sábado, enero 27, 2007

Fernando Perez, Y vara cogió su petate

sabado 27 de enero de 2007
Y vara cogió su petate

POR FERNANDO PÉREZ
Nada, nada, ni Charles Lederer, ni Robert Riskin, ni Garson Kanin. Menudos mindundis. Déjate de Charles Brackett, hombre, ese tío era un absoluto principiante. ¿Ben Hecht? Un juntaletras esforzado. ¿Rafael Azcona? Sí, bueno, no se le daba mal. Vale, el tal Billy Wilder también era bastante ocurrente, pero no le llega ni a la suela de los zapatos a ellos, los guionistas de alta comedia por excelencia: los políticos en año electoral.
No hay genio que supere una agudeza como la que soltó Rodríguez Ibarra mientras inauguraba el pasado martes un «trozo» de autovía con casi un año de retraso y sin enlaces, que es como si Papa Noel le trajera en mayo a un niño una peonza sin cuerda o un G.I. Joe con flores en el pelo. «Da coraje contar con estas autovías ahora que no se puede ir a 180 kilómetros por hora», soltó el presidente extremeño recordando los viejos buenos tiempos previgentes, dale gas Juan Carlos que vienen curvas y radares, en los que todos éramos Peter Solberg. A Ibarra siempre se le ha reconocido su valentía y coraje, términos que nunca han sido reconocidos ni oficial ni oficiosamente en el diccionario básico de la academia de la lengua política, para decir casi siempre lo que piensa; el problema es que a veces también piensa muy poco lo que dice. Nadie es perfecto, ni siquiera Carla Bruni. Lo cierto es que la humorada de alta cilindrada del presidente extremeño es digna de la mejor «screwball comedy». De hecho, también andaba y cortaba cinta por allí Magdalena «Álvareztijeras», a la que es verdad que cuesta aceptar como heroína a lo Carole Lombard, pero que, no me digan que no, les he dicho que no me digan que no, se da un Air (Madrid) a la Jean Arthur de «Sólo los ángeles tienen alas», pero con «overbooking». No sé, por aquello de que da la sensación de que una tragedia o dos siempre la sobrevuelan.
Ibarra ya se va, pero no nos deja solos. Guillermo Fernández Vara, el candidato socialista a la Junta, ya está rodando estos días un entrañable «remake» de «Los viajes de Sullivan», aunque los productores también están meditando la posibilidad de titularla «Bienvenido Mr. Vara». En estas fechas tan señaladas, el heredero de Ibarra ha pensado que sería bonito saber cómo vive la gente corriente, esa cuyos hábitos, costumbres, inquietudes, pobredumbres y servidumbres se suelen ignorar sistemáticamente los milcuatrocientos y pico días y las milcuatrocientos y pico duras noches de legislatura que no están señaladas en el calendario del año natural como periodo preelectoral.
Así que Vara McRea cogió su petate, lo rellenó hasta arriba de muda y burda demagogia y decidió pasar unos días en distintas localidades para «conocer más en profundidad sus necesidades» y «participar en la vida diaria y cotidiana».
Está bien que se intente tomar el pulso a esa calle que nunca calla y nadie escucha, pero, en fin, igual ya había tenido tiempo Vara McRea en los más de diez años que lleva en el Gobierno regional para ir afinando los oídos. «Aquí estuvo el candidato», rezará una placa en la plaza del pueblo. «Pero nunca volvió el presidente», añadirá alguien con aerosol.
Fernando
Pérez
EL CAMAROTE

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