sábado, mayo 12, 2007

Jose Luis Bengoa Zubizarreta, Navarra

domingo 13 de mayo de 2007
Navarra
El vasquismo que hay en Navarra no es un sentimiento importado por el nacionalismo vasco, sino una de las expresiones más genuinas de la navarridad
JOSÉ LUIS ZUBIZARRETA

Se veía venir. Lo había anticipado ya aquella especie de marcha foral-patriótica que organizó en Pamplona, el día 6 del pasado mes de marzo, el todavía presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, y a la que se sumó con entusiasmo el Partido Popular de toda España. Se hablaba por entonces de la propuesta autonómica que Batasuna se sacó de la manga para salir del ostracismo en que se encontraba desde que reaccionara con su acostumbrada tibieza al atentado de la terminal de Barajas. Todo hacía ya prever, por tanto, que el «Navarra está en peligro» iba a constituir uno de los argumentos principales que UPN y PP iban a esgrimir en las elecciones con el fin de retener el poder en esa comunidad foral. Pues bien, ha bastado la publicación de la primera encuesta que pone en duda la consecución de tal objetivo para confirmar la previsión. La cuestión navarra ha saltado a las primeras páginas de los periódicos de difusión estatal, y toda la derecha, igual da, para el caso, la navarra que la española, se dispone a utilizarla en su provecho.Lo decía ayer mismo Mayor Oreja en uno de los medios escritos de mayor tirada. «Navarra tiene ante sí la decisión política más importante para su futuro y para el futuro del conjunto de España... El devenir de la nación depende en gran medida de lo que ocurra en la Comunidad Foral». ¿Toma ya! Sepan, en cualquier caso, todos los navarros, desde Ribaforada hasta el Baztán, que en sus manos está el próximo día 27 el ser o el no ser, no ya de su antiguo Reyno, sino incluso de esa que se llama la más antigua nación de Europa, por no decir del mundo entero.Serán, sin duda, los navarros los primeros sorprendidos por la asunción, más obligada que voluntaria, de tan imponente responsabilidad. Acostumbrados a pasar desapercibidos a los ojos de esa misma nación que ahora se les viene encima como un fardo insoportable, no acabarán, primero, de creerse la trascendencia que de repente se les atribuye y sospecharán, después, que algún interés bastardo se oculta bajo tan grandilocuente palabrería. Saben, al fin y al cabo, que aquellos a los que se pretende presentar desde fuera como un peligro para su identidad, sean del PSN o de Nafarroa bai, son tan suyos como el que más y que las propuestas que plantean no son sino el reflejo de esa Navarra compleja y plural que ellos, los navarros, mejor que nadie, conocen.Y es que, en el planteamiento que la derecha española -y, en parte, también la navarra- está haciendo sobre la Comunidad Foral, late un error o una tergiversación de fondo que los navarros no pueden no reconocer como tal. Parte, en efecto, de la idea de que el 'vasquismo' que de hecho se produce en Navarra no es más que un sentimiento inducido e importado por el nacionalismo foráneo de los vascos de Euskadi, e interpreta la cláusula transitoria cuarta de la Constitución, no como la expresión de un sentir de buena parte de la sociedad navarra, sino como una concesión indigna al expansionismo irredentista de los vascos. Los navarros lo saben y lo aclararán el día 27.j.l.zubizarreta@diario-elcorreo.com

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