De cómo sortear la prohibición de subvencionar a las compañías aéreas
Pedro Vicente
La Comisión Europea lo prohíbe taxativamente, pero en el caso de Lagun Air podría estar haciéndose de manera subrepticia a través de la publicidad, pese al riesgo de que intervenga Bruselas.
1 de febrero de 2007. La edición regional de El Mundo desvelaba hace unos días un asunto que tiene todos los visos de convertirse en un escándalo político regional cuyo alcance puede llegar a Bruselas: la próxima firma de un contrato publicitario por el que la Junta de Castilla y León transferirá mas de 20 millones de euros a la compañía aérea Lagun Air, propiedad de los constructores leoneses agrupados en Agelco.En medios publicitarios ha llamado la atención que la Consejería de Fomento esté dispuesta a abonar 7 millones de euros en 2007 por el soporte publicitario prestado por la flota y los vuelos de Lagun Air, una aerolínea nacida en León que el pasado año amplió su actividad al resto de los aeropuertos castellano-leoneses. Según El Mundo, dicha cantidad supera a toda la facturación de la compañía durante 2006, que fue de 6 millones, y equivaldría a una subvención cercana a los 60 euros por pasajero y vuelo. El contrato se extendería los dos años siguientes, 2008 y 2009, lo que elevaría su cuantía por encima de los 20 millones antes citados.El problema radica precisamente en eso, en que la Unión Europea prohíbe expresamente las subvenciones directas a las compañías aéreas. Ante lo cual todo indica que la Junta ha optado por el subterfugio "publicitario" para encubrir lo que no es mas que una subvención."Tirar de billetera"La verdad es que los responsables de Lagun Air no han hecho mucho por disimularlo. En mayo del año pasado, el presidente de Agelco, Ignacio Tejera, ya dejó claro que estaban dispuestos a convertirse en aerolínea regional siempre "que la Junta tire de billetera". Y eso es lo que ahora se produce.El compromiso político de reflotar y potenciar una compañía que venía acumulando fuertes pérdidas se produjo en paralelo a la operación que situó en la presidencia de Caja España al empresario Santos Llamas, hasta ese momento presidente de Lagun Air, cargo que cedió a continuación al citado Tejera. "Necesitamos el apoyo de la Junta porque las líneas regionales son deficitarias", manifestó Llamas semanas antes de dejar la presidencia de la compañía aérea para asumir la de la primera entidad de ahorro de Castilla y León.El problema que presenta el inflado contrato publicitario es doble. En primer lugar que, en virtud de alguna denuncia o a instancia propia, la Comisaría de la Competencia intervenga para desmontar lo que presenta claros indicios de fraude de ley. Y en segundo, que las demás compañías que operan en los aeropuertos de esta misma Comunidad exijan un trato igual de generoso, con lo que la partida publicitaria de la Consejería de Fomento puede verse multiplicada exponencialmente.Las competidoras no son cualquier cosa. La primera de ella es Air Nostrum, compañía franquiciada por Iberia que es líder en líneas aéreas regionales y que acaba de ampliar su oferta de vuelos en Castilla y León. A ello se añade que su capital social no es ajeno a esta Comunidad, ya que el pasado mes de noviembre Caja Duero adquirió el 22% de sus acciones. Ahora se comprenden mejor los nervios que desató en la Junta de Castilla y León la entrada de la segunda caja regional en el accionariado de Air Nostrum.Complicidad socialistaEstá por ver cómo la Junta de Castilla y León sale de este laberinto. En su favor puede jugar en este caso la complicidad de los socialistas: después de haber pactado con el PP el relevo en Caja España, nadie cree que vayan a denunciar las subvenciones encubiertas a Lagun Air.Tampoco hay que olvidar la habilidad de los rectores de Agelco para ganarse simultáneamente los favores del Gobierno Zapatero, de lo que constituye buena prueba que el Ministerio de Industria, en lugar de aceptar los terrenos ofrecidos por el gobierno regional, prefiriera pagar a Agelco 1,4 millones de euros por la parcela que albergará el Inteco.
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