miercoles 28 de marzo de 2007
Los muertos útiles
MANUEL ALCÁNTARA
No hay nada tan cordial como una reunión de antiguos enemigos. Se abrazan como si no se hubiesen visto desde hace mucho tiempo, a pesar de verse todos los días aunque no se pudieran ver, y compiten en sonrisas y en ese deporte favorito de los políticos de palmearse las espaldas. El reverendo Ian Paisley (DUP) y Gerry Adams (Sinn Fein) han pactado compartir el Gobierno de Ulster, tras la prórroga del largo partido solicitada por los unionistas. Gerry Adams es el que más ha sonreído durante el pacto. Por su parte, el reverendo anglicano, al que siempre hemos visto en las fotografías con la boca abierta, ya que lleva cuarenta años hablando sin parar, está bastante serio. Se valorará mucho esta imagen insólita. Hasta ahora, no todos sus oyentes tenían una idea clara de las ideas expuestas, pero todos conocían a la perfección sus amígdalas. «¿Qué no habremos hecho por esta patria? -se preguntó un poeta-. Algunos de nosotros hemos muerto. Otros hemos pronunciado discursos».Más de 3.000 muertos, sin contar mutilados, quedan a las anchas espaldas de los reunidos en Belfast. Una plusmarca si se tiene en cuenta que el escenario del sangriento litigio sólo tiene 1.700.000 habitantes. ¿Cuántas manifestaciones, cuántas huelgas generales y cuántos atentados han sido precisos para que se sentaran a la mesa los líderes? Podían haber empezado por ahí, pero en otra época pensaron que más vale nunca que tarde. No debiéramos desaprovechar su ejemplo, pero ni siquiera los condenados a la guillotina escarmientan en cabeza propia. Un equilibrio entre opuestos, por precario que sea, es siempre preferible a una guerra. Sólo perjudica a los escultores, que tienen menos encargos para erigir monumentos, y a los oradores, que tienen menos ocasión de pronunciar emotivos discursos.
miércoles, marzo 28, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario