliz inspiración. Mi record lo tengo establecido en cuatrocientas ochenta folios a dos columnas y por una sola cara, como es lo habitual. La extensión de mi nueva novela, policiaca, suspense y algunos alicientes más, con la que he pasado muy buenos ratos mientras la escribía. Hay de todo, menos título aún. Me da pánico volver a leerla para hacerle la corrección final. Aún no me explico como he sido capaz de esta proeza, en cuanto a sus dimensiones me refiero, pues ignoro su destino final.

Soy lector de entre líneas. Es decir, de ese escrito que por su título me parece interesante y si es corto me lo leo sin pestañear, con paradas en las comas incluidas. Si por el contrario es muy extenso realizo una panorámica visual y entresaco aquello que me parece interesante e ignoro lo que estimo innecesario. Me considero lector impaciente y si no me engancha una lectura en sus primeras veinte páginas, aunque se trate de un libro de los más recomendados, lo dejo por imposible. Confieso humildemente que entre mis libros inconclusos se encuentran títulos tan destacados como “El perfume”, “Cien años de soledad”, “La sombra del viento” y otros títulos que se han hecho millonarios en ventas y lo han hecho a sus autores. Al primero no fue su número de páginas lo que me impidió continuar, ya que está dentro de lo normal, sino la excesiva proliferación de perfumes y aromas que me tenían un tanto atufado. De este mismo autor, leí “El Contrabajo” y “La Paloma”, que muchos de sus incondicionales no se atrevieron más allá de la sexta página. Cuestión de gusto y costumbre.

Atendiendo pues al criterio expuesto, he dividido mi artículo en una serie de anécdotas o historias cortas, aunque cualquiera de ellas con algo de imaginación y buena maña, podría convertirse en un relato tan extenso como se quisiera.

LA ENTREVISTA DEL PPA Y EL RABINO

DE Juan Pablo II, el Papa en proceso de canonización y una figura inolvidable para todos los católicos e incluso para los que no lo son, se cuentan infinidad de anécdotas. Una de ellas se refiere a la visita que realizó el gran rabino de Israel, Meir Lavi al Vaticano. Durante su entrevista con el Pontífice, en términos cordiales y afectuosos, el rabino le contó que durante la segunda guerra mundial, una familia católica de Cracovia, (Polonia), adoptó a un niño judío, cuyos padres habían sido internados en el campo nazi de Auschwitz, del que ya no regresarían. Antes de su obligada marcha habían expresado a los adoptantes que su hijo supiera su ascendencia judía y que si lo así lo deseaba, cuando acabara la guerra, pudiera trasladarse a Israel. Los padres adoptivos que lo habían llevado a su parroquia para bautizarlo contaron al sacerdote estos detalles y al oírlos el cura optó por respetar estas decisiones y no bautizar al pequeño, hasta que éste pudiera decidir libremente sus creencias. Era Karol Wojtyla y el pequeño de nuestra historia el gran rabino de Israel con el que conversaba. Se daba asimismo la circunstancia de que en aquellos trágicos años, su tío era el rabino de Wadowice, la ciudad natal del Pontífice. Unos dirán que el mundo es un pañuelo y otros que los designios de Dios son inescrutables.

LA ÚLTIMA VOLUNTAD DE ALEJANDRO MAGNO .

POCO antes de su muerte, el gran Alejandro reunió a sus generales y les dio las instrucciones que deberían seguir a su muerte. La primera, que su féretro fuera portado por los médicos que le habían atendido; la segunda, que se fueran esparciendo los tesoros que él había reunido,a lo largo de su trayecto hasta la tumba y la tercera que sus manos quedaran balanceándose fuera del ataúd a la vista de todos. Uno de sus generales, sorprendido por lo insólito de tales peticiones, le preguntó las causas de ese extraño ceremonial. El genial caudillo que aún hoy día sigue asombrando por sus portentosas proezas, se las expuso: Quiero que los médicos más eminentes de la corte carguen con mi féretro para demostrar que no tienen el poder de curar ante la muerte; que el suelo se cubra con mis tesoros en oro, plata y piedras preciosas, es para que mis súbditos se den cuentan que los bienes que se han conquistado se quedan aquí y que mis manos se balanceen para que vean que nacemos con las manos vacías y con las manos vacías nos encontramos cuando morimos.
Toda una lección de humildad y sabiduría del hombre más importante de su época, cuya fama y grandeza permanece a través de la Historia.

ELVALOR DE UN VASO DE LECHE

EL protagonista de esta tercera historia, se refiere al doctor Howard Kelly, que llegó a ser unos de los más célebres y prestigiosos ginecólogos de los Estado Unidos. Siendo muy joven recorría las casas vendiendo objetos baratos con los que poder atender a sus necesidades y estudios. Un día, con unos centavos en el bolsillo como único capital y teniendo hambre, se decidió a pedir algo de comer en su siguiente visita. Sin embargo, sus planes quedaron chafados al encontrarse ante una joven muy atractiva y con una sonrisa encantadora. Sin tiempo a reaccionar y tremendamente cortado ante esa inesperada y bonita aparición, sólo se atrevió a pedirle un vaso de agua. La joven regresó ofreciéndole un vaso de leche. Había intuido que el azarado joven necesitaba algo de alimento. Howard bebió casi con avidez y al terminar, temiendo la contestación, le preguntó qué le debía. “Mi madre nos ha enseñado que estas obras no deben cobrarse”. Ambos se despidieron, con mutua satisfacción, aunque por distintos motivos. El detalle impactó en el joven y lo tomó como un ejemplo de que en cualquier parte se puede uno encontrar con esa persona o circunstancia que nos hace confiar en la bondad humana y mirar al futuro con esperanza.

Pasados los años, ya convertido en un famoso y acreditado doctor, acudieron sus colegas para que les ayudara a descubrir el origen y posible tratamiento de una extraña enfermedad padecida por una mujer. Cuando le dijeron de donde procedía, le vino a la mente sus años de adolescencia y necesidad. Nada más entrar en la habitación reconoció en la enferma a la joven que le había obsequiado llena de amabilidad con aquel vaso de leche tan oportuno. Sin darse a conocer, le dedicó su máxima atención y logró curarla. Fueron muchos análisis, pruebas, días de hospitalización y medicinas empleadas y en un hospital de tanto renombre, donde él ejercía y dirigía. Los gastos debían ser enormes. El doctor Kelly se hizo cargo de todo y cuando llegó el momento del alta, mandó que le pasaran la factura ya abonada a la paciente, pero antes escribió una nota en el margen y la dobló cuidadosamente para que no se viera sin abrirla. Ella la recibió muy nerviosa y preocupada, pues temía y con razón no poder hacer frente a la misma. Cuando la abrió, quedó emocionada y sorprendida ante lo que el famoso médico había escrito: “Totalmente pagada hace muchos años con un vaso de leche”.

Su recuerdo y agradecimiento al doctor fue doblemente emotivo y entrañable. Se convenció una vez más
de la razón que tenía su madre cuando les inculcó desde pequeñas que el amor y la generosidad de Dios se hace ostensible a través del de los hombres de buena voluntad que agradecen los pequeños detalles con valiosas recompensas. . . . .

Tres cortas historias que nos pueden ayudar a reflexionar y cambiar el rumbo de nuestra vida y el comportamiento hacia nuestros semejantes. Sean quienes sean. A mí, al menos, así me han parecido. Hechos y anécdotas que no deben permanecer ocultas e ignoradas porque son las que nos hacen ver la convivencia con nuestro prójimo de una manera diferente a como la teníamos programada. Historias para no dormir, sin antes haber hecho un detenido examen sobre los actos realizados a lo largo de cada jornada. Y así las pesadillas desaparecerán de nuestros sueños.

http://www.vistazoalaprensa.com/contraportada.asp

Preocupa el crecimiento económico de China

Preocupa el crecimiento económico de China

Ángel Maestro

27 de enero de 2010

Rascacielos en Shangai

Existe una evidente preocupación en medios económicos occidentales plenos de críticas y rumores acerca del crecimiento económico de China cuyo aumento del PIB durante 2009 se cifra en el 8,7 %, según datos hechos públicos por las autoridades chinas, quienes han reaccionado en contra de dicho estado de opinión calificándolo de críticas basadas en la chismografía y ajenas a la realidad.

Dichos datos de crecimiento son interpretados en algunos medios económicos de forma negativa pues aunque demuestran la acelerada actividad económica de China, ésta puede ocasionar rápidamente un excesivo calentamiento económico ,lo que supone un considerable peligro para las perspectivas de desarrollo del gigante asiático.
Medios económicos occidentales han llegado a afirmar que China se encuentra al borde una gran quiebra, mostrando su preocupación por el estallido de las burbujas de los mercados financiero e inmobiliario de China. Pero no sólo han sido medios estadounidenses y británicos los que han arrojado rumores sobre el futuro de la situación económica china, sino que la televisión de Qatar ha publicado en su página web un artículo que ha tenido una extraña repercusión en los EE.UU. y en Europa, bajo el título: “China se ha ‘recuperado’ de de la recesión global”, pero poniendo la palabra “recuperado” entre comillas.
Según dicha información, China tiene enfrente todavía muchos peligros latentes. Por ejemplo, la renta per capita china aún es muy baja, y según los datos publicados días pasados por la Administración de Estadísticas del gobierno chino, la renta media de la población urbana no pasa de 1.900 euros, en tanto que el ingreso de los campesinos es de 500 euros. Además se teme que en 2010 la inflación y la burbuja inmobiliaria constituyan difíciles problemas para la economía china.
Por otra parte, hace tan sólo unos días el semanario estadounidense “Time” muestra sus dudas sobre si la recuperación económica de China dejará atrás a los compradores de viviendas, sosteniendo que los datos recientemente publicados sobre el PIB de China dejan dudas profundas, debidos en gran parte a la elevada cantidad de “créditos baratos” concedidos por la política de expansión financiera.
Sin embargo, dichos créditos provocaron durante el pasado 2009 grandes subidas de precios en el coste de las viviendas, y la incipiente clase media de muchas ciudades ha visto desaparecer su ensueño de poseer una casa propia. Fuentes solventes chinas creen que el control del mercado inmobiliario constituirá el problema más grave en un futuro inmediato.
Por otra parte, respecto al problema energético, el 60 % de las importaciones de petróleo de China atraviesan el Golfo de Adén, por lo que si en el inestable Yemen ocurrieran disturbios como los de Somalia, se verían sumamente amenazadas las importaciones petrolíferas de China.
El 28 de enero en Londres, Gran Bretaña presidirá una conferencia internacional sobre el problema Yemen, pero el gobierno de Sanaa ha expresado claramente que rechaza intervenciones militares directas, aunque ya ha pedido oficialmente ayuda económica a China y a Rusia. Yemen, con un gobierno casi inexistente, es sólo un conjunto de tribus y de clanes que combaten entre sí. Yemen es el país más pobre del mundo árabe.

http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=3361

Carlos Herrera, Manero, y otros dos, en la gran manzana

miercoles 27 de enero de 2010
MANERO, Y OTROS DOS, EN LA GRAN MANZANA

Tony Manero le llama mucho la atención la afición a colocarse un gorrito en la cabeza que tiene todo turista que visita Nueva York en invierno. Manero, que jamás estropearía su tupé largamente moldeado por horas de cepillo y secador, encontró muy gracioso cómo le sentaba el gorro de lana de pescador –que jamás llevaría en su país– al mismísimo Manuel Marvizón Carballo al poco de salir en compañía de Ricardo Laguillo Morejón del local de alterne de la Octava Avenida en el que habían entrado por error –creían que era una juguetería–. En lugar de ajustárselo a la cabeza, se lo dejaba a media asta, como si fuese el gorro de dormir de Mister Scrooge. Sólo le faltaba la borla. «Manero, ¿dónde podríamos ir a cenar esta noche? Nos han hablado del River Café, pero no queremos parecer turistas de tablao flamenco», preguntó Laguillo mientras se subía cinco centímetros más el pantalón que se ajustaba poco debajo de la axila. «¿Al River Café?», pensó Manero. «Hombre, la verdad es que es un clásico, pero ya no guarda el encanto de los años ochenta: hoy hay mucho ejecutivo al mediodía y mucha pareja en viaje de novios por la noche. Además, que preparen doscientos pavos por cabeza», se dijo para sí. Pero si hay que ir, se va. Cruzaron el puente y se personaron en el embarcadero del East River en el que abrieron al final de los setenta la que iba a ser la mejor escuela de cocina de la ciudad. Ambos convenientemente trajeados –Laguillo, todo hay que decirlo, calzó deportivas marrones recién adquiridas en unas rebajas del Broadway más cercano al Downtown, cosa que tampoco haría en su ciudad y que le otorgaba un aire transgresor a su impronta de Hermano Mayor del Rocío de Sevilla– se cargaron un par de botellas de zinfandel, la varietal que Manero ansía importar a España, y le guiñaron convenientemente el ojo a una camarera hispana entre plato y plato. La cena fue sabrosa y el Skyline de Manhattan visto desde Brooklyn a nivel de río resulta igualmente demoledor que cuando se dibujaba el perfil de las dos Torres Gemelas. A ellos dos, como a tantos viajeros europeos, les gusta sentirse protagonistas de escenas de Sexo en Nueva York y buscan en la ciudad, legítimamente, sus escenarios adecuados. Normal: cuando Manero va a Moscú, también va a ver la momia de Lenin. No pudo faltar Canal Street, que es donde suele encontrarse toda España de visita en la Gran Manzana: los relojes falsos imitando las marcas de prestigio resultan muy atractivos, pero ya no son tan baratos y duran en activo menos tiempo que el vuelo de vuelta: no importó, Marvizón se hizo con nueve y Laguillo, con siete –«son para la Junta de Gobierno de la Hermandad»–, además de algunos bolsos y unas cuantas gafas falsas de Dolce Gabbana a precio de saldo. Cargados como mulas y sorteando el frío caminaron Soho arriba: Laguillo, con un jersey de pico y una zamarra de Decathlon abierta de par en par, y Marvizón, con un polar que escondía bajo dos jerséis un ejemplar del New York Times a modo de parapeto. Doce grados bajo cero llevaron a voz en grito al mejor músico español del momento a «cagarse en la madre que parió a este frío que me va a matar». Pero no querían perderse nada: «¿Podríamos conseguir entradas para los patitos?». A Manero le costó un rato adivinar que se referían al clásico Christmas Spectacular del Radio City Hall donde las rockettes llevan decenas de años levantando la pierna hasta dar la rodilla con su moño. Ni que decir tiene que fueron y que el comentario de Laguillo a la salida sobre la bondad de las bailarinas resultó irreproducible. «Qué bien bailan», vino a decir con otras palabras.

El mismo Laguillo que, en no pudiendo más, fue capaz de encenderse un cigarro en el vestidor de una tienda de pantalones vaqueros y el mismo Marvizón que vigilaba entretanto la llegada de algún vendedor airado dejaron Nueva York cargando con un par de maletas más de las que llevaron de ida suspirando por una tapa de El Rinconcillo o de Trifón. Manero no los olvidará nunca y la ciudad, tampoco: fueron dos bocanadas de aire fresco, muy fresco, sobre la ceniza negruzca del tiempo y sobre el desfilar rutinario de tanto fantasma abstraído.

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Perez Reverte, Dans les oeufs

miercoles 27 de enero de 2010
DANS LES OEUFS´

Como se veía venir –consideren lo de se veía como bordería facilona–, la moda de los restaurantes donde se come a oscuras ha sido saludada con alborozo en España. Faltaría más. En la vanguardia de Occidente. Y háganse cargo del flash: completamente a oscuras, camareros ciegos que te llevan de la mano y sirven platos que no puedes ver, todo a base de tacto, gusto, oído y olfato. Con mucho contacto físico, se añade como incentivo. Hasta para hacer pipí te lleva de la mano un ciego o ciega –no me pillarás esta vez, Bibiana–. Y oigan. De clientes no sé cómo andan esos locales; igual hay bofetadas para meterse dentro. No me extrañaría en absoluto. Los elogios mediáticos son, desde luego, rutilantes. En las páginas de Cultura, por supuesto. Dónde, si no. A fin de cuentas, comer donde Ferrán Adriá equivale a leer tres páginas del Quijote, por lo menos. O cuatro. Dicen. Como los desfiles de moda y el mus. Y las tres en raya. Todo a Cultura. Con foto del restaurante entre el museo Thyssen y la última novela de Saramago. Y lo de zampar a oscuras, además, encima de venir avalado por franquicia con precedentes en París, Londres y Moscú –Dans le Noir, capten el astuto juego de palabras–, tiene ese puntito a medio camino entre museo de Diseño de Zúrich y corrección política que lleva a algunos al límite del orgasmo múltiple. Ahí va una de las reseñas, cuyo recorte atesoro: «La necesidad de experimentar nuevas emociones y el afán de descubrimiento no están reñidos con la conciencia social y la sensibilidad hacia las discapacidades». Con dos cojones.

Iría, lo juro. De no estar un poco mayor para estas cosas –«La experiencia no es apta para quien no ama el contacto físico, ya que el tacto es el sentido estrella de la noche»–, les aseguro a ustedes que caería a cenar allí, sólo por ver cómo se las arregla uno cuando, en la oscuridad, dice: «Camarero, hágame el favor. Necesito miccionar», y el de la ONCE llega, te palpa, te coge de la mano y te conduce a través de la noche procelosa hasta el lugar, supongo que también dans le noir, donde puedes aliviar la vejiga. He visto una foto publicitaria en alguna parte, y es que de verdad dan ganas de abalanzarte al sitio: los clientes apoyados unos en otros y el camarero delante, como bailando la conga. Todo elegante y solidario que te rilas, a base de mucho tacto y contacto físico, como debe ser. Desplegando tu conciencia social y sensibilidad solidaria camino del baño, en alegre camaradería con otros clientes que en ese momento sientan ganas de lo mismo. Guiados todos por camareros invidentes pero expertos, que cual Virgilios abnegados te guíen por la selva oscura de la vida, al fondo a la derecha. Orientándote el chorro una vez allí, supongo. Con paciente esmero.

Lo mejor de todo esto es que me ha dado un par de ideas. Estoy por llamar a mi amigo Félix Colomo –el que me pidió autorización para abrir en el Madrid de los Austrias su Taberna del Capitán Alatriste– y decirle que debería ampliar sus negocios gastronómicos con nuevas fórmulas para forrarse. O para forrarse más, si cabe. Una de ellas podría ser una franquicia de restaurantes que desde ahora mismo le propongo. Sin manos, sería el nombre. Y la gracia del asunto consistiría en que ningún cliente podría usar las manos para comer. Ni de coña. Al entrar se le atarían a la espalda y degustaría las delicias locales sin cubiertos ni nada, agachándose directamente con la boca sobre el plato. Slurp, slurp. Eso haría que el tacto, el gusto y el olfato fuesen protagonistas indiscutibles del asunto. Además, para realzar la conciencia social y la sensibilidad sensible, todos los camareros serían mancos, y servirían los platos sosteniéndolos entre los dientes. Para extremar el concepto, no habría servilletas, y los clientes se limpiarían los morros unos a otros con sonoros lengüetazos. Eso daría lugar a una enriquecedora interacción emocional, que como su propio nombre indica, sería mutua.

Tengo otras ideas igual de gilipollas. O más. Algunas podrían triunfar a tope en esta Europa tonta del ciruelo; donde, como dice mi vecino de página Carlos Herrera, si llega un imbécil más, nos caeremos al agua. Por ejemplo: un restaurante llamado Dans les Couilles, aunque una versión más pedestre –Dans les Oeufs– tendría más garra en España. El toque maestro consistiría en cobrar doscientos euros por cubierto exclusivo para fanáticos del megapijodiseño, soplapollas en general y políticos con Mastercard o Visa Oro del partido. Los políticos, sobre todo, acudirían en enjambres, como suelen. Dans les Oeufs ofrecería emociones y sensibilidad social a mantas. Todo el rato, camareros cuidadosamente seleccionados entre los más robustos y robustas –chúpate ésa también, Bibiana– de los parados que frecuentan comedores de caridad o hurgan por la noche en cubos de basura y contenedores de supermercados, estarían dándoles patadas en los huevos.

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Carrascal, La rebelion de los ayuntamientos

La rebelión de los ayuntamientos

JOSÉ MARÍA CARRASCAL

Miércoles , 27-01-10
LA próxima guerra en España no será de la izquierda contra la derecha, sino de los ayuntamientos contra el gobierno. Una guerra que no respetará ideologías ni partidos, creencias ni identidades. Una guerra por el dinero, mondo y lirondo, al margen de ideologías y de partidos, de creencias y de incredulidades. A tales extremos estamos llegando bajo el desgobierno que sufrimos.
Después de disparar con pólvora del rey durante los años de vacas gordas, los ayuntamientos se encuentran, al llegar las flacas, sin un duro, y lo buscan hasta debajo de las piedras -literalmente-, recortando gastos sin respetar las normas más elementales de solidaridad. Si un depósito de residuos nucleares trae unos cuantos milloncejos a la villa, junto a unos cientos de puestos de trabajo, se acepta, y no me venga usted con la radiactividad, pues no hay nada más radiactivo que un estómago vacío. Como si no hay dinero para atender a las necesidades sociales más urgentes -sanidad, educación, vivienda- se niega el empadronamiento a los inmigrantes ilegales, que para eso son los últimos de la cola. Lo primero es lo primero, y las reclamaciones, al juzgado de guardia, que ya sabemos que no las va a atender. Si en Madrid o en la sede central de los partidos protestan, que protesten. Los ayuntamientos tienen que atender, sobre todo, a la calle, donde el que no ha perdido el empleo teme perderlo y todo el mundo está de un humor que no veas.
Es la consecuencia de un planteamiento extravagante, que puede dar al traste con nuestra democracia, tierna y frágil como una orquídea. Me refiero a haber diseñado uno de los Estados más descentralizados, con una financiación fuertemente centralizada. Conscientes de que el dinero significa poder, los gobiernos quieren controlarlo, para repartirlo entre los ayuntamientos según criterios más políticos que económicos. Y no es eso lo peor. Lo peor es que, como suele ocurrir con todo el dinero regalado, los ayuntamientos lo venían gastando sin el menor sentido de la responsabilidad. Si tuvieran que «ganárselo», es decir, obtenerlo a través de impuestos a sus vecinos, se andarían con muchísimo más cuidado en el gasto y en el gravamen, no fueran a provocar una rebelión fiscal entre el vecindario. Así que los ayuntamientos se rebelan contra el gobierno y, si les llaman la atención desde su partido, contra la dirección del mismo. Con las cosas de comer no se juega.
Lo malo es cuando las arcas del Estado están vacías y no queda para repartir. Que es la situación a la que empezamos a llegar en una España a la que habían dicho que era rica, y resulta que no lo era tanto. Hay un hilo más allá de la ideología entre Vic, Ascó, Yebra y Torrejón, que puede extenderse como una borrasca invernal a otros municipios conforme la crisis se ensancha y los recursos disminuyen. A perro flaco, todo son pulgas.

http://www.abc.es/20100127/opinion-firmas/rebelion-ayuntamientos-20100127.html

Verdades y mentiras sobre las penas

Verdades y mentiras sobre las penas

Miércoles , 27-01-10

EL Gobierno ha recibido con evidente incomodidad la reactivación del debate sobre la cadena perpetua, que ayer volvió a reclamar Mariano Rajoy, quien recordó que esta pena está prevista y aplicada por la práctica totalidad de las democracias occidentales, empezando por las europeas. Pero al Gobierno socialista le molesta que se hable de cadena perpetua porque es un tema que los prejuicios progresistas de la izquierda consideran tabú, en la medida en que implica reconocer el fracaso de esas tendencias criminológicas que defienden a ultranza la rehabilitación del delincuente. Los argumentos del Ejecutivo socialista contra esta pena de prisión perpetua han aplicado el método de la manipulación. Primero, porque han vinculado este debate a «una incursión en la extrema derecha» por parte del PP. Es lo habitual: cuando el PSOE no sabe cómo participar racionalmente en una controversia, la tacha de ultraderechista. Lo que han hecho los socialistas es calificar de extrema derecha a todos los países europeos -Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, entre otros- que aplican la cadena perpetua. En segundo lugar, porque afirma el Gobierno que esta pena es inconstitucional. Falso. La cadena perpetua sometida a un sistema de revisión periódica -que es el que ayer defendió Rajoy- sería conforme con la Carta Magna, como ya ha dicho el Tribunal Constitucional con ocasión de la entrega a Italia de mafiosos condenados a perpetuidad.
A pesar de la falsedad teórica y material de los argumentos del Gobierno, el más pernicioso es el que afirma que el sistema penal español es más severo que los que tienen la cadena perpetua. El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, incluso se refirió al cumplimiento íntegro de condenas, que podrían llegar a cuarenta años, como si fuera una posibilidad generalizada. Esta visión de la justicia penal española es una absoluta distorsión. El cumplimiento íntegro hasta cuarenta años está previsto de manera efectiva sólo para delitos graves de terrorismo. Tratándose de delitos comunes, sólo se podría llegar a ese límite máximo si el delincuente hubiera cometido, por ejemplo, dos o más asesinatos especialmente agravados, que pudieran ser castigados cada uno con más vente años de prisión. En caso de violaciones, en los supuestos más graves, el violador múltiple no cumpliría más de veinticinco años, sin contar con permisos penitenciarios o libertades condicionales. En la mayoría de los países europeos, un solo asesinato basta para la pena perpetua.


http://www.abc.es/20100127/opinion-editorial/verdades-mentiras-sobre-penas-20100127.html

Manuel Llamas, Por favor, no rescaten el ladrillo

miercoles 27 de enero de 2010
Burbuja
Por favor, no rescaten al ladrillo
Manuel Llamas
Cubrir el enorme agujero que ha dejado la burbuja inmobiliaria con impuestos presentes y futuros es, a todas luces, inaceptable, inmoral, vergonzoso e ilegal. Es un robo, un atraco a mano armada que no podemos ni debemos consentir.

España se encuentra en la encrucijada, en uno de esos momentos clave en los que las medidas a tomar determinarán en buena medida el futuro de la economía nacional durante un largo período de tiempo. Pero vayamos por partes.

En primer lugar, la banca ya se ha caído del guindo. La mayoría de entidades, otrora adalid de la "solidez" y "solvencia" del sistema financiero español, acaban de reconocer abiertamente lo que hasta hace dos días se negaban a aceptar. Esto es, que el mercado inmobiliario ha quebrado y, por lo tanto, los promotores no pueden afrontar el pago de su deuda, próxima a los 325.000 millones de euros.

La propia Asociación Hipotecaria Española advierte de que "el sistema no puede asumir la deuda inmobiliaria" y "las refinanciaciones posteriores (proceso conocido como roll-over) estarán comprometidas". ¿Qué está pasando? Bancos y cajas son concientes de que el crédito concedido a los promotores es incobrable y, como resultado, tendrán que acabar incorporando a sus balances gran parte del stock inmobiliario –pisos y, sobre todo, suelo–, cuyo precio de mercado es muy inferior al que consta en sus balances contables, lo cual se traduce en suculentas pérdidas que, por el momento, ocultan.

Si a mediados de 2009 la banca acumulaba cerca de 100.000 pisos embargados, ésta acabará absorbiendo, como mínimo, medio millón en manos de los promotores hasta 2012, por no decir casi todo –entre 1 y 1,6 millones, según los cálculos–, sin contar con una abultada cartera de suelo que, hoy por hoy, carece de salida en el mercado. En resumen, la crisis financiera nacional está a punto de comenzar.

Segundo punto. Ante tal panorama, como no podía ser menos, el sector pide ayuda al Gobierno. En concreto, emplear dinero público (el de los contribuyentes), ya sea a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Banco de España o Estado, para "financiar" al sector del ladrillo. Y es aquí donde está la clave. ¿Qué reclama la Asociación Hipotecaria? Muy simple: que los contribuyentes desembolsen los 325.000 millones de euros en créditos que los promotores adeudan a bancos y cajas y que, en su mayor parte, son incobrables. De este modo, el sector financiero no tendrá que absorber el citado stock. ¡Fantástico!

Y es que las primeras medidas destinadas al rescate público del sector inmobiliario han obtenido un rotundo fracaso. En 2008, el Gobierno anunció que el ICO avalaría la concesión de créditos por valor de 25.000 millones de euros (2,5% del PIB) destinados a la compra de VPO y préstamos a los promotores de vivienda protegida. ¿Problema? Ni los promotores pueden construir, dada la parálisis que sufre el sector, ni los ciudadanos quieren seguir endeudándose aún más para comprar unos pisos que están sobrevalorados.

Y puesto que las medidas destinadas a estimular la demanda no han dado sus frutos, ahora lo que se plantea es intervenir por el lado de la oferta. Que el Gobierno compre el stock, cosa que ya están haciendo múltiples comunidades autónomas, o que, directamente, se rescate el ladrillo mediante la concesión de ayudas, tal y como reclama ahora el ex ministro socialista Jordi Sevilla.

El problema es que cualquiera de estas medidas implicará, en todo caso, un incremento disparatado del endeudamiento público, con todo lo que ello implica: nula recuperación económica, descuadre aún mayor de las cuentas públicas, aumento de la presión fiscal y riesgo de quiebra soberana. Cubrir el enorme agujero que ha dejado la burbuja inmobiliaria con impuestos presentes y futuros es, a todas luces, inaceptable, inmoral, vergonzoso e ilegal. Es un robo, un atraco a mano armada que no podemos ni debemos consentir.

Puesto que el famoso Fondo de Rescate Bancario (FROB) sigue paralizado en Bruselas, ante el temor de que se salve indiscriminada y arbitrariamente al sector de las cajas de ahorros (en manos de los políticos), las entidades aspiran a que seamos nosotros quienes tengamos que cargar con la factura. ¡Y se quedan tan anchos, oiga!

Pues bien, ni rescate inmobiliario ni rescate bancario. Que cada palo aguante su vela. Los promotores han quebrado, ya que con rebajas del 15% o 20% optan por declararse en concurso y entregar los pisos a sus acreedores para saldar la deuda. Y puesto que el mercado sigue sobrevalorado en un 30% de media, serían bancos y cajas los encargados de liquidar el stock a pérdidas. Sin rebajas sustanciales no habrá ajuste.

¿Que eso va a comprometer la solvencia de numerosas entidades? No cabe duda. Entonces, ¿qué hacer? Analizar caso por caso y proceder a una dura y transparente reestructuración e, incluso liquidación ordenada, del sector mediante privatizaciones y apoyos públicos puntuales que, en todo caso, deberán ser devueltos con intereses una vez saneado el sistema. Lo contrario sería, simplemente, injusto, además de desastroso.
Manuel Llamas es jefe de Economía de Libertad Digital y miembro del Instituto Juan de Mariana.

http://libertaddigital.com/opinion/manuel-llamas/por-favor-no-rescaten-al-ladrillo-52978/

martes, enero 26, 2010

Juan Morote, 27 de enero de 1945

miercoles 27 de enero de 2010
Auschwitz-Birkenau
27 de enero de 1945
Juan Morote
Han pasado sesenta y cinco años de la liberación del mayor campo de exterminio que hemos conocido y, en cambio, aún hay progres de diseño que, con su pañuelito palestino, se niegan a condenar el Holocausto.

El 27 de enero de 1945 es una fecha que ya nada dice a los estudiantes de la LOGSE, ni a los de la LOE, ni a los de ningún plan de estudios, enseñanza obligatoria, o diseño curricular que haya estado vigente en España después de los años sesenta. En cambio, el 27 de enero es una fecha que ningún amante de la libertad debiera borrar de su memoria. Hace sesenta y cinco años que fue liberado el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.

Durante décadas la cifra de seres humanos asesinados en nombre de la supremacía de la raza y la omnipotencia del Estado osciló entre uno y dos millones; ha sido necesario poder acceder a los archivos del FSB, el antiguo KGB, para probar que las SS mataron en Auschwitz a más de cuatro millones de reclusos, judíos en su inmensa mayoría. Tal y como ha apuntado el historiador ruso Vladímir Makárov, los nazis no lograron destruir toda la documentación sobre el campo situado al sur de Cracovia; así, tras interrogar a testigos y verdugos, ha podido adverar la macabra cifra.

La visión de lo que allí encontraron los soldados que por vez primera entraron en el campo, la mera contemplación de las imágenes que estos obtuvieron de los presos torturados, los montones de cuerpos de inocentes asesinados, produce un sentimiento cruzado de rabia, de frustración y en cierto modo de arrepentimiento. La locura que condujo al genocidio no fue únicamente obra de las SS, contó con la colaboración por acción u omisión de muchos millones de ciudadanos alemanes. Si bien también fueron responsables todos aquellos que en aras del buenismo y el amor a la paz, mal entendido, se convirtieron en cómplices involuntarios de los nacionalsocialistas.

Han pasado sesenta y cinco años de la liberación del mayor campo de exterminio que hemos conocido y, en cambio, aún hay progres de diseño que, con su pañuelito palestino, se niegan a condenar el Holocausto, incluso niegan su existencia. No han aprendido nada; siguen considerando que la ideología está por encima de la vida y la libertad. Aunque lo verdaderamente grave no es la actitud de Rosa León y sus compañeros de partido, lo realmente aberrante es que una gran parte de la sociedad haya olvidado en nombre de qué se cometió aquel asesinato masivo y sistemático de inocentes.

Si el Estado se coloca por encima de los ciudadanos que lo componen, si se impone la uniformidad como modo de reafirmación de la pertenencia a un grupo, si la nación se diluye en el Estado, si la lengua denota pertenencia y segregación, y cuando los símbolos nacionales sirven para excluir y señalar, la esencia del régimen nazi se mantiene intacta. Cuando miro la ideología subyacente en todos los nacionalismos periféricos y el silencio cómplice de la mayoría frente a todos los atentados contra la libertad que a diario se perpetran en España, no puedo evitar trasladarme a aquel 27 de enero de 1945.

http://libertaddigital.com/opinion/juan-morote/27-de-enero-de-1945-52981/

"Progre y sociata pero con dos chalés en Madrid y otro...

Un párroco define a Víctor Manuel

"Progre y sociata pero con dos chalés en Madrid y otro en Mallorca con yate incluido"

El párroco del valle asturiano de Turón ha dedicado su última edición de la hoja parroquial a atacar duramente a los políticos y referentes progresistas ante las críticas recibidas por pedir a sus fieles dinero de un premio de lotería para Cáritas. Víctor Manuel el peor parado.

Pablo Molina

"Siento vergüenza ajena -escribe este párroco-, cuando un cantante de Mieres se las da de progre y sociata: con dos chalés en Madrid, un chalé con yate en Mallorca e imagino que unas cuentas millonarias en las SICAV. Y, al final, para dárselas de progre, como digo, no le queda más que insultar a un obispo públicamente. ¡Acabáramos!".

También el alcalde del municipio, gobernado por el PSOE, se lleva un buen rapapolvo por sus críticas hacia la petición del párroco a sus fieles. Según el sacerdote, el alcalde, al que en la hoja parroquial se refiere como “ciudadano García”, no debe saber lo que es el IVA cuando dijo que afectaría sólo a los sueldos superiores a sesenta mil euros. “¡Ay! ¡Ojalá fuera así! –añade el párroco-, aquí en Mieres la medida afectaría solamente al ciudadano García y a pocos más".

Dolido por las críticas recibidas a causa de su iniciativa a favor de Cáritas, el sacerdote D. Alfredo de Diego añade que “si alguien se enfada con un pobre cura que pide dinero para los pobres de la parroquia; me parece, digo, que entonces teníais que bramar ante los sueldos de escándalo de algunos cargos públicos. Sueldos que pagamos todos con nuestros impuestos. ¡Eso sí que es un latrocinio! Legal, pero robo”.

Víctor Manuel, que ya llamó “hijo de puta” al portavoz de la Conferencia Episcopal Española, tiene ahora ocasión de utilizar su capacidad lírica para contestar al párroco de Turón, aunque sabiendo cómo se las gasta el curita quizás opte por dejar el asunto correr.

http://libertaddigital.com/el-candelabro/progre-y-sociata-pero-con-dos-chales-en-madrid-y-otro-en-mallorca-con-yate-incluido-1276382585/

Un empresario planta cara a la imposición lingüística en Cataluña

MULTADO POR UTILIZAR EL CASTELLANO
Un empresario planta cara a la imposición lingüística en Cataluña

Su delito: rotular sólo en castellano en su negocio, por lo que se le puso una multa de 1.200 euros. En un argumentado y claro escrito recurriendo la sanción, el empresario saca las vergüenzas de la Agencia Catalana de Consumo y vuelve a evidenciar la imposición ligüística que se vive en Cataluña.

"Cataluña ya casi es un estado nacional socialista"

Galicia Bilingüe escribe a Rajoy para que exija a Feijóo que cumpla sus promesas
La Generalidad multa con 1.200 euros a un tendero por no rotular en catalán
2010-01-26Imprimir Enviar Corregir Comentar Olivia Moya
Xurde Rocamundi es uno de los muchos empresarios catalanes sancionados por rotular solamente en castellano en su negocio. En un argumentado y extenso recurso de alzada, pide al director de la Agencia Catalana de Consumo que deje sin efecto el expediente sancionador y la multa de 1.200 euros que lleva aparejado.

