jueves 29 de marzo de 2007
Agresión a Aguirre
La justicia del PNV
Juan Carlos Girauta
Usted verá lo que hace con el galardón, señora Manjón, pero que esa gente te conceda un "Premio de Justicia" es más bien un insulto.
Pilar Manjón no se merece esto. Si interpreta rectamente el galardón que acaba de concederle el Gobierno vasco, esta víctima del terrorismo debería devolverlo. Trátase del "Premio de Justicia Manuel de Irujo", que reconoce a quienes "dan testimonio en defensa de la Justicia". Manuel de Irujo, ministro de Largo Caballero, no viene al caso. La cuestión es: ¿qué se está premiando en su nombre? O lo que es lo mismo: ¿qué entiende por "justicia" el Ejecutivo que preside Ibarretxe y portavocea Miren Azkarate?
Veamos lo que entiende. Cuando un juez cita como testigo a la señora Azkarate, la portavoz gubernamental califica su citación de "desvergüenza" y advierte que las actuaciones judiciales "no pueden salir gratis". ¿A quién?
La visión que tienen los nacionalistas de la división de poderes, del sometimiento de todos –gobiernos incluidos– a ley, de la obligación de todos –gobiernos incluidos– a colaborar con la justicia, de la independencia de los jueces y de la tutela judicial efectiva para todos los ciudadanos, queda gráfica y dolorosamente reflejada en la patada en los genitales que un consejero municipal del PNV le propina a las puertas de un tribunal al miembro del Foro de Ermua Antonio Aguirre, representante de la parte querellante.
La visión de los nacionalistas también incluye un cierto concepto de la policía autonómica: es una policía de partido. De otro modo, es inexplicable que habiendo sido retenido el cafre pateador en flagrante delito por los guardaespaldas de los querellantes, los agentes policiales del PNV, digo de la Ertzainza, lo dejaran marchar sin tomarle siquiera la filiación.
No sólo los querellantes han sido amenazados, primero, y físicamente atacados, después. También el poder judicial se siente intimidado por los hooligans de Ibarretxe y por la impunidad de sus fuerzas de choque, como se desprende de las declaraciones de José Luis Requero, vocal del Consejo General del Poder Judicial, a quien la manifestación misma a las puertas del tribunal le parece un acto de fuerza y un intento de amedrentar a la sala.
Se trata, estrictamente, de violencia peneuvista; si el sustantivo es indiscutible a la vista del vídeo, el adjetivo no es menos preciso. Y seguirá siendo violencia peneuvista hasta que el PNV condene los hechos, cese en su cargo público al agresor, lo expulse del partido e inste acciones judiciales contra él. Pero nada de eso ha hecho el partido aranista, sino todo lo contrario.
Para el Gobierno vasco, los manifestantes pro Ibarretxe se comportaron "cívicamente". Para el Gobierno vasco, los siete miembros del Foro de Ermua –acorralados, insultados, amenazados, agredidos y vejados– incurrieron en un "delito de contramanifestación". O sea, que la portavoz Azkarate, además de ensanchar a su antojo el Código Penal (generalmente lo estrechan), culpa a la víctima. En eso son expertos. Usted verá lo que hace con el galardón, señora Manjón, pero que esa gente te conceda un "Premio de Justicia" es más bien un insulto.
jueves, marzo 29, 2007
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