jueves, marzo 08, 2007

Felix Romero, Capitan America, aprendiendo a morir

jueves 8 de marzo de 2007
Capitán América, aprendiendo a morir

AP Imagen cedida por Marvel de la muerte del Capitán América
POR FÉLIX ROMEO
El Capitán América lleva mucho tiempo aprendiendo a morir. Después de terminada la 2ª Guerra Mundial, para la que había sido creado, cayó al mar y quedó congelado en un bloque de hielo, adorado como un dios. De esa casi muerte le rescató Namor.
Años más tarde, tras sufrir desencantos brutales con la realidad (y no fue la menor descubrir que el presidente de EE. UU. era líder de una conspiración antipatriótica) y después de sufrir un gran deterioro físico ante la desaparición del suero mágico que le otorga sus superpoderes, el Capitán América tuvo un ataque al corazón. Y, más recientemente, volvió a tener una muerte aparente, junto a los Vengadores, que sólo era un confinamiento en un universo portátil.
En la anunciada nueva muerte (abatido por los disparos de un francotirador) de Steve Rogers, nombre en la vida civil del Capitán América, momentáneamente definitiva, no ha servido de nada su escudo protector que, adaptándose a los tiempos y a la tecnología, le ha sido siempre tan valioso en los enfrentamientos con sus archienemigos.
Creado para Marvel por Joe Simon y Jack Kirby, clásico de la industria superheroica con Stan Lee, el Capitán América es un personaje de carne y hueso que sufre como humano y no como el extraterrestre Superman de DC. Así que puede morir (o casi) congelado y también al recibir el impacto de las balas puede morir, o quizá sólo durante un rato, porque el editor Joe Quesada afirma que el regreso del castigador de los nazis no es imposible.

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