Su negocio es una inmobiliaria de la localidad de Arenys de Mar cuyo rótulo y carteles informativos del escaparate y los contratos tipo que se usan en la oficina están redactados en castellano.

Según relata el empresario en el recurso, al que ha tenido acceso LD, una inspección de la Agencia Catalana de Consumo derivó en un acta por no tener los contratos y la rotulación en catalán. Se consideraba que el no tenerlos en catalán vulneraba la Disciplina de Mercado y se proponía una sanción.

Ante esto, Rocamundi presentó una alegación en la que defendía su derecho a usar el castellano. Pero al subdirector general de Disciplina de Mercado de la Agencia Catalana de Consumo, tal y como se desprende de estas conclusiones, le dio igual y le impuso una multa de 1.200 euros. Y calificó los hechos como “una infracción de la disciplina de mercado y defensa de los consumidores y usuarios”. Realmente la indisciplina consiste en no haber optado por el catalán.

Además, para más inri, no se puede esgrimir que en esta localidad el catalán es una lengua minoritaria, pues el 90% de los comercios rotulan en catalán. A estos, claro, no se les sanciona por no rotular, al menos, también en castellano.

“Si estuvieran sólo en catalán (carteles, rótulo y contrato) no habría sanción alguna, pero al estarlo sólo en castellano sí la hay. El eufemismo al menos en catalán significa, en la práctica y como se demuestra en el presente expediente, que obligatoriamente debe estar en catalán”, denuncia Xurde Rocamundi. “Se trata, en definitiva, al castellano como una lengua extranjera”.

Continúa exponiendo el empresario catalán que, “según la resolución, debemos entender que cuando se hace sólo en catalán o como mínimo en catalán no se vulneran los derechos lingüísticos de los consumidores y/o usuarios”.

Y es que la resolución de la Agencia Catalana de Consumo podría estar amparada en las leyes autonómicas catalanas como la Ley de Política Lingüística y la Ley del Estatuto del Consumidor. “No obstante –señala Rocamundi– la resolución y las normas que le dan cobertura son inconstitucionales porque introducen un trato discriminatorio entre el uso del catalán y el castellano, entre las personas, los ciudadanos, los españoles, que eligen un idioma u otro como herramienta comercial y, en definitiva, de uso cotidiano, salvo que sólo pueda elegirse la lengua en la intimidad”.

Xurde Rocamundi habla de coacción y discriminación. Sobre la primera cuestión, el empresario catalán señala que "la propuesta y la incoación del expediente sancionador ya supone una coacción para el que lo decepciona y una limitación a su libertad (…), pero la sanción impuesta materializa en castigo al desobediente y, además, es usado de ejemplo social a modo de prevención general”.

Y sobre la discriminación, pone de manifiesto que existe en cuanto no existe sanción para quien rotula exclusivamente en catalán. “Igualmente, conlleva otras vulneraciones constitucionales como el derecho al uso del castellano que se reconoce en el artículo 3.1 de la Constitución Española y del principio de libertad lingüística (…)”.

Por todo ello, el empresario de Arenys solicita la revocación de la sanción por supuesta infracción de la disciplina de mercado y defensa de los consumidores y usuarios.

“Por una Cataluña en libertad. No a las multas lingüísticas”

Para denunciar este caso y el de otros numerosos empresarios que están siendo sancionados por la utilización del castellano en sus empresas por la Agencia Catalana de Consumo, la semana pasada se constituyó la Coordinadora “Por una Cataluña en Libertad. No a las multas lingüísticas", Coordinadora en defensa de la libertad de elección de los empresarios catalanes que actualmente están siendo sancionados por presuntos incumplimientos de la Ley de política lingüística.

Esta Coordinadora, integrada por Ágora Socialista, Asociación por la Tolerancia, Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, Impulso Ciudadano, Partido Popular de Cataluña y Unión Progreso y Democracia, ha convocado una concentración que tendrá lugar el próximo día 30 de enero a las 12:00 en la Plaza de la Iglesia de Arenys de Mar, con el lema “Por una Cataluña en libertad, no a las multas lingüísticas” para denunciar estos hechos y defender la libertad de opción lingüística y la libertad de empresa en Cataluña

http://libertaddigital.com/sociedad/un-empresario-planta-cara-a-la-imposicion-linguistica-en-cataluna-1276382682/

Chavez amordaza

EDITORIAL
Chávez amordaza
Caracas acentúa su política de silenciamiento de los medios informativos críticos
26/01/2010

El Gobierno venezolano ha cortado definitivamente la señal al canal de televisión más antiguo del país basándose en un rosario tecnicista de incumplimientos legales que pueden resumirse en uno: Radio Caracas Televisión Internacional rechaza transmitir los doctrinarios discursos del presidente-comandante Hugo Chávez, esas interminables alocuciones en las que el caudillo bolivariano desgrana las recetas de su tosco catecismo supuestamente izquierdista. Junto con RCTVI, otros cinco pequeños canales de cable han sido silenciados. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos considera la medida una vulneración de las garantías constitucionales y aduce que los canales cerrados no han tenido la oportunidad de defenderse ante una autoridad imparcial.


Muere un estudiante en una manifestación en Venezuela

Hugo Chávez

A FONDO
Nacimiento: 28-07-1954 Lugar: Sabaneta
Venezuela
A FONDO
Capital: Caracas. Gobierno: República. Población: 26,414,815 (est. 2008)

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Ni la libertad de expresión ni la disidencia son santos de la devoción de un líder que, pese a controlar cada palanca del poder, se considera víctima de los medios no adictos. Hace ya mucho tiempo que Chávez confunde deliberadamente celebrar elecciones y ganarlas con la existencia de un Estado democrático en Venezuela. Y no es la primera vez que suprime de un plumazo voces discordantes, aunque nunca su inquina haya sido tan persistente como contra RCTVI, una cadena a la que en 2007 ya retiró la autorización para emitir en abierto y a la que acusa de conspirar contra él. En agosto pasado, Caracas amordazó a otra treintena de emisoras de radio que supuestamente no habían renovado su concesión administrativa.

La reciente purga televisiva de Chávez, resumida en su frase "aquí hay unos burguesitos que quieren retar al Gobierno", hay que encuadrarla en la huida hacia adelante de un presidente a la baja y con la vista puesta en las elecciones legislativas de septiembre. Venezuela ha dejado de ser el firmante de cheques con muchos ceros con cargo a la subida incesante del petróleo. La demagogia chavista, útil en tiempos de bonanza, se aplica ahora a un país en recesión, con una inflación que puede alcanzar el 40% y un desabastecimiento que llega a la energía eléctrica. Caracas ha recibido 2010 con un decreto que devalúa el bolívar en un 50% e instituye una doble tasa de cambio que en el pasado fue fuente de corrupción. Sobre este escenario, Chávez opera con controles de precios, cierres de comercios por centenares y amenazas de expropiación. Todo un recetario antidemocrático.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Chavez/amordaza/elpepiopi/20100126elpepiopi_2/Tes

No en mi comunidad

EDITORIAL
No en mi comunidad
Ningún dirigente territorial quiere tener cerca un almacén nuclear que se aprobó por unanimidad
26/01/2010

Si el pleno del Ayuntamiento de Ascó (Tarragona), controlado por CiU con apoyo socialista, mantiene lo anunciado, hoy aprobará su candidatura para albergar el almacén centralizado que debe conservar los residuos nucleares de toda España, el ATC. Esa candidatura se uniría a la ya presentada por Yebra, Guadalajara. La decisión de optar al ATC es competencia municipal, según recordó ayer la ministra de Medio Ambiente. Pero tanto CiU como los socios del PSC y, finalmente ayer, el presidente catalán, el socialista José Montilla, han expresado su rechazo a que Ascó acoja dicho almacén.


Dos barones del PSOE desafían al Gobierno por el almacén nuclear
La rebelión de Montilla y Barreda complica el almacén nuclear
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El debate sobre cómo almacenar los residuos es independiente de la opción a favor o en contra de la energía nuclear. Tanto si se abren más centrales como si se cierran las existentes, sus residuos deberán ser almacenados. Hay para ello tres soluciones: mantenerlos dispersos en instalaciones anexas a las centrales, como ahora; enviarlos a almacenes ubicados en Francia, como también se hace con una parte de los residuos (lo que a partir de diciembre costará 60.000 euros al día); o construir un almacén centralizado de máxima seguridad, preferentemente donde ya haya alguna central. El Congreso aprobó en 2004, por unanimidad, instar al Gobierno a adoptar esta tercera fórmula, avalada como la más eficiente desde el punto de vista de la seguridad.

Los argumentos de Montilla, presionado por sus socios de Gobierno (uno de los cuales, ICV, amenaza con romper el tripartito), son que no hay suficiente consenso para la candidatura de Ascó y que Cataluña ya ha cubierto su cuota de solidaridad con sus centrales, que producen el 40% de la energía nuclear española. En eso coincide con su homólogo castellanomanchego, José María Barreda; la líder del PP en esa comunidad, María Dolores de Cospedal, y el convergente Artur Mas: sí a un ATC, pero no en mi comunidad.

