ZP perderá un millon de votos de los que cosechó el 14-M

RAJOY, MUY MOTIVADO

Zapatero perderá un millón de votos de los que cosechó el 14-M
Eloísa Sánchez Bolinaga

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Al acercarse el fin de la legislatura, todas las grandes apuestas del presidente del Gobierno, en asuntos internos y en política internacional, le han salido mal. Y el PP hace sus cálculos.

28 de junio de 2007. El presidente del PP, Mariano Rajoy, se ha vestido con el mono de trabajo, y lo que es más importante, se lo ha puesto a sus dirigentes, convencido de la necesidad de poner en marcha la maquinaria electoral popular y obligarla a que funcione al cien por cien para que el partido no se duerma en los laureles. Normal en el aspirante a ocupar el Palacio de La Moncloa y preocupante para el titular, José Luis Rodríguez Zapatero. Que después de más de tres años con todo a favor en el ejercicio del poder, incluida la situación económica, la euforia domine al principal partido de la Oposición, significa que Zapatero no ha progresado adecuadamente como gobernante. Algo que, por otra parte, viene cantado por los sondeos. Todas las encuestas certifican el llamado empate técnico, y algunas incluso una ventaja del Partido Popular en intención de voto. Según fuentes populares consultadas por Elsemanaldigital.com, "nuestro objetivo es mantener los casi diez millones de votos que logramos en las generales de 2004". Eso sí, las encuestas internas del PP vaticinan que Zapatero perderá más de un millón de votos de los electores que le apoyaron en 2004. Con esas cuentas entre las manos, "superaremos al PSOE". A estos efectos, los resultados del 27 de mayo funcionaron en todos los análisis como una macroencuesta -suma de votos en los más de 8.000 ayuntamientos españoles-, de la singular batalla por el poder entre Rajoy y Zapatero. Empezando por una constante del último cuarto de siglo: el partido ganador de unas municipales gana las próximas generales. Siguiendo esos datos arrojados por las urnas el mes pasado, Rajoy estaría en disposición de ser el próximo presidente del Gobierno. El partido está por jugarse, pero si la realidad confirma estas mediciones en los comicios de 2008 -o antes, si hay disolución anticipada de la Legislatura-, sería la primera vez en la historia de la moderna democracia española que el electorado no hubiera elegido a un jefe del Ejecutivo para una segunda Legislatura. Los estudios manejados en la sede de la calle Génova tienen a Mariano Rajoy "muy motivado" para protagonizar una intensiva bajada a la arena, según las mismas fuentes. Y lo cierto es que en el Partido Popular se alza de nuevo la voz para hablar del futuro. Sólo falta que ese convencimiento se traslade a nivel nacional, y ése es el objetivo de Rajoy. ¿Quinielas? Todos los dirigentes del Partido Popular las tienen, claro, pero de momento consideran que es mejor equivocarse en la intimidad.