domingo 13 de mayo de 2007
Por delante de la ley
La lucha contra el crimen organizado se ha convertido en una prioridad para la mayoría de los gobiernos de países desarrollados por sus consecuencias notorias, por su estrecha relación con el terrorismo y por la constatación de que esa moderna delincuencia va por delante de la ley en el aprovechamiento de los recursos de movilidad, agilidad y comunicación de la sociedad globalizada. Las bandas son más plurinacionales en su composición y territorios de actuación que las organizaciones policiales y judiciales que las persiguen, lo que sitúa a éstas en desventaja.Las nuevas formas del delito no sólo aprovechan medios tecnológicos sino que han alterado esquemas sobre los que operaban las autoridades o, en otro orden de cosas, muestran una superposición con grupos terroristas u otra clase de criminalidad. Sorprendentemente la ONU, que cifra en un billón de dólares anuales los beneficios de la delincuencia internacional, no articuló hasta 2000 la Convención contra el Crimen Organizado, un acuerdo-marco que numerosos países no han rubricado. España, que desde el comienzo de la década pasada ha servido de santuario o campo de actuación para bandas internacionales, inició una nueva respuesta legal con la creación, en 1997, de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) que, junto a la Comisaría de Policía Judicial, sigue los pasos de esta delincuencia. A esa estructura se añaden los Grupos de Respuesta al Crimen Organizado (GRECO) y el Centro de Inteligencia del Crimen Organizado que el presidente Zapatero anunció el año pasado.La eficacia de tal organigrama, aparte de la suficiencia en sus dotaciones humanas y materiales, se resiente de una escasa coordinación comunitaria. La UE, con un Europol más analítico que operativo, puso en marcha en 2004 la orden europea de busca y captura que hasta este año no ha incluido delitos de corrupción, racismo y xenofobia. Las dificultades en la aprobación y aplicación de esa euroorden han demostrado que para la lucha contra el crimen organizado de poco sirve la armonización jurídica mientras no desaparezcan las barreras de desconfianza de diferente signo entre las organizaciones policiales de los Estados concernidos.
sábado, mayo 12, 2007
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