jueves, mayo 31, 2007

Lo de De Juana solo es un capitulo

1-VI-2007
Lo de De Juana sólo es un capítulo
EDITORIAL

La excarcelación de De Juana no fue el primero ni el último de los pasos que ha dado el Gobierno del 14-M como atención a la criminal advertencia que sus compañeros de viaje le hicieron llegar en Barajas. Ni siquiera es el más grave.

El etarra Ignacio de Juana Chaos, cuyo espléndido estado de salud ya había dejado en evidencia en sus innumerables paseos, acaba de recibir el alta médica en el hospital Donostia de San Sebastián, aunque no abandonará el centro hasta que reciba el permiso correspondiente por parte de Instituciones Penitenciarias. Aunque Zapatero haya querido bochornosamente eludir explicaciones sobre lo que va a hacer una institución dependiente del Gobierno que preside, se confirma, tal y como desvelaba la revista Tiempo, que el Gobierno había pedido a la Consejería de Sanidad vasca que retrasara el alta hasta después de las elecciones, para evitar que el caso le pasara factura.
Aunque la falta de arrepentimiento y el sanguinario historial de Ignacio de Juana Chaos hagan de su excarcelación uno de los más escandalosos capítulos del proceso de colaboración con ETA, hay que tener presente que no es el primero ni el último de los pasos que ha dado el Gobierno del 14-M como atención a la criminal advertencia que sus compañeros de viaje le hicieron llegar en Barajas. Ni siquiera es el más grave.
Antes de que el Gobierno de Zapatero atendiera los reproches sobre De Juana que ETA incluyó en su comunicado tras el atentado de la T-4, el PSOE hizo frente común con los nacionalistas contra todas las propuestas de endurecimiento de la política antiterrorista planteadas en el Congreso por el PP. Con aquel bochornoso espectáculo, celebrado a los pocos días del entierro de los asesinados Estacio y Palate, el Gobierno de Zapatero dejó en evidencia que no iba a caer en "la tentación de recuperar las fórmulas policiales y políticas represivas" contra las que le acababa de advertir públicamente ETA, sino que por el contrario dejaría de manifiesto que comparte con ETA la voluntad de "dejar a un lado al PP-UPN y la derecha fascista del Estado".
Inmediatamente después, el Gobierno de Zapatero se puso manos a la obra con el proceso de impunidad de De Juana, porque lo que estaba en riesgo no era la vida del etarra en huelga de hambre, sino una "paz" electoral consensuada con ETA sobre la base de colaboracionistas compromisos previos.
El Gobierno de Zapatero también intensificó la neutralización del Estado de Derecho que resultaba insuficiente para sus insaciables compañeros de viaje, garantizando, a través de la Fiscalía, la impunidad de una pieza que para ETA era y es mucho más importante que De Juana: Arnaldo Otegi. A la retirada de cargos por enaltecimiento del terrorismo por el homenaje dispensado a la etarra Olaia Castresana, le siguió la retirada de cargos por un delito similar que Otegi perpetró con ocasión del homenaje dispensado al etarra fallecido Arkaitz Otazua.
Esa infame retirada de cargos, que la Fiscalía acaba de confirmar a pesar de las pruebas en forma de video que Antena 3 TV ofreció al juez Marlaska, vuelven a correr el riesgo de ser eclipsadas por los flecos que quedan por cerrar del escandaloso caso De Juana.
No vamos a decir que la negativa del Gobierno y de la Fiscalía a que los Tribunales aplicaran a ANV la ley de partidos pasara desapercibida. Sin embargo, ¿es coherente que el PP liderará y movilizara a millones de españoles contra la excarcelación de De Juana y no hiciera algo parecido contra ANV y la cobertura política y subvención pública de quienes justifican los asesinatos?
Por mucho que el capítulo de De Juana no esté cerrado, fijemos también la atención en los que le siguen. También en ellos este Gobierno se ha retratado y se ha de retratar. Más pronto que tarde, también en Navarra.

No hay comentarios: