sábado, marzo 17, 2007

Tendencia a la desmilitarizacion

sabado 17 de marzo de 2007
Tendencia a la desmilitarización
EL Consejo de Ministros aprobó ayer dos proyectos de ley que marcan un antes y un después en la historia de la Guardia Civil. Se trata de las futuras leyes relativas a los derechos y deberes y al régimen disciplinario de los miembros del Instituto Armado. Las novedades son sustanciales. Por primera vez desde su fundación por el Duque de Ahumada en 1844, se reconoce formalmente el derecho de asociación y la participación en los asuntos profesionales a través del Consejo de la Guardia Civil, configurado como cauce de expresión de las diversas asociaciones que ya están funcionando de hecho. Por otra parte, se suprimen los arrestos por faltas disciplinarias y, en general, se elimina la aplicación del Código Penal Militar a los agentes cuando estén cumpliendo funciones de naturaleza policial. El régimen sancionador que se implanta está basado en la pérdida de retribuciones o en la suspensión de empleo, en términos análogos al establecido para el Cuerpo Nacional de Policía. No es casualidad que la remisión al Congreso de los Diputados de ambos textos legislativos se haya acelerado a partir del descontento corporativo expresado públicamente por más de tres mil agentes -muchos de ellos uniformados- en la Plaza Mayor de Madrid, el pasado mes de enero. La posterior apertura de un expediente a algunos organizadores del acto ha demostrado ser un simple formalismo. Así, uno de los afectados, el secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, se ha apresurado ya a felicitar al PSOE por su sensibilidad hacia las reivindicaciones del Cuerpo.
El programa electoral socialista no contemplaba la desmilitarización de la Guardia Civil, exigida por diversos sectores de la izquierda. Sin embargo, incorporaba ciertas propuestas en la línea de las que ahora se aprueban. Hay que preguntarse si estamos ante algo similar a una desmilitarización encubierta, porque también la unificación en la cúpula de la Benemérita y de la Policía actúa en el mismo sentido. Es muy llamativo el reconocimiento de las asociaciones, si bien ya estaban admitidas de hecho a partir de diversas sentencias. Pero lo más significativo es la reforma del régimen disciplinario, al eliminar las sanciones propias de la naturaleza militar de la Guardia Civil, puesto que en la práctica su labor ordinaria se desarrolla en tareas materialmente policiales. Ahora bien, entre tantos matices y sutilezas, la clave está en saber quién determina y en función de qué criterios si los agentes están desarrollando labores de tipo policial o militar. Esto último parece evidente, por ejemplo, cuando actúan en el extranjero en cumplimiento de misiones internacionales, pero en otros casos pueden plantearse situaciones de inseguridad jurídica. Si las funciones y el régimen de su actuación se asimilan a los Cuerpos policiales, está claro que a medio plazo podría darse el paso definitivo hacia la desmilitarización, por mucho que se niegue en los preámbulos de las leyes.
Lo cierto es que el Ejecutivo parece estar muy dispuesto a seguir el camino en una dirección errónea. La condición militar de la Guardia Civil no sólo es producto de una tradición histórica, sino también de una necesidad funcional. La propia Constitución -en el artículo 28- menciona la existencia de Institutos Armados y otros cuerpos sometidos a disciplina militar, precisamente en relación con el derecho a la sindicación. Pero la clave está en que ese sometimiento al régimen sancionador propio de las Fuerzas Armadas es elemento determinante de su naturaleza y es una condición que todo aspirante conoce y acepta al ingresar en la Guardia Civil. Bien está adaptar el régimen jurídico a las nuevas realidades sociales, pero no se debe alterar la sustancia de una institución que ha prestado servicios esenciales al interés público y a la vertebración territorial de España. Sería imprescindible durante el debate parlamentario un pronunciamiento expreso acerca del futuro del Instituto Armado sin equívocos ni ambigüedades.

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