30-I-2007
"Unidad" con los separatistas, a prueba de bomba
EDITORIAL
Aunque complejos suicidas insistan en reducir la infamia del gobierno al plano del error, los únicos "errores" que Zapatero ha dado muestras de querer corregir son los que le han reprochado sus inflamables, criminales y chantajistas compañeros de viaje
No por lógico resulta menos lamentable el rechazo de los separatistas a una legislación que, como la ley de partidos, ilegalizó el entramado político de una organización terrorista con la que comparten objetivos, o que el lehendakari decidiera saltársela a la torera con sus entrevistas con los ilegalizados batasunos y haya acabado como imputado como "colaborador necesario" del delito de desobediencia. Tampoco que los nacionalistas se hayan manifestado bajo un lema como el de "En defensa de nuestras instituciones", que excluye al lehendakari del sometimiento al imperio de la ley o al Tribunal Superior de Justicia Vasco de las instituciones.
El PP se lamenta que el Gobierno de Zapatero no denuncie el acoso que los nacionalistas están sometiendo a nuestro Estado de Derecho pero, ¿acaso sería lógico que los socialistas lo denunciaran cuando ellos hacen lo propio, empezando por sus encuentros, públicos y clandestinos con Batasuna y la propia ETA, antes y después del "alto el fuego", después, incluso, de Barajas?
Aunque el PP sólo se atreva a simular perplejidad, aunque suicidas complejos insistan en reducir la infamia del Gobierno al plano del error, y aunque hasta Acebes considere que "lo más grave es que no se sepa aún qué pretende hacer el Gobierno de ahora en adelante y cuál es la política que va a seguir", lo cierto es que los únicos "errores" que Zapatero ha dado muestras de querer corregir son los que le han reprochado sus inflamables, criminales y chantajistas compañeros de viaje, incluida su optimista creencia de que ya tenía pagado su billete para llegar en paz a las elecciones generales.
Cuando no ha pasado ni un mes de la criminal advertencia de ETA, Zapatero ha corrido a intensificar sus relaciones con los separatistas vascos para quienes los postulados del Pacto de Estella están más vigentes que nunca. Con ellos, con el resto de formaciones nacionalistas y contra el PP, el Gobierno de Zapatero ha impedido que el Congreso tomara en consideración propuesta alguna que supusiera contrariar la voluntad o las esperanzas de ETA. Zapatero, por el contrario, ha demostrado a ETA que su exigencia de "dejar a un lado al PP y a la derecha fascista del Estado" sigue siendo un proyecto compartido.
El Fiscal y hasta el ministro de Justicia han cambiado de criterio en el caso de Juana Chaos, tal y como también exigía la banda terrorista. El indisimulado rechazo gubernamental a la sentencia del Supremo contra Jarrai ha ido acompañado de una bochornosa falta de ejecución de la misma, tal y como demuestra la impunidad "de facto" de la que ha hecho gala Olatz Dañobeitia, una de las "huidas", que ha participado este sábado en una rueda de prensa en San Sebastián. Teniendo en cuenta que Dañobeitia, además de dirigente de Jarrai, era parte de la "comisión negociadora" de Batasuna-ETA con los dirigentes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares, ¿nos hemos de sorprender de la "complicidad" del Gobierno con los nacionalistas que se manifiestan contra las resistencias de nuestro Estado de Derecho?
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