Este doble lenguaje refleja un problema de fondo de la política española: algunos dirigentes autonómicos buscan legitimarse ante su electorado, no tanto por sus posiciones políticas (en este caso, acerca de la energía nuclear), como por la explotación de supuestos agravios frente a otros territorios y la reafirmación de la independencia respecto al poder central y el propio partido. Una estrategia en la que José Bono reveló ser un maestro.

Equilibrios que a menudo les obligan en incurrir en contradicciones. Montilla, por ejemplo, apostó por el almacén centralizado en 2004, como ministro de Industria, y en 2006 impulsó la campaña televisiva en la que invitaba a los ayuntamientos a optar al ATC. En 2008, siendo ya presidente de la Generalitat, su partido se opuso a una moción del Parlamento catalán contraria a la instalación del ATC en Cataluña. Cospedal es a un tiempo la número dos del PP nacional, fuerza que votó el ATC, y la presidenta del partido en Castilla-La Mancha, que expedientará a los concejales de Yebra por presentar su candidatura al mismo.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/comunidad/elpepiopi/20100126elpepiopi_1/Tes/

Mary Anastasia, Clinto, ¿candidato a zar de Haití?

martes 26 de enero de 2010

Clinton, ¿candidato a zar de Haití?

Por Mary Anastasia O'Grady

En las noticias sobre Haití de las dos últimas semanas, las imágenes de un afligido Bill Clinton han sido casi tan constantes como las de las propias víctimas del terremoto. El ex presidente estadounidense parece aparecer donde quiera que uno mire y expresar su dolor y prometer que transformará a su fundación en la piedra angular de un amplio esfuerzo de reconstrucción.

Cuando Clinton recorrió la devastación la semana pasada, el diario Miami Herald describió que estaba "con los ojos llenos de lágrimas". Se trata de una descripción más apropiada de cómo podrían terminar los haitianos si Clinton se hace cargo de la recuperación del país, como aparentemente pretendería.

Según fuentes al tanto, ya corre el rumor de que Clinton ha sido designado extraoficialmente por la comunidad de ayuda multilateral como el conducto por el cual deberá pasar cualquiera que desee participar en la reconstrucción del país. "Eso significa", me dijo una persona, "que si no se tiene conexiones con Clinton, no se podrá ser parte del juego".

Una persona a la cual se le confía tanto poder debería tener antecedentes impecables y los de Clinton no están ni cerca de serlo. De hecho, la última vez que ofreció "ayudar" a Haití apoyó a un déspota corrupto que hizo negocios con demócratas clave y dejó al país más empobrecido, desprovisto desde el punto de vista institucional y plagado de violencia política.

En 1991, sólo ocho meses después de asumir la presidencia, Jean Bertrand Aristide fue alejado del poder mediante un golpe militar. La acción fue precipitada por el desacato de Aristide por el frágil estado de derecho en Haití, incluido el uso de violencia matonesca para intimidar y asesinar a sus opositores políticos.

Luego de su salida, Aristide necesitaba dinero. Lo consiguió cuando el ex presidente estadounidense George H.W. Bush le liberó los activos haitianos guardados en EE.UU. con el argumento de que él era el gobierno en el exilio.

La principal fuente de esos fondos eran los pagos que las empresas de telecomunicaciones estadounidenses realizaban al monopolio telefónico estatal, Teleco, para terminar las llamadas a Haití. Desde su exilio en Georgetown, Aristide retiró esos fondos gubernamentales, que según algunas estimaciones llegaron a los US$50 millones para hacer lobby por su regreso al poder. Entre sus contactos más influyentes se encontraba Michael Barnes, un ex congresista demócrata cuya firma de abogados llegó a recibir US$55.000 mensuales de su cliente haitiano.

Un par de años de repartir el dinero haitiano en Washington consiguió el efecto deseado. En 1994, Clinton llamó a los militares de EE.UU. para reponer a Aristide en la presidencia. Cuando su mandato terminó en 1996 y René Préval asumió como presidente, Aristide siguió siendo el poder detrás del trono.

Los haitianos se quejaron amargamente durante años sobre sus abusos de los derechos humanos y la corrupción, y muchos de sus seguidores educados se alejaron de él a medida que sus tácticas se volvieron más claras. Pero la administración Clinton nunca hizo nada para que rectificara el rumbo.

En febrero de 2001, Aristide afirmó haber sido reelecto en un proceso que los observadores internacionales calificaron como un fraude y que la Organización de los Estados Americanos se negó a certificar. Los haitianos estaban enojados, pero tuvieron que pasar otros tres años hasta que ese descontento estallara. Finalmente, en febrero de 2004, Aristide fue expulsado del país.

Con la esperanza de recuperar activos robados, el gobierno interino que se hizo cargo presentó una demanda civil contra Aristide en 2005 en una corte federal del estado de Florida del sur. El documento acusaba a Aristide que haber saqueado las arcas fiscales y establecer planes con "ciertas" telefónicas estadounidenses a las que les había "concedido tarifas significativamente reducidas por servicios brindados por Teleco a cambio de comisiones, que redujeron esas tarifas aún más". Alegaba que una de las empresas que hizo pagos a "ciertas empresas en el extranjero" era Fusion Telecommunications.

El contrato de Fusion debería haber sido público, pero la empresa trató de bloquear su divulgación cuando le pedí una copia a la Comisión Federal de Telecomunicaciones de EE.UU. Con razón. Reveló que la empresa tenía un acuerdo especial con Teleco de 12 centavos el minuto cuando la tarifa oficial era de 50 centavos.

El pacto con Fusion es interesante porque la empresa era dirigida por Marvin Rosen, el ex director de finanzas del Partido Demócrata. Entre los miembros de la junta directiva estaban Joseph p. Kennedy II y el ex jefe de gabinete de Clinton, Mack McLarty.

La ruta de telecomunicaciones entre EE.UU. y Haití es una de las más congestionadas del Hemisferio Occidental y este contrato que perjudicó la competencia era llamativamente lucrativo. También despojaba al gobierno haitiano de importantes recursos. Como establece la demanda judicial: "Los ingresos de Teleco eran la principal fuente de las urgentemente necesitadas divisas extranjeras de Haití".

El resultado final aquí es que la actividad clintonista en Haití no era el trabajo de extranjeros profundamente comprometidos con el bienestar de un país que sufría desde hacía tiempo. En cambio, capitalizaron la posibilidad de ganar dinero al usar el poder del gobierno.

Ahora es el momento de romper con ese hábito. Como me dijo un haitiano, si el país alguna vez va a desarrollarse necesita "depender menos de amiguismo y más de la transparencia y los vastos recursos de la comunidad de haitianos que viven en otros países". Eso descalificaría a Bill Clinton.


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http://www.neoliberalismo.com/Clinton-Haiti.htm

Quiñones, Micheletti y Boris Yeltsin

martes 26 de enero de 2010
Micheletti y Boris Yeltsin
Roberto Alvarez Quiñones

Cuando el próximo miércoles 27 de enero Porfirio Lobo tome posesión como nuevo presidente de Honduras, el nombre de Roberto Micheletti estará pasando a la historia como el protagonista clave de uno de los más destacados episodios del paisaje político latinoamericano en mucho tiempo.

Su firmeza como presidente provisional hondureño para enfrentar la brutal presión internacional en aras de reinstalar al destituido mandatario Mel Zelaya no tiene precedentes.

Con excepción de Chile luego del golpe militar de Pinochet, ninguna otra nación de Latinoamérica se vio tan aislada y hostigada por la comunidad mundial --con Washington increíblemente al frente en los inicios--, y la Organización de Estados Americanos (OEA), que Honduras después de que el Parlamento destituyó de su cargo a Zelaya por violar la Constitución e intentar perpetuarse en el poder para continuar su papel de peón del expansionimo neocomunista en la región.

Inevitablemente recuerdo a Boris Yeltsin, el líder ruso que hizo abortar el golpe de Estado que intentaron darle a Mijail Gorbachov, el 19 de agosto de 1991, los dirigentes militares y partidistas neoestalinistas (a lo Leonid Brezhnev) de la Unión Soviética.

Recuerdo que Fidel Castro sin que el movimiento golpista se consolidara se adelantó muy eufórico a todo el mundo y envió un mensaje a Moscú saludando la asonada castrense, que calificó de “acción patriótica para salvar el socialimo” (que iba a resucitar los subsidios millonarios a Cuba).

En la redacción internacional del periodico Granma pude ver en vivo por la cadena televisiva CNN –el periódico tenía ese servicio—imágenes de tanques de guerra y tropas en las calles de Moscú, y a un general golpista leyendo el comunicado “patriótico”.

Aquel general informó que Gorbachov había sido destituido “por razones de salud” y sustituido por el vicepresidente soviético Guennadi Ianiev, quien estaba al frente de un “Comité Estatal para el Estado de Emergencia”. Y proclamó suspendida la “perestroika” (intento de darle un rostro democrático al socialismo).

Pero la perestroika había calado hondo en las fuerzas armadas y las filas partidistas. Sobre todo, los golpistas no contaron con Boris Yeltsin, el presidente de la Federación Rusa, quien subido en un tanque de guerra frente al bello edificio blanco del gobierno ruso denunció el golpe militar, llamó a la insurrección popular e instó a la insubordinación a los soldados que rodeaban el edificio gubernamental al lado del río Moskova.

Una multitud se concentró en torno a Yeltsin para que no lo arrestaran. Miles de moscovitas invadieron las calles de la capital y bloquearon a los soldados que se aprestaban a tomar la sede del gobierno ruso.

