miércoles, marzo 28, 2007

Luis Pousa, Una copia de la vulgaridad

miercoles 28 de marzo de 2007
LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO
Una copia de la vulgaridad
Con la Anchoa jalonada de adosados, Fisterra nubla y emborrona una de sus más singulares perspectivas de acceso a la villa; el original desaparece, y, en su lugar, surge una fotocopia más de la vulgaridad ostentosa que salpica a otros puntos geográficos de la península Ibérica.
Aquella metáfora pescadora, antes icono inconfundible de un paisaje singular y del humor ingenioso del fisterrano para denominar una recta que se percibía como un boquerón curado extraído de una lata de conservas, se la han comido unos promotores inmobiliarios, con permiso de unos gobernantes locales insensibles al buen gusto, en medio de rebanadas de ladrillo y cemento.
¿Era necesario sacrificar uno de los signos de identidad de una cultura autóctona local para atraer a esos visitantes de week end y tres semanas en verano, que son consumo para treinta días, gasto comunal socialmente repartido para el resto del año y una soledad antes que natural y vivificadora, mortalmente ocupada por la frialdad fantasmal de lo deshabitado?
¿Qué riqueza real es razonablemente previsible más allá de las conjeturas que levanten esos consumidores de espacio urbanizado hortera, que se dedican a dinamitar el tiempo viniendo y yendo a grandes zancadas entre Madrid y Costa da Morte, sin mirar nunca dónde pisan?
Los que tienen la obligación de responder a éstas y otras preguntas no sueltan prenda o lo hacen por la tangente y con otras preguntas cruzadas entre los dientes: ¿Ah, o sea que lo que usted quiere es que sigamos en la miseria; que no progresemos; que no creemos puestos de trabajo, y la gente siga emigrando a Canarias; que no explotemos el turismo y no compitamos con otras regiones? ¡Ay, amigo, el desarrollo siempre tiene un precio, y del paisaje, como del aire, no se come!
Empecemos por el final. El paisaje y el aire son dos factores de primera magnitud para garantizar calidad de vida, y van ganando protagonismo en la cadena de valor de una buena oferta turística y/o de ocio. En ese mismo sentido, las demandas más exigentes contemplan el paisaje, el aire, el agua, el patrimonio cultural, la placidez de la naturaleza, una cocina sabrosa, unos servicios esmerados, etc. Así lo recogen los datos estadísticos que existen sobre los cambios que se están operando en las preferencias de los turistas y las maneras de disfrutar el ocio.
Ya que no por días de sol y playa, Costa da Morte puede, en cambio, competir en esas nuevas tendencias y, por ahí, debería enfocar su oferta y esmerarse en hacerlo bien. Lo otro no es la solución al paro y al subdesarrollo; más allá del cemento y del ladrillo hay soluciones racionales, congraciadas con la noción misma de cordura. Y en esa línea deben trabajar las distintas administraciones para que no se produzcan aberraciones como la cometida en la Anchoa, antitéticas con la lógica de los valores por los que Fisterra es considerada patrimonio cultural europeo.
El paisaje se formaliza sobre un sistema territorial, es la visión de una forma geográfica y ella misma, pero no es el territorio, sino una categoría superior. "La condición cultural del paisaje es su misma sustancia, lo que permite su asimilación al trasfondo, lo que da lugar a que pueda residir en él la identificación de un pueblo", que diría Martínez de Pisón. Quizá, una simple Anchoa

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