miercoles 28 de marzo de 2007
El futuro de Endesa
EL largo y enrevesado proceso para intentar controlar Endesa se ha convertido en un monumental enredo que amenaza con complicar el futuro de la propia empresa, con el peligro evidente de que, tras el actual fuego cruzado y las anunciadas alianzas, sin claros vencedores, se produzca el troceamiento de la eléctrica con la consiguiente pérdida de su valor, más allá de la coyuntural revalorización actual de sus acciones. Se trata de un final al que ya conducía el disparate de las formas empleadas en este proceso, como la evidente mano del Gobierno de Rodríguez Zapatero, presente en esta opa desde el principio -cuando alentó la entrada de Gas Natural en Endesa- hasta el final, con la «llamada» a la pública italiana Enel, todo un alarde de intromisión, intervencionismo y reglas de juego desiguales que han obligado a la Comisión Europea a llevar a España ante el Tribunal de la UE.
Tampoco han sido muy afortunadas algunas controvertidas decisiones de la CNMV, la CNE y el Tribunal de Defensa de la Competencia, organismos reguladores encargados del correcto funcionamiento del mercado. El escenario actual requiere que la CNMV mantenga unas reglas claras e iguales para que no se empeore aún más la creciente imagen negativa de España como economía abierta, moderna y competitiva. Al final, todo este cúmulo de despropósitos redunda en perjuicio de la mayor empresa eléctrica española, objeto ahora de disputa entre la alemana E.On y las coaligadas Acciona y la italiana Enel, sociedad con mayoría de capital público, que han pactado el futuro control de Endesa y ofrecen un mínimo de 41 euros por acción frente a la opa de la alemana, que ha subido la oferta en dos ocasiones hasta los actuales 40 euros por título, casi el doble que lo ofertado en su día por Gas Natural.
En esta anómala situación, la CNMV ha reiterado que Acciona y Enel, poseedoras ya del 21 y del 24,9 por ciento de Endesa, respectivamente, han de esperar seis meses desde el ampliado plazo de la de E.On, que finaliza el próximo martes, para poder lanzar su opa por la totalidad del capital de Endesa y evitar interferencias en la única oferta actual. Por su parte, E.On ha recurrido a los tribunales en un nuevo episodio de este largo proceso, judicializado en exceso. Endesa se ha convertido así en toda una prueba de fuego y en un ensayo para la futura reorganización de las empresas energéticas europeas, un sector estratégico, especialmente para aquellos países, como España, con una altísima dependencia energética exterior. Una reordenación que ha desatado en torno a Endesa una batalla en la que los grandes perjudicados pueden ser la propia compañía y sus accionistas si no se garantiza el valor futuro de la compañía.
miércoles, marzo 28, 2007
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