Los militares recibieron órdenes de disparar contra los manifestantes, pero los soldados y los tanquistas lo que hicieron fue vitorear a Yeltsin y se pusieron a sus órdenes. Al día siguiente Yeltsin asumió el mando de las Fuerzas Armadas de la URSS. Los golpistas trataron de escapar, pero casi todos fueron arrestados y dos de ellos se suicidaron.

Lo que vino después es bien conocido. Cuatro meses después la URSS fue disuelta y Boris Yeltsin, ahora como héroe, fue elegido presidente de la nueva Rusia no comunista.

Si traigo esta historia rusa es porque, así como Yeltsin fue la figura fundamental que evitó el regreso de Rusia al comunismo neoestalinista, Micheletti fue el líder que al frente del pueblo hondureño impidió que el país cayese en manos del chavismo y el castrismo.

En el caso hundureño, Estados Unhidos, la comunidad internacional y la OEA en particular dieron lugar a una ironía insólita: en 1962 Cuba fue expulsada de la OEA por ser comunista, y en 2009 Honduras fue expulsada por no querer ser comunista.

La Casa Blanca, y prácticamente todos los gobiernos de la Tierra exigían que Mel Zelaya fuese reinstalado en el poder sin informarse primero de las razones por las que había sido legal y constitucionalmente destituido por el Parlamento, y a pesar de que la abrumadora mayoría de los hondureños apoyaba su defenestración por violar la Constitución para intentar perpetuarse en el cargo en cumplimiento del plan regional de Chávez y Fidel Castro.

De haber cedido Micheletti a la reinstalación de Zelaya se habría producido una flagrante intervención extranjera que habría hecho añicos “el principio de no intervención en los asuntos internos” de un país soberano, que todos las naciones de la región --sobre todo cuando son dirigidas por líderes populistas y nacionalistas--, han enarbolado siempre en América Latina.

Resulta asombroso el argumento utilizado por el socialista chileno José Miguel Inzulsa, secretario general de la OEA; el presidente tico Oscar Arias, mediador en el conflicto; el presidente Barack Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton, de que había que revertir el golpe de Estado en Honduras para evitar nuevos golpes “contra la democracia”, omitiendo el hecho de que nada hay más antidemocrático en las Américas que el castrismo y el chavismo que pretendía instaurar Zelaya en Honduras.

Desde el 28 de junio, cuando Zelaya fue sacado en payamas de su casa y llevado a la fuerza en un avión hacia Costa Rica –método incivilizado e inaceptable, pero que a la postre evitó que corriera mucha sangre en el país-- mientras era destituido de su cargo por violar la Constitución, hasta la fecha, las presiones mundiales, y de EEUU, que tuvo que enfrentar Micheletti posiblemente no la ha sufrido nunca ningún otro presidente latinoamericano.

Y todo porque ni Washington, ni las instituciones internacionales, ni los jefes de gobierno se hicieron la pregunta correcta: ¿quién gana y quién pierde si a los hondureños le imponen de nuevo a Zelaya?

Lo más sorprendente es que si bien se puede entender que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, dominados por fuerzas izquierdistas, veían con buenos ojos la “chavización” de Honduras, resulta inaceptable que esa posición haya sido apoyada por México, Colombia, Perú, República Dominicana, Canadá, y sobre todo respaldada por el dueto Obama-Clinton en representación de la superpotencia que se supone debe apoyar a la democracia y oponerse a la antidemocracia, sólo por creer que solidarizándose con la izquierda continental los militantes antinorteamericanos de América Latina –tocados por una varita mágica-- de pronto iba a amar al “imperio yanki” y dejarlo de combatir.

Sin embargo, esas fortísimas presiones sin precedentes, las sanciones económicas y diplomáticas, el aislamiento total, y las amenazas de Hugo Chávez contra el empobrecido país chocaron con un sorpresivo Boris Yeltsin latino que no cedió al “abusador” (por injusto) hostigamiento internacional para reinstalar en el poder al peón chavista.

Creo que no pocos deben estar arrepentidos de su comportamiento en la crisis hondureña, también en Europa, pues lo que queda como saldo final de ella no es edificante para la historia política y diplomática latinoamericana.

El corolario de este episodio fue enunciado por Micheletti hace unos días al anunciar su retiro de la oficina presidencial hondureña para facilitar la transición al nuevo presidente Lobo: "El mundo entero nos dejó solos durante siete meses, pero se elevó nuestra dignidad y nuestro amor a esta patria". Y agregó: "nadie en el mundo tiene el derecho de poner a este país de rodillas".

(Quiñones es periodista y escritor radicado en el sur de California. Entre 1996 y 2008 fue parte del equipo de editores del diario La Opinión de Los Angeles).


http://www.neoliberalismo.com/Micheletti-Yelsin.htm

Jose Garcia Dominguez, El Rafita

martes 26 de enero de 2010
Delincuencia
El Rafita
José García Domínguez
El pobre Rafita, a lo sumo, daría forma a un fracaso de la pedagogía moral comunitaria; en absoluto, a la muy personal e intransferible podredumbre de una soberana conciencia individual.

Parece ser que el ciudadano Rafael García Fernández, más conocido por el nombre artístico de El Rafita, ha vuelto a ser molestado por la Policía cuando en ejercicio de su libre albedrío procedía a apropiarse de un vehículo estacionado en la vía pública. Es sabido: se empieza secuestrando, violando y asesinando a una adolescente, y se puede acabar hurtando turismos sin conductor en La Latina.

Por lo demás, no recuerdo ahora si ha sido Rubalcaba o el propio Rafita quien, a raíz de la falta, ha dado en deponer, solemne, que "el sistema penal español es el más duro de Europa". Un rigor presunto, el reservado a los Rafitas por nuestra Ley, que, de existir más allá de la charlatanería al uso para consumo mediático, devendría inconstitucional. Tan inconstitucional, por cierto, como esa cadena perpetúa pero temporal, o temporal aunque perpetúa, que aún no me he aclarado, lanzada sobre el tapete electoral por el PP en las últimas horas.

Y es que, igual que la carta magna de la Albania comunista proclamó la inexistencia cierta de Dios, la española vigente proscribe de modo no menos hiperrealista la presencia del mal en el Universo. Repárese si no en la roussoniana literalidad de su artículo 25.2. Ese lacónico remedo de la autobiografía de Adán que reza: "Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados". ¿Quién dijo que fue Fraga, y no Foucault, el ponente constitucional de Alianza Popular?

El Rafita, pues, en ningún caso habría de ser castigado, ni antes ni mucho menos ahora. Al cabo, encarna a una víctima de la errada educación que se le proveyó en su día, otro fruto fatal de eso que no ha mucho procedía llamar "el sistema" con distendida naturalidad. Recuérdense las famosas "estructuras" y su interminable rosario de ineludibles imperativos sobre el humano proceder. Así, el pobre Rafita, a lo sumo, daría forma a un fracaso de la pedagogía moral comunitaria; en absoluto, a la muy personal e intransferible podredumbre de una soberana conciencia individual. Porque, al modo del mal, en verdad tampoco la voluntad existe, de creer a los sabios constituyentes. Roguemos indulgencia, entonces, al Rafita por los molestos incordios que entre todos hayamos podido causarle.
José García Domínguez es uno de los autores del blog Heterodoxias.net.

http://libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/el-rafita-52968/

Pio Moa, La historia extravagante de Nigel Townson

martes 26 de enero de 2010
Franquismo
La historia extravagante de Nigel Townson
Pío Moa
Es muy probable que ya en los años 40 España hubiese superado los índices económicos de 1935, como lo indican el aumento en la producción de electricidad, la fuerte baja en la mortalidad infantil o el aumento muy considerable del estudiantado.

Hace años expuse el hecho de que España había prosperado bajo el franquismo como en ninguna ocasión antes o después. Hecho evidentísimo, pero que me ganó insultos y expresiones de asombro: ¡cómo, si todo el mundo sabe que el franquismo fue una época de absoluta miseria! Una serie de historiadores y políticos gritones habían logrado hacer creer a mucha gente el dislate. Esto sí que es un páramo cultural.

Me pasan ahora un artículo del historiador inglés Nigel Townson, que, un poco en la línea de Preston, ha resumido en un artículo de El País la evolución política de España a partir de la visita de Eisenhower, en 1959. Al menos, el autor reconoce que España ingresó bajo el franquismo "en el Primer Mundo y en el exclusivo club de los países con una renta por habitante superior a los 2.000 dólares". Algo es algo. Pero el resto ya es otra cosa. Con soberbia anglosajona, el autor atribuye, por lo menos en medida muy grande, la evolución posterior de España a los efectos miríficos de la citada visita, del "visto bueno de Eisenhower". De ahí vino, sugiere él, la rectificación de la política autárquica, que superó "la miseria e injusticia social extremas del primer franquismo", así como el aislamiento internacional que siguió a la derrota de Alemania en 1945. Pues el régimen de Franco fue condenado por las Naciones Unidas y "el presidente estadounidense Harry Truman, baptista y masón, odiaba a Franco (...) y se negó a apoyarle".

