jueves 29 de marzo de 2007
De mal en peor
La actitud que tanto la portavoz del Gobierno como el del Partido Nacionalista Vasco han adoptado respecto de quien el pasado lunes agredió a un miembro del Foro Ermua en la concentración ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se asemeja al comportamiento que a veces adoptan las directivas de los clubes de fútbol hacia los desmanes de sus respectivas hinchadas. Primero, se niegan o cuestionan los hechos; luego, ante la evidencia, se minusvalora su importancia o se encubre a sus autores; y, finalmente, cuando no queda otro remedio, se exculpan las conductas con apelaciones al 'impecable historial' del club. Resulta así que la responsabilidad del desmán, en vez de quedar limitada a quien lo cometió, contamina también a quien, por intereses sectarios, lo ampara o disculpa.Todo comportamiento puede apelar a un motivo anterior para justificarse. Pues bien, puestos a buscar motivos para lo que el lunes ocurrió, no está fuera de lugar apuntar a la agresiva actitud que el propio lehendakari adoptó, tras su primera comparecencia ante el Tribunal, respecto al Foro Ermua. Ibarretxe tenía todo el derecho, en tanto que imputado, a negarse a contestar las preguntas que el abogado de la asociación le formuló ante el juez. Pero no podía, en tanto que lehendakari, dar cuenta de su negativa alegando que el «Foro Ermua sólo crea crispación y odio». También de aquellos polvos vienen estos lodos. Porque resulta muy difícil reprochar la conducta de un hincha cuando uno mismo no es ajeno al clima que la ha propiciado. Muy mal, por tanto, obró el agresor. Pero es igualmente reprobable la actitud de comprensión o silencio de quienes deberían ser ejemplares en la persecución de cualquier tipo de violencia.
jueves, marzo 29, 2007
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