Un Aznar pasado de moda hace ruido en el mensaje centrista de Rajoy
Aniano Gago
30 de enero de 2007. ETA gana la batalla mediática. Todos los líderes políticos están al albur de lo que decide la banda. Así, este periodismo de declaraciones que se hace, nos castiga con lo que dice Zapatero y con lo que le contesta Rajoy. Y viceversa. El resto de los discursos son temporales y anecdóticos. La verdad es que cuando se habla de terrorismo, se habla de muerte, de dolor, de angustia, y eso puede con todo. Así ETA sigue ganado la batalla. Cuando uno lee la historia de España, o de Europa, y ve todas las guerras que ha habido, todos los conflictos, y a su vez comprobamos que mientras tanto se progresaba, que la sociedad avanzaba, es difícil comprender bien cómo y de qué manera se hizo. La historia parece una gran crónica de sucesos, donde parecía que no había tiempo para más. Pero no era así.Es el caso de ETA, que sigue matando, que continúa convulsionando España. Pero España sigue progresando adecuadamente. Es más: el gran conflicto está en el País Vasco y en cambio el País Vasco es una de las sociedades más desarrolladas de toda España, e incluso de Europa. Allí se ve riqueza, sus ciudades están a la última y el nivel de vida alcanza altas cotas. ¿Por qué, entonces, el discurso político se centra en un 90% en ETA, en De Juana Chaos, en Otegi y compañía? ¿Creen, de verdad, Mariano Rajoy y el PP, que el asunto ETA, y nada más que ETA, le va a dar la victoria en las próximas elecciones generales del 2008? ¿Es tan ingenuo Zapatero como para pensar que él, con su mano izquierda, su talante y su diálogo, puede convencer a una gente que habla "otro idioma", y nunca mejor dicho? ¿O lo que hace es ganar tiempo?Sólo faltaba Aznar en el escenario. Con su melena, ajena y lejana a aquella gomina del 86, habló en el homenaje a Ordóñez y volvió a arremeter contra Zapatero al estilo de cuando era presidente. Pero ahora no lo es, y lo único que hace es "ningunear" a Rajoy. La derecha, o centro derecha, sólo puede tener un líder, no dos, y Aznar, aunque reciente, es pasado, aunque pueda volver en el caso de fracasar Rajoy, como dice Graciano Palomo en su libro La maldición de Casandra.Que a Aznar le sigan quemando el 11-M y el 14-M es lógico, pero debería ser más generoso con su sucesor y no complicarle la vida, que bastante la tiene ya. Aznar, en medio de esta ciénaga, no es más que un elemento que produce ruido en el mensaje de Rajoy. Justamente cuando éste se muestra más moderado, más liberal y más centrista, el único camino real para que consiga unos buenos resultados electorales. Aznar no sólo es pasado, sino que incluso se le ve pasado de moda. Ese ánimo coqueto de detener la eterna juventud es una demostración de que le sienta muy mal el paso del tiempo, sobre todo en los tres últimos años. A Mariano Rajoy las encuestas le dirán que muy bien su política respecto al tema de ETA, pero como no amplíe el número de mensajes, esos otros que preocupan a los españoles, algún día se lo demandarán. Supongo que sus colaboradores, sus estudiosos del programa, estarán trabajando con vistas al 2008. Pero ahora, aunque las elecciones de mayo son diferentes, los electores quieren algo más que ETA. No bastan las propuestas concretas de los candidatos a los gobiernos autónomos o a los ayuntamientos. Los grandes temas, como la economía, el trabajo, la inmigración, "la revolución" de la Guardia Civil o la seguridad ciudadana necesitan ideas claras, permanentes y novedosas por parte de Rajoy. Con ETA no basta. Ni con la crítica a secas. Rajoy tiene más que ganar que perder en las "primarias" de mayo. Zapatero quiere quedarse, al menos, como está, que ni le tose Felipe González.
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