¿Desembarco de Miguel Sebastián en el INE?
Miguel Ángel Orellana
1 de junio de 2007. Siete meses y una amarga derrota después, Miguel Sebastián abandona definitivamente la lucha política cuerpo a cuerpo. Esta realidad –sugerida e incluso exigida hasta por el propio número de tres de su candidatura a la alcaldía de Madrid, Oscar Iglesias– ha sido certificada este jueves por el propio Sebastián. Condenados a otros cuatro años de oposición, turbados por la incertidumbre de un futuro aciago, los socialistas de la capital le han ganado este pulso a Ferraz, donde hace apenas veinticuatro horas daban por hecho que el ex jefe de la Oficina Económica de La Moncloa recogería su acta de concejal y se mantendría en el cargo, aunque sólo hasta después de las elecciones generales. El mandato inicial del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, era abordar una renovación ordenada del tumultuoso PSM, pero la envergadura de la debacle lo ha hecho imposible. Tras el brillo de navajas y las exigencias de algún harakiri inmediato, Zapatero, ante la necesidad de la vuelta a la paz, de evitar el estallido de una crisis con un coste en las generales, ha entregado la cabeza de su "amigo" y asesor económico. En el breve lapso de tiempo en que irrumpió en el socialismo madrileño, Sebastián contó siempre con destacados opositores. Y cuando enarboló la foto de Montserrat Corulla ante Alberto Ruiz-Gallardón, selló el final de su carrera política. Sebastián no está para muchos trotes, con posibles frentes judiciales en el horizonte por el escándalo del intento de control del BBVA y de grandes compañías como Endesa, que, antes o después, terminarán por llamar a su puerta. Porque ya se sabe, la Justicia se arrastra pesada como un lobo de mar, pero inexorablemente termina por llegar a la ribera de los juzgados. Manuel Conthe, dimisionario presidente de la CNMV, se llevó por delante el escaso prestigio que le pudiera restar a Miguel Sebastián. Y es posible que Zapatero le prometiera en su día una vicepresidencia económica futura, pero sus opciones –los mercados llaman "futuros" a esas posibilidades– están bajo mínimos.Sebastián vuelve pues en ambulancia a las bambalinas. Poco antes de anunciar su adiós público, se reunió con Zapatero, al fin y al cabo fue su valedor, en una cita "discreta" en la que se tomó la decisión de volver a su plaza de profesor de Económicas en la Universidad Complutense. De ahí que haya surgido con fuerza la hipótesis de que el presidente del Gobierno le "echará un cable" dándole algo en la Administración central. En este sentido, el PSOE es un hervidero. Anda suelto el rumor de que Miguel Sebastián podría sorprendernos con el desembarco en la presidencia del Instituto Nacional de Estadística. "Poco más podría hacer ya por él el presidente del Gobierno, salvo mantenerlo oculto y entretenido calculando el IPC, echando cuentas y aplicando metodologías de cálculos", alegan fuentes socialistas.
jueves, mayo 31, 2007
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