Hemos pasado de la patada en la puerta a la patada en los huevos

Hemos pasado de la patada en la puerta a la patada en los huevos
Ely del Valle
LA VIÑETA DE ENIO
Un mosqueo de mil pares.

Pues sí señor; así se solucionan las cosas. Nada de zarandajas y gastar saliva: si el de al lado no está de acuerdo conmigo se le pega una coz en los cataplines y a otra cosa, mariposa.

28 de marzo de 2007. José Antonio Aguirre, ex presidente del PSE de Lejona y miembro del Foro de Ermua, ha probado en su propia entrepierna la fórmula de la tolerancia a la que se han adscrito ciertos energúmenos que de un tiempo a esta parte se sienten amparados por el viejo adagio de "el que no está conmigo, está contra mí".Me imagino al propio de la pierna floja llegando a casa a la hora de comer y comentando la jugada a la familia: - ¿Qué, cariño, mucho lío en la puerta de la Audiencia?- ¡Bah!, unos cuantos fachas del Foro de Ermua, que se creen que pueden ir por el mundo atacando a los demócratas.- No me digas que han agredido a alguien...- Peor que eso, chata: se han puesto a gritar en contra de las reuniones del lendakari con Otegi impidiendo que se escucharan con nitidez nuestros gritos a favor. ¡Un auténtico ataque orquestado a la libertad de expresión!- Y tú ¿qué has hecho?- Lo que cualquier demócrata que está a favor de buscar una solución dialogada para alcanzar la paz en Euskal Herria: arrearle una patada en los huevos. Oye, mano de santo...- Si es que no hay manera de meter en cintura a estos... ¿Y la Ertzaintza?- Nada. Les he contado que estaba practicando una espatadantza en honor a Ibarretxe y que la culpa ha sido del otro por ponerse delante, y me han mandado para casa con una palmadita en la espalda.Pura serenidad y mesura, oigan. Lo del diálogo está muy bien siempre y cuando se practique en las altas instancias y entre los nuestros. Al resto, ni agua. Como mucho un par de leches y santas pascuas. No sé lo que pensará la mayoría de mis paisanos, y probablemente nunca lleguemos a saberlo porque la libertad de criticar a todo lo que no huela a la parte de la península que pretende seguir llamándose España, sigue estando socialmente mal visto y no son más que ganas de meterse en camisa de once varas, pero estoy segura de que la mayoría de la sociedad vasca se siente hoy avergonzada del espectáculo, aunque sean muy pocos los que se atrevan a decirlo en voz alta. Para eso hay que tener muchos huevos; más o menos los que demuestran tener quienes se niegan a callarse ante el despotismo de quien no tiene ningún reparo en acosarles al grito de "a ver si os ponen una bomba". Los miembros del Foro de Ermua han demostrado que a ellos no se los ponen de corbata a base de amenazas. Por eso, el botarate de turno ha tenido que utilizar la chiruca, que es más explícita.Y lo más triste de todo es que encima habrá que dar gracias a Dios de que los genitales escalfados hayan sido los de Aguirre y no los de algún miembro del club de fans de Batasuna, porque ahí si que se hubiera montado un pollo de aúpa...