domingo 13 de mayo de 2007
Acoso en campaña
Las primeras jornadas de la campaña para las elecciones municipales y forales del 27 de mayo están registrando numerosos incidentes en Euskadi. Los sucesos adoptan forma de agresión, como la sufrida en Bilbao por dos representantes del Partido Popular y sus escoltas, de intento de reventar actos electorales del PNV, el PSOE o el PP, o de ataque a sedes de las formaciones democráticas. Estos sucesos no sólo comprometen la seguridad de personas y bienes; aspiran a torcer la firme voluntad de miles de candidatos que mantienen su compromiso político en condiciones muy difíciles y persiguen, finalmente, alterar el normal desarrollo de un periodo fundamental para el ejercicio de la democracia, el que precede a la libre elección de la representación política de la ciudadanía precisamente en el ámbito que le resulta más cercano. Estos actos no pueden salirles gratis a sus autores. Es preciso un especial empeño de las fuerzas de seguridad por poner a los agresores a disposición de la Justicia, porque cabe considerar que la impunidad de tales comportamientos no hará sino alentar su continuidad. Para frenar esta peligrosa escalada es necesario un compromiso firme de todos los partidos en la condena del acoso violento y en la reclamación a las instituciones de medidas efectivas para garantizar la seguridad y la serenidad que deben presidir la campaña electoral. Y también los instigadores de esta violencia tienen que percibir el reproche unánime de los representantes institucionales, las formaciones políticas y los ciudadanos. Cínicamente, el entramado de Batasuna se entrega al victimismo después de que los tribunales han abortado su enésima maniobra para acceder a las instituciones sin desvincularse de la amenaza persistente de ETA. Y aspira a hacerse presente en una campaña en la que no cuenta, con el falso propósito de conseguir una 'igualdad de condiciones' que no tiene inconveniente en negar a los que verdaderamente la necesitan y se han hecho acreedores a ella. Poca solidaridad, en cualquier caso, puede esperarse de los participantes en la manifestación que ayer recorrió las calles de Bilbao, un acto que mostró su verdadero rostro en los graves disturbios de anoche en el Casco Viejo.
sábado, mayo 12, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario