jueves, junio 28, 2007

Cervantes no, Islam si

29-VI-2007
Cervantes no, Islam sí
Esta gente de izquierdas, progresista y que tanto defiende a los pobres ha votado en contra de los niños más despiertos y que más se esfuercen puedan acudir, sea cual sea la capacidad del bolsillo de sus padres, a institutos donde se exija más y se enseñe

A la hora de analizar la reunión del Consejo Escolar del Estado hay que partir del hecho básico de que no tiene ninguna función ejecutiva y se limita a ser una tribuna donde estén representado lo que se ha dado en llamar la "comunidad educativa", que no es más que la progresía dominante en sindicatos y asociaciones de padres y alumnos. Por tanto, el interés que tenía el sarao en el que se ha aprobado un informe era doble: por un lado ver por dónde van los tiros en la secta pedagógica y, por otro, saber dónde se sitúan los representantes del Ministerio que, estos sí, pueden imponer sus decisiones en los colegios e institutos españoles.
Especialmente significativo resulta que el departamento de Cabrera se haya negado a responder a la pregunta del miembro del Consejo Álvaro Vermoet, que ha retransmitido la reunión desde dentro para Libertad Digital, ha planteado: ¿cómo es posible que objetar Educación para la ciudadanía impida acceder a un título académico, cuando se permite suspender otras asignaturas? Es más, el Consejo ha incorporado en el informe la propuesta de que se pueda suspender medio curso de Primero de Bachillerato y aún así pasar a Segundo. Sin embargo, la totalitaria ministra Cabrera propone que se pueda suspender todo y aprobar, siempre y cuando ese suspenso no sea en una asignatura creada para lavarle el cerebro a los niños en la ideología progre.
La secta pedagógica ha insistido en la fracasada vía del igualitarismo a ultranza, aquel que defiende la igualdad de resultados, no de oportunidades. Así, los niños con talento no podrán aprovechar sus habilidades para mejorar en la vida, a no ser que sus padres dispongan de dinero para enviarles a un colegio privado. Esta gente de izquierdas, progresista y que tanto defiende a los pobres ha votado en contra de los niños más despiertos y que más se esfuercen puedan acudir, sea cual sea la capacidad del bolsillo de sus padres, a institutos donde se exija más y se enseñe más a los estudiantes. Tampoco quieren que distintos institutos puedan especializarse en distintas vías de estudio que puedan desembocar en opciones distintas para los alumnos. No, claro que no. Que todos acaben siendo igual de zoquetes, excepto aquellos cuyos padres tienen dinero para pagar la escuela pública de los hijos de los vecinos y la privada de los propios, como suelen hacer los dirigentes del PSOE.
También se ha defendido en el Consejo, con el pleno apoyo de los representantes del Ministerio, la creciente balcanización del sistema de enseñanza. No sólo no han reconocido la legalidad de que varias comunidades autónomas puedan aunar criterios y enseñar lo mismo, sino que han reducido hasta la más mínima expresión los contenidos comunes a toda España. Así, si las autoridades regionales así lo deciden, nuestros hijos podrán terminar la secundaria sin haber estudiado a los visigodos o la Reconquista, sin conocer España en las clases de geografía, sin tener referencias del Lazarillo de Tormes o el Quijote... En cambio, sí se incluye como obligación la enseñanza del Islam. ¿Cómo sorprenderse? Es la consecuencia natural de la acción de un Gobierno cuya representante de Cultura menciona a Cervantes, el manco de Lepanto, preso en Argel, como ejemplo de la convivencia entre culturas.
Si hay algo que ha dejado claro la reunión del Consejo Escolar del Estado es que es un órgano que no sirve más que para la propaganda progre. El PP debería eliminar tanto éste como los demás consejos, que sólo sirven para que la izquierda se otorgue una representatividad en las escuelas que le niegan las urnas. Aunque, claro, sólo como un paso previo para acometer de verdad una revolución en el campo de la educación. Si parece que tanto liberales como conservadores y democristianos se han puesto de acuerdo en que el cheque escolar es la mejor opción para evitar que la secta pedagógica siga destruyendo la enseñanza, sería de agradecer que algunos políticos que parecen tener más amor a la burocracia que a las ideas que sustentan las siglas de su partido dejaran de poner pegas a que esa opción vaya en el programa electoral del PP en las próximas elecciones generales.

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