sábado, enero 27, 2007

Xavier Navaza, Touriño vs. Quintana, el pugilato

sabado 27 de enero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
Touriño vs. Quintana, el pugilato
Pierde el tiempo Alberto Núñez Feijóo intentando que se reabra el ring de la reforma estatutaria. Ése es un combate que -aunque aún falte el último round en la Casona del Hórreo- definitivamente se pospone para mejores tiempos, tal vez para después de las próximas elecciones autonómicas si, como esperan nacionalistas y socialistas, el PPdeG se da entonces el gran batacazo y don Alberto muda su residencia a Madrid. Ya ven, a veces también la política se hace con los materiales que moldean los sueños.
Lo que ahora toca, después de intentar "la cuadratura del círculo" -en palabras de Emilio Pérez Touriño- es la guerra de las competencias: todo un programa bélico para ver quién se lleva el gato al agua -si don Emilio o Anxo Quintana- a la hora de arrebatarle dinero y contenidos al Gobierno central. El gong lo ha dado el Gobierno catalán, anunciando el inicio del despliegue de los contenidos del nou Estatut con la inminente creación de la Agencia Tributaria de Catalunya. Llevará su tiempo, pero hay una enorme bolsa en juego y eso mueve pasiones.
El pugilato entre don Emilio y el joven Quin no será espectacular, no puede serlo: será un combate sordo, sin estridencias, porque ninguno de los dos puede besar la lona sin que se resienta el Gobierno bipartito. El resultado, pues, se dirimirá a los puntos y el KO, de entrada, está terminantemente vetado.
En los ámbitos de San Caetano que ocupan los nacionalistas se habla, estos días, que la negociación del traspaso de nuevas competencias corresponde al vicepresidente Quintana, quien para eso representa a Galicia ante la Comisión Mixta que se encarga de ese enjundioso asunto. Pero menudo es el presidente Touriño para dejar en manos de sus socios los laureles de un proceso que está destinado -a falta de nuevo Estatuto- a llenar de contenidos el autogobierno de la nación inconclusa.
Es todo un mundo: socialistas y nacionalistas hablan de al menos setenta competencias de distinta envergadura, pero la Constitución española tiene en su interior (artículo 50, 2) un auténtico artesanal de motivos que, siendo hoy de competencia exclusiva del Gobierno central, pueden ser transferidos a las comunidades autónomas. De eso es de lo que hablaban Xosé Manuel Beiras y Manuel Fraga cuando, recuerden, un día -breve y fugaz como el suspiro de un gorrión desnudo- se dieron la mano bajo la araña del hemiciclo en Compostela.
Los nacionalistas, por definición, están obligados a sacar el mayor partido posible en una materia que subyace en el concepto de soberanía. Y créanle si alguien les dice que, estos días, los lanzarotes de la gran coalición celebran reuniones semiclandestinas en los pasillos del poder para establecer el calendario de los próximos meses. Pero los socialistas, que para eso tienen a su Gobierno amigo en Madrid, no deben ni pueden cederle esa prerrogativa al Benegá, por mucho que así lo decidiesen ambos cuando hicieron el reparto y a Quintana le tocó ejercer como embajador plenipotenciario y conseguidor mayor del antiguo reino de Galicia ante el Imperio.
"PICO DE ORO" JORQUERA
El perro del Hortelano
El senador y portavoz de la Ejecutiva del Benegá, Francisco Jorquera, ha recurrido a los clásicos de la literatura española para criticar al Gobierno central y, de modo directo, a su presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Según Jorquera, hablando de la cuota láctea y de los proyectos que Barreras ha pergeñado para instalar sus astilleros en Ferrolterra, el Gabinete de ZP "actúa como el perro del hortelano, ni hace ni deja hacer". Así que el nacionalista le exige a Emilio Pérez Touriño que ejerza su liderazgo y ordene a los diputados gallegos del PSOE en Madrid "que apoyen las iniciativas del BNG en el Congreso". Estas cosas caldean el pugilato .

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