jueves, mayo 31, 2007

Vasco Lourinho, Portugal, la huelga general

jueves 31 de mayo de 2007
Portugal: la huelga general
Vasco Lourinho (Portugal)
E L miércoles por la mañana, cuando me di cuenta, estaba cantando bajo la ducha. Sin notarlo, permiti por un momento que pesaran sobre mi los cuarenta y tantos años de vivencia en España y me vino a la memoria aquella cancioncilla, pegadiza, y que hoy, tantos años después, aun suena en mi memoria… - Hacia falta ya / una huelga, una huelga … Hacia falta ya / una huelga general… Hace casi veinte años – el tiempo vuela - esta cancioncilla le amargó el desayuno a Felipe González. Lo recuerdo perfectamente. Madrid era una ciudad vacia y paralizada. Sin tele. Sin transportes. Los corresponsales extranjeros en la calle buscando imágenes de huelga. Los autobuses, parados, las cafeterías, cerradas, un ambiente frío que confirmaba que la huelga había sido seria y dura. Lo recuerdo perfectamente como si fuera hoy y no hubieran pasado casi veinte años sobre la primera huelga general en la España democrática. A las doce en punto de la noche, los arrogantes y prepotentes pivotes de la tele pública se disponían a decir al pueblo espectador que TVE no participaba en la huelga general. En ese preciso momento, a las doce en punto de la noche, todo se vino abajo. La pantalla fué a negro. Y todo porque la poderosa máquina represiva del gobierno socialista de Felipe González, represiva, autoritaria, policial y fascista, se habia olvidado de los chicos de la Bola del Mundo, el gran repetidor de TVE en la Sierra del Guadarrama. Y a las doce en punto de la noche, un pequeño interruptor manejado con decisión por un anónimo técnico de TVE, olvidado del mundo, en la Bola del Mundo, dejaba en negro las pantallas de toda España, mandando al garete las esperanzas de González.. Era una auténtica huelga, una huelga general. Insisto, nunca en mi vida periodística había asistido a nada igual. Por eso, cuando vi que en la televisión pública portuguesa seguía todo igual, igual en las privadas, igual en las radios, pensé que en efecto estaba en otro país. Conecté la tele… Todo como siempre… Noticias sobre la huelga…Que sí… que los transportes funcionaban a medio gas por imposición del gobierno y sus famosos decretos de servicios mínimos, que la recogida de basura – decían - no funcionaba, que las escuelas estaban cerradas por precaución, que los servicios públicos estaban cerrados y que las comunicaciones fluviales entre las dos orillas del Tajo también estaban funcionando con algunas límitaciones.. Como hace veinte años, en la prehistoria de González, me fui a la calle… Llovía mucho – llueve mucho en el norte de Portugal, tan cerca de Galicia. Cogí el coche. Sali de casa., igual de tráfico que todos los dias. Llevé a mi hija al colegio. Hace mil años mi hijo se quedó en casa pues su cole estaba cerrado. Pero aquí el colegio funcionaba y como todos los días, mil mamás dejaban el coche mal aparcado en medio de la calle para acompañar a sus niños hacia el interior del establecimiento de enseñanza. Todo como siempre, como todas las mañanas. Regresé y pasé por el quiosco de periodicos,. Dos minutos de charla con el quiosquero. Todo normal. Como todos los días y, por supuesto, había periódicos editados de madrugada. Por encima de mi cabeza pasó un avión comercial preparándose para aterrizar en el aeropuerto de Oporto. Todo en orden. Me fui a desayunar. Abierta la cafeteria... Buenos dias, señor Lourinho (En Portugal, al fin, después de cuarenta años de Cardoso, recuperé mi apellido paterno) … ¿Qué tal ? Todo bien … ¿Lo de siempre ? Lo de siempre… Después, un breve paseo por el centro… Los autobuses funcionaban, diría que con menos gente de lo habitual. Los camiones de la basura seguían su rutina matinal al igual que lo habían hecho sus colegas de la madrugada .El metro de Oporto, tan bonito, tan bonito que circula por la superficie para que todos lo vean, allí estaba como todos los días. Por las calles , la misma gente de siempre… corriendo... Los portugueses pasan la vida corriendo aunque sistematicamente lleguen tarde a todas las citas. Media hora como mínimo, es lo habitual. Pero nada de crispación. Nada de miedo aunque el gobierno socialista de Sócrates haya intentado fichar – hacer una ficha informatica policial – a todos los huelguistas,. Medida que sus propios servicios jurídicos señalaron como ilegal, antidemocrática, anticonstitucional, policial y, como no, fascista. El propio presidente de la República, Cavaco Silva, prudente como siempre, señaló en una declaraciones, que la huelga es un derecho constitucional. Y como tal nadie puede atentar contra ese derecho. Pero no era necesaria esta advertencia.. La huelga general convocada por la central sindical comunista había fracasado. Primero, por no haber tenido el apoyo de sus colegas socialistas de UGT. Después, por no haber conseguido llegar al corazón de los trabajadores. Los dirigentes sindicales y la publicidad en la calle se limitaban a decir que la política de Sócrates debía cambiar. Hasta cierto punto, sólo apoyaban a los funcionários públicos que en Portugal no tienen precisamente buena imagen. Y, después, olvidaron que para hacer una huelga general no basta con bloquear los transportes públicos e impedir así el movimiento de los trabajadores que no quieren ejercer su legítimo derecho a la huelga. No es suficiente quitarles su medio de transporte público. Ni siquiera mandaron los antidemocráticos piquetes. Los obreros tienen coche. Para cruzar el Tajo hay cuatro puentes. Pero los sindicatos no tuvieron palabras para la gente del campo y Portugal sigue siendo un país de corazón agrícola. Los estudiantes se parecen cada vez más a sus colegas americanos, más interesados en los estudios que en la política, aunque ellos sean la parte más castigada por el fracaso económico y social del gobierno socialista donde el paro alcanzó los niveles más elevados de los últimos treinta años. Por todo ello, la huelga general fracasó. Por todo ello y porque por las calles, en las emisoras de radio, en los móviles, nadie cantaba eso de que “hacia falta ya / una huelga, una huelga… hacia falta ya / una huelga general “ … mesmo que fuese com música de fado português….

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vasco Lourinho, gran amigo de España