lunes, marzo 19, 2007

GEES, Alta traicion

lunes 19 de marzo de 2007
Navarra
Alta traición
GEES

Y aunque sea duro decirlo –más injusto sería negarlo–, al negociar con Batasuna la disolución de Navarra como Comunidad Foral, Zapatero está cometiendo alta traición contra unos derechos que él mismo juró defender ante la mismísima Corona.

Como enseñan los libros de historia, tras la integración de Navarra bajo la Corona española, el "Viejo reyno" conservó intacto su Fuero. Cada vez que un rey de España ascendía al trono, juraba también respetar los fueros navarros, la integridad jurídica e institucional de Navarra. Hoy, en un régimen democrático y plural, el Amejoramiento del Fuero es la reedición constitucional de los viejos fueros navarros, y por él se lanzaron a la calle cien mil navarros el sábado.
Lo cierto es que, contra lo que afirma el Gobierno, el Partido Socialista de Euskadi y Batasuna han puesto Navarra sobre la mesa, y no lo decimos nosotros, sino el diario El País. Era antes de que la izquierda entrara en pánico ante la posibilidad de que Navarra frene en seco a Zapatero y las aspiraciones de ETA, claro. Hace cuatro meses, el diario de Prisa informaba de las últimas reuniones del PSE con Batasuna. Y titulaba alegremente y sin disimulo; "Estos debates han abordado, muy recientemente, las relaciones entre Navarra y Euskadi" (19 de noviembre de 2006), para lo que el PSE proponía un órgano común simbólico tras desalojar a UPN de Navarra. Entonces, con el discurso de la paz en apogeo, al PSOE y a El País no les importaba decir que se negociaba Navarra. Hoy, tras la mayor manifestación de la historia de Navarra, la cosa es distinta, y toca disimular, tirar balones fuera y acusar de sembrar miedo.
De la Vega, Zapatero y Puras repiten que Navarra será lo que quieran los navarros; menuda casualidad, lo hacen junto con Imaz y Otegi, dos personajes que llevan decenios esperando para meter las manos en el antiguo reino, y que hoy se las frotan preparados para el festín. Todos –socialistas, nacionalistas y nacionalsocialistas–, hacen el mismo análisis; hoy Navarra no es anexionable, y de lo que se trata es de empezar el camino de aculturación y desestructuración, que desembocará, más adelante, en la anexión institucional definitiva. De eso llevan hablando meses.
Zapatero, De la Vega, Imaz y el diario El País no mienten cuando niegan que Navarra vaya a ser anexionada hoy; pero engañan cínicamente cuando ocultan que existe un trato para iniciar y dejar libre el camino de la anexión y de la desaparición de Navarra como entidad soberana dentro de la unidad de la nación española.
Lo que Zapatero ignora y lo que pone de los nervios a los nacionalistas vascos es que Navarra se incorporó a Castilla de igual a igual, y que los reyes españoles siempre juraron defender la integridad y la libertad navarra encarnada en sus fueros; ni siquiera Franco se atrevió a contrariar una historia milenaria. Ya en democracia, la lealtad entre los gobiernos de Navarra y los gobiernos de González y Aznar fue absoluta, por encima de rivalidades electorales. Y ello por la conciencia de que corresponde al Gobierno de la nación velar por la integridad y la libertad de Navarra, expresada en el Amejoramiento del Fuero y la Constitución Española.
En abril de 2004, Zapatero juró la Constitución Española, y con ella la Disposición Adicional Primera, relativa al respeto del régimen foral. Y aunque sea duro decirlo –más injusto sería negarlo–, al negociar con Batasuna la disolución de Navarra como Comunidad Foral, Zapatero está cometiendo alta traición contra unos derechos que él mismo juró defender ante la mismísima Corona. Entonces, Zapatero juró hacer cumplir la Constitución, y con ella el régimen foral navarro. Hoy está haciendo lo contrario. La manifestación del sábado muestra, a unos y a otros, que Navarra no está tan adormilada como para iniciar el asalto que Zapatero, Nafarroa Bai (que esconde a PNV y EA) y Batasuna esperaban en primavera. En defensa de sus instituciones milenarias se lanzaron a la calle cien mil personas, más de las que votaron en 2004 por opciones nacionalistas. Son aquellas personas cuyo fuero juró Zapatero defender, y que le recordaron que la traición es una de las mayores indignidades de cualquier gobernante. Y son también aquellas personas, socialistas y no socialistas, que le exigen ahora que respete su juramento.GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

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