miércoles, junio 27, 2007

Quintano, Los chulos de ZP

miercoles 27 de junio de 2007
Los chulos de ZP

POR IGNACIO RUIZ QUINTANO
LOS demás gobiernos occidentales se echan, orgullosos, un pulso. El nuestro, cuyo único sentido del orgullo -estridente, posmoderno- es el de la juerga gay, se ha echado un chulo, la Eta, que lleva boina y pistola al cinto, que le saca el dinero y que le dice a quién hay que joder, que siempre es a la derecha, pues el chulo que se ha echado el Gobierno de España practica la lucha de clases.
«Joder a la derecha»: he aquí el programa común, y único, de la izquierda española. Un «fascismo de la vulgaridad», por decirlo, más cultamente, con una expresión de Steiner, al que Rodríguez no ha leído, porque Rodríguez sólo ha leído -de hecho, él es su único lector- a Pettit, el filósofo lambiscón que ha inventado el «principio de no dominación» como elemento definitorio de la libertad. Desde el principio, y para no caer en la dominación, que sería de fascistas, Rodríguez, ebrio de Pettit, se dejó chulear por la Eta, que lo viene cuidando como la hormiga cuida al pulgón para deleitarse con sus secreciones azucaradas. (Mi naturalista sostiene que el pulgón exuda un líquido azucarado del que la hormiga es tan golosa que por conseguirlo y saborearlo descuida a veces hasta el cuidado de sus propias larvas y deja extinguir la comunidad. Al pulgón no le importa absolutamente nada que vayan a lamer sus exudaciones. Come, vive, reposa, es feliz...)
-¡Vaya imagen para un presidente!
La imagen, como la traición, es cuestión de fechas. Así, la prensa de progreso no disimula su regocijo al titular que la popularidad de Bush se hunde (y eso que Bush todavía no ha leído en el Capitolio una declaración del mulá Omar) hasta el veintiséis por ciento, cuidándose de ocultar que, en esas mismas encuestas, la popularidad de la mayoría demócrata en el Congreso, al mando de su admirada la excelsa y clueca Nancy Pelosi, está... en el catorce por ciento. Mas la prensa de progreso insiste: el único presidente que puntúa más bajo en los últimos treinta y cinco años es Nixon, que cayó por espiar en la sede electoral de la oposición. Pobre Nixon, tan cerca de Dios y tan lejos de Rubalcaba, el cráneo privilegiado.
-Tranquilo, Manolo, que los vamos a echar -dijo Rubalcaba a Pizarro cuando los escoltas del empresario descubrieron a los «anacletos» del ministro mirando por la cerradura.
El espectáculo es democráticamente sobrecogedor. López Garrido, especie de gitana de capotes del socialismo español, dice que, gracias al liderazgo de Rodríguez, ha salido adelante el noventa y nueve por ciento de la Constitución de Europa, esa prostituta vieja, podrida, intrigante y menesterosa, como la llamó, antes que Rumsfeld, el cabo corso. Este mismo López Garrido, eterno devorador de pulguitas de jamón en el palco del Bernabéu, se pone solemne para negar todo crédito a las revelaciones de los chulos etarras. Y si los chulos etarras carecen de crédito, ¿qué hacen los «parachoques» de Rodríguez negociando con ellos?
«Parachoques» es el nombre que en «Mau-mauando al parachoques» dio Tom Wolfe a los pringados cuyo trabajo consistía en recibir las tortas dirigidas contra el Número Uno. El término «mau-mauar» significaba: «El hombre blanco nos tiene un miedo vudú, porque en su interior sigue creyendo que somos salvajes, ¿no? Por tanto, vamos a hacerle un número de Salvajes.» Mau-mauando a Rodríguez. Para conseguir algo en el proceso de paz -para conseguirlo todo, qué leches-, no habrían de actuar como el borracho que tiene que cantar salmos en la misión antes de conseguir la comida; de hecho, cuanto más violentos sean, mejor. ¡Mau-mauancia! Una broma pesada del rojo de la calle a costa de las supersticiones del rojo de salón.
-¡Es que soy rojo! -fue el grito de Rodríguez en «Marie Claire».
Es que él es rojo. Por eso lo chulean en el Occidente y en el Oriente. Y por eso tiene a un descamisado por ministro de Defensa. Si un ministro de Defensa no se pone una americana para imponer las medallas a sus soldados muertos, ¿cómo iba a tener el detalle de poner un inhibidor en el carro de guerra en que los vuelan?

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