La historia está muy mal contada. Franco mantuvo a España al margen de la guerra mundial, lo que fue una absoluta bendición para Inglaterra y para Usa. De otro modo, durante varios meses cruciales entre 1940 y 1941, Inglaterra pudo haber sido vencida, y en noviembre de 1942 el camino hacia la victoria aliada pudo haberse visto seriamente retrasado. Cuando se comparan estos hechos con las ayudas prestadas por Franco a los alemanes, estas últimas caen casi en lo anecdótico. Ciertamente Franco no obró así por simpatía a los anglosajones, a quienes no debía casi nada mientras que tenía una deuda con Alemania, aunque no deseaba un triunfo abrumador de ella, que la convirtiera en dueña absoluta de Europa. Obró exclusivamente en función de los que consideraba –muy acertadamente– los intereses españoles.

La deuda que entonces contrajeron Londres y Washington con Madrid (reconocida en parte por Churchill) fue absolutamente invalorable. Sin embargo, el pago consistió en un aislamiento y hostilidad que contribuyeron enormemente a lo que Townson llama "la miseria e injusticia social extremas" del primer franquismo. Esas actitudes no se debieron sólo a Truman o a Attlee, sino también a Stalin, algo que no debe olvidar un historiador. Ante la ruina de Europa en la posguerra, Franco buscó la cooperación con Londres, pero Churchill y Hoare le respondieron arrogantemente que se arreglarían muy bien sin España, que la alianza con la URSS no se rompería y que Inglaterra desempeñaría un papel decisivo en la posguerra. Franco, más realista, no creía que la alianza con Stalin durase, ni que Inglaterra fuese a desempeñar un gran papel, por lo que cambió la dirección de sus esfuerzos hacia Usa, chocando con Truman. Y acertó, desde luego. Se armó de paciencia, desafió la hostilidad exterior, y finalmente los occidentales tuvieron que reconsiderar su postura y aceptar la realidad. España entró en la ONU incluso con el voto favorable de la URSS. ¡Cuánto habían cambiado las cosas!

En cuanto a la miseria, conviene relativizarla mucho. Después de la guerra casi toda Europa estaba en la miseria, y en Inglaterra, como en España, el racionamiento sólo se suprimió ya entrados los años 50, a pesar de que la primera recibió un muy generoso Plan Marshall, mientras que España recibía aislamiento. Y aun con todos estos enormes obstáculos exteriores, además del interior y muy peligroso del maquis, es muy probable que ya en los años 40 España hubiese superado los índices económicos de 1935, como lo indican el aumento en la producción de electricidad, la fuerte baja en la mortalidad infantil, el aumento muy considerable del estudiantado medio y superior y otros muchos indicadores. Siempre se pone el año 1935 como comparación, pero lo justo es hablar de mediados de 1936, cuando el Frente Popular estaba hundiendo la economía en picado. Estas cosas no debe olvidarlas quien habla de estos asuntos.

Cree Townson que la visita de Eisenhower desató los cambios económicos y sociales que vinieron después, pero la verdad es que el espectacular desarrollo fue ante todo obra de los economistas del régimen, que eran del régimen, aunque algunos después se hayan inventado vidas de fantasía, deporte muy extendido hoy en España. Economistas salidos de la primera Facultad de Ciencias Políticas de España, obra del franquismo, y en quienes Franco depositó su confianza. Y los cambios sociales en ningún momento supusieron una amenaza para el régimen: éste y la sociedad se iban adaptando bastante bien el uno al otro, y dentro de la misma dictadura iban predominando los que la consideraban un remedio extraordinario a la crisis extraordinaria de los años 30, frente a quienes la creían un régimen indefinidamente estable, superador tanto del marxismo como del liberalismo. De ahí, precisamente, partió la transición.

Dice también Townson: "Doctrinas que chocaban directamente con el discurso de la dictadura fueron rápidamente asimiladas, sobre todo el marxismo, de gran difusión entre los estudiantes, trabajadores, clérigos progresistas, artistas e intelectuales". Yo viví aquella época y no recuerdo que el marxismo fuera ni tan rápidamente asimilado ni tan difundido como él cree, ni muchísimo menos. Esto ocurrió sobre todo después de muerto Franco, cuando hasta los intelectuales y políticos de derecha mostraban gran respeto (supersticioso) por el marxismo, aunque en España esta doctrina nunca pasó de tópicos de baratillo y de una admiración beata hacia la URSS, bien puesta de relieve en el caso Solzhenitsin, que he citado otras veces por lo revelador que fue.

Y conviene advertir, cosa que a Townson se le escapa, que el marxismo ha sido la doctrina totalitaria por excelencia en el siglo XX. Por cierto que otro rasgo de aquella oposición era una simpatía extrema por el terrorismo de la ETA, por Fidel Castro y por las experiencias populistas dictatoriales en medio mundo. Además, mucho mayor peso contra el régimen tuvo el despego de la Iglesia católica durante el pontificado de Pablo VI, dato al que el historiador no presta la menor atención. No se trataba sólo de "clérigos progresistas" (su ideal de progreso era alguna forma de totalitarismo).

Afirma nuestro historiador: "La oferta (cultural) oficial competía ferozmente con la marxista, la liberal y otras". Cuando yo era joven, la "oferta" cultural franquista apenas existía. La cultura era más espontánea y menos subvencionada y controlada que ahora mismo, parte considerable de ella influida por un típico marxismo bruto. Liberal, apenas existía. Ni los demócratas y liberales juzgaron oportuno molestar demasiado al franquismo ni a la inversa, actitud que explicaron muy bien Marañón y el propio Besteiro al terminar la guerra civil.

En fin, dejémoslo aquí. Haría bien el señor Townson en olvidar ciertos tópicos y cierta soberbia al tratar los asuntos que trata, algo más complejos de cómo él los presenta..

http://libertaddigital.com/opinion/pio-moa/la-historia-extravagante-de-nigel-townson-52966/

Hermann Tertsch, El sentido de la palabras

El sentido de las palabras

HERMANN TERTSCH

Martes , 26-01-10
POR fin, después de una larga travesía por el páramo de los eufemismos, las palabras hueras, los conceptos tontilocos, las mentiras descaradas y la baba semántica, nos topamos con un concepto muy claro, que no es otro que el pronunciado por fin por algunos españoles en alta voz como merece: «alta traición». Sería maravilloso que estas palabras tan fuertes fueran el comienzo del retorno a la utilización de la lengua, de la palabra, como ellas y nosotros merecemos. Nunca me cupo la menor duda de que era el término a utilizar para el escándalo del Bar Faisán de Irún, «alta traición». Cuando unos gobernantes tienen en guerra a miles de policías, guardias civiles y otros miembros de la seguridad del Estado, jugándose la vida contra los terroristas y se dedica a ayudar a éstos en contra de aquéllos, difícilmente hay otro término que utilizar. Cuando unos personajes que han jurado defender la Constitución se dedican, por conveniencia política o de cualquier otra índole, a colaborar con los enemigos de la misma, con sus enemigos armados y asesinos, con los que la sociedad española está en guerra desde hace cuarenta años, no cabe otro calificativo que el de traidores. Es bueno y saludable que volvamos a llamar a las cosas por su nombre. Porque nos ayudará a todos a entender que es posible una ofensiva contra la manipulación semántica, que siempre ha sido un instrumento clave en la lucha de quienes nos quieren hacer súbditos, arrebatarnos la individualidad y la ciudadanía e imponer su pensamiento único de la mentira amenazante.
Alta traición. Eso es lo que cometió en su día el coronel Alfred Redl, en principio brillante oficial del servicio de información del Ejército austrohúngaro, jefe del Estado Mayor del VIII Mando con sede en Praga. Trabajó para el enemigo hasta que, sabiéndose delatado, se pegó un tiro en Viena. En caso de no haberlo hecho, habría sufrido más. Primero, el oprobio y después, un fusilamiento. Tranquilos todos, que nos vamos conociendo. Nadie interprete esto como una llamada a utilizar los métodos expeditivos de antaño. Ni siquiera es una llamada al respeto a un cierto código de honor que los personajes implicados en el caso que nos ocupa probablemente no conozcan. Y de conocerlo les importaría un bledo. En realidad, lo que ha sucedido es que al código del honor o de la fe lo ha sustituido ese código implacable de la conveniencia. Tiene razón Jaime Mayor Oreja cuando dice que el caso Faisán sólo es una parte de la gran operación lanzada por los socialistas y nacionalistas para despojar de derechos y libertades a media España aliándose con la banda terrorista. Así empezó todo en el Tinell y en Perpignan. Y ahora estamos aquí, con la certeza de que altos mandos policiales y políticos traicionaron a sus subordinados, convencidos de que así tendrían un beneficio propio. Ayudaron a los asesinos de cientos de policías y guardias civiles, de trabajadores y empresarios, también de algún niño, para lucrarse en su carrera o promocionar su poder. ¿Verdad que dicho así suena bastante tremendo lo sucedido? Pues creo realmente que no hay otra forma de decirlo. Como dice el gran Santiago González, no tenemos versión más verosímil. El código de la conveniencia, que en este país nadie simboliza mejor que el juez Baltasar Garzón y su gemelo moral, que es el presidente del Gobierno, todo lo hace factible y explicable desde un escudo hipócrita de buena voluntad. Pero no desesperemos. Nuestro Fouché Rubalcaba va a tener dificultades en explicar toda la «normalidad» de las conversaciones entre sus protegidos en aquel momento en el que su Ministerio hizo un pacto, una alianza, con quienes mataban y matan a quienes están a sus órdenes. Suena fatal esto último. ¿Verdad? En eso radica muchas veces el sentido de las palabras.


http://www.abc.es/20100126/opinion-firmas/sentido-palabras-20100126.html