jueves, marzo 08, 2007

Irene Lozano, España segun Coll

jueves 8 de marzo de 2007
España según Coll
POR IRENE LOZANO
AUNQUE pueda parecer lo contrario a quienes atienden las arengas guerracivilistas radiadas, en España conviven sin problemas dos tipos que el genio surrealista de Coll consagró hace más de treinta años en su Diccionario: los caspitalistas, «gente acaudalada que invierte su fortuna en que se le cure la caspa», y los anorquistas, «los que hacen con su culo lo que quieren sin dar explicaciones a nadie».
Abundan, como entonces, los atletras que ejercitan la «fuerza de voluntad para pagar los plazos», aunque ya no de los electrodomésticos, sino de la hipoteca. Y es previsible que hayan de multiplicarse en los próximos años los cementéreos, esos lugares «donde son enterrados los fabricantes de cemento». Convertidos los ciudadanos en una suerte de barrenderos que actuamos cada cuatro años, es lógico que la política nos suma en un profundo abarrimiento, ese «cansancio, fatiga o molestia que siente el encargado del servicio de limpieza». Ahora se acercan las elecciones en que habremos de elegir alcaldos, o sea, «presidentes del líquido en que se cuece una vianda», y dudamos de que nuestra criba erradique el sabor a podrido del guiso urbanístico. Por eso no podemos sino bacilar, es decir, «no saber con qué bacilo quedarnos». Porque nos dicen muchas cosas abiertamiente, «mintiendo con franqueza»; cuando no tratan de alimentirnos, es decir, de cebarnos «con embustes y falacias» o atormentirnos, que es lo mismo pero con dolor. Y cuando uno se dirige a la administración para que le resuelva los problemas, maldita la risa que le da la burogracia. No hay nada que cerebrar, no hay «ideas del intelecto que festejar», porque pocos quieren poner cordura en la vida pública, y en la sociedad del espectáculo los medios prefieren el papel de distraidor: «Dícese del que comete delito contra la fidelidad debida, al tiempo que divierte al engañado». España según Coll. Descanse en paz, él que puede.

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