La batalla oculta por el control de las Diputaciones
Pedro Vicente
29 de marzo de 2007. Nadie habla de ellas, pero están ahí, a la expectativa de lo que deparen las elecciones municipales del 27 de mayo. Apenas tienen protagonismo en la campaña electoral, pero juegan en ella un papel nada desdeñable. Pese a su pérdida de influencia en el Estado de las Autonomías, las Diputaciones provinciales siguen siendo un referente político fundamental en las comunidades autónomas de la España interior, donde el peso de la población rural sigue siendo muy notable. Su elección indirecta, en función del voto municipal de cada partido, las aleja de la confrontación directa. Hasta el punto de que en muchas provincias se desconocen de antemano los candidatos de cada formación política a presidirlas. Pero las planas mayores de cada partido las tienen muy presentes; saben que son parcelas de poder de especial importancia tras unas elecciones, las del 27-M, que tienen mucho de primarias.El Partido Popular es la fuerza política que gobierna mayor número de Diputaciones provinciales. En algunas comunidades autónomas su hegemonía en estas instituciones es absoluta. Es el caso de Castilla y León, donde los populares controlan las Diputaciones de las nueve provincias. Presumible vuelco en León Pero todo indica que no le va a resultar al PP mantener el actual mapa monocolor de las Diputaciones castellano-leonesas. Lo socialistas afrontan estas elecciones confiados en poder quebrar esa hegemonía tan absoluta. A priori, la provincia mas asequible para ellos es la de León, donde concurren una serie de circunstancias proclives al cambio político. La primera de ellas no es otra que el llamado "efecto Zapatero" derivado de la omnipresencia y trato preferente que el presidente del Gobierno viene dispensando a León. Coincide ello con la sucesión de conflictos internos provocados por la presidenta provincial del PP, Isabel Carrasco: el cisma y escisión registrados en El Bierzo y la disolución de las juntas locales de San Andrés del Rabanedo y Villaquilambre, dos importantes municipios del alfoz de la capital. La combinación de ambos factores convierten al secretario de la Federación Socialista Leonesa y alcalde de San Andrés, Miguel Martínez, en claro favorito para presidir la Diputación leonesa. Mucho más cuando la actual mayoría absoluta del PP se sustenta sobre un solo escaño de diferencia. Valladolid y Palencia, en disputa No es la de León la única Diputación que podría cambiar de manos el 27 de mayo. Los socialistas también mantienen aspiraciones sobre las de Valladolid y Palencia, en la actualidad gobernadas igualmente con mayoría raspada del PP. En Valladolid, la batalla por la Alcaldía de la capital resulta casi determinante para la suerte de la Diputación. Un vuelco en el Ayuntamiento comportaría casi con toda seguridad el cambio en la institución provincial; de forma que puede decirse que el actual alcalde, Javier León de la Riva, y la candidata socialista, Soraya Rodríguez, se juegan en el envite algo mas que la Alcaldía. Por el contrario, en Palencia, la clave no se sitúa en la capital, sino curiosamente en el más pequeño de los partidos judiciales, Astudillo, donde se elige un solo representante en la corporación provincial. PP y PSOE consideran que este único diputado por Astudillo decanta el signo político de la Diputación palentina. Tampoco renuncian los socialistas a un posible vuelco en la Diputación de Segovia, aunque en este caso las posibilidades de cambio son bastante mas reducidas, toda vez que en esta provincia el PP dispone de un margen de dos escaños. Salvo auténtico cataclismo, en las Diputaciones de Burgos, Salamanca, Zamora, Ávila y Soria la mayoría del PP no corre ningún peligro.
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