domingo, enero 28, 2007

Isabel Duran Fango fiscal

lunes 29 de enero de 2007
Audiencia Nacional
Fango fiscal
Isabel Durán

El que comía para un mes con el dolor de sus víctimas consiguió por arte del "proceso" que lo que antes eran amenazas terroristas se convirtieran para el fiscal, de la noche a la mañana, en "amenazas no terroristas".

Es áspero, displicente, no tiene cintura, es distante y brusco. O por lo menos así es su trato con los periodistas. Sesentón. Cuando Zapatero defenestró a Fungairiño acudió presto a entrevistarse con su excelencia, el Fiscal General. Fernando Burgos, miembro de la Asociación Progresista de Fiscales, salió convencido de que ocuparía el puesto de quien ha sido el mejor fiscal jefe de la historia de la Audiencia Nacional, cesado de manera mentirosa, indigna y fulminante. La aguerrida militancia del candidato Burgos en la Asociación Progresista de Fiscales y su actuación como acusador público en el accidente del Yak-42 le avalaban.
Le aseguró Cándido que Javier Zaragoza no estaba interesado en el cargo. A última hora Zaragoza se presentó a la terna junto a otros siete fiscales más. Burgos se quedó compuesto y sin novio pero con alguna promesa en su futuro. Entre tanto, las capitales de la Audiencia (Zaragoza y Burgos) constituyen hoy el bastión del trabajo sucio de Cándido, el eslabón de los "compromisos adquiridos" por Zapatero. La tríada la cierra Garzón, e incluso cuenta con alguna pareja más, pero eso es harina de otra columna.
El fiscal Fernando Burgos defendió con esmero la rebaja de penas al mayor criminal de la historia de ETA, José Ignacio de Juana Chaos. Horas antes del juicio, el fiscal del caso, Jesús Alonso, se negó a defender el saldillo penal para con el terrorista. Sin mediar arrepentimiento, ni condena del terrorismo, ni hecho nuevo alguno, la petición de 96 años se convirtió por arte del "proceso" en una de 12. En su ánimo de demostrar la buena fe del etarra, el fiscal le preguntó durante el juicio si cuando fuera excarcelado tenía pensado seguir en ETA. "Mi único objetivo al salir de la cárcel es colaborar con la editorial y escribir libros", aseguró el criminal reincidente. ¡Angelito!
Tras ser condenado finalmente a 12 años y 7 meses de prisión, la pasada semana la pareja capital en la Audiencia continuó con su peculiar "proceso". Solicitó la prisión atenuada para que el etarra, en huelga de hambre-chantaje, comiera calentito en su casa. El que comía para un mes con el dolor de sus víctimas consiguió por arte del "proceso" que lo que antes eran amenazas terroristas se convirtieran para el fiscal, de la noche a la mañana, en "amenazas no terroristas".
Nada. Una broma detrás de otra. Lo peor es que el mentor del blanqueamiento de los terroristas es el propio presidente del Gobierno. Zapatero dijo que las amenazas de De Juana eran "pura crítica política" y que "está por el proceso de paz". Esta vez, la treta no le ha salido bien al jefe del Ejecutivo. El magistrado Guevara la paró a tiempo y llevó la votación al pleno.
Quedan muchos etarras por soltar y muchos compromisos por cumplir. Zapatero nos ha llevado del fango político al fango fiscal. Por ahora nos salva la dignidad judicial. Pero el "proceso", con los dos muertos de la T-4 enterrados lejos y olvidados, no ha hecho más que comenzar. Por cierto, Burgos tiene una nueva encomienda: Zaragoza le ha nombrado fiscal encargado de las víctimas del terrorismo. Pobres.

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