jueves, mayo 17, 2007

Ismael Medina, España en manos de la mandilada

viernes 18 de mayo de 2007
España en manos de la mandilada
Ismael Medina
E XHUMO para el título una palabra en desuso Y hasta tal punto que los actuales académicos la desterraron de la última edición de su diccionario. No me refiero a España, desaparecida del vocabulario frentepopulista que nos atosiga. Pero llegará su aparcamiento si no ponemos coto al despeñadero a que nos conducen Rodríguez y sus secuaces. En anteriores diccionarios no depurados el término "mandilada" era definido como "junta de criados de rufianes". Es obvio que mandilada deriva de mandil. Y también en este caso se ha mostrado la actual Academia políticamente correcta. La tercera acepción en anteriores ediciones rezaba: "Insignia que usan los francmasones, en representación del mandil de los obreros". No aparece en la actual. Si la sombra del ciprés es alargada, la mano de los mandiles lo es aún más. No cabe duda. Poco más o menos el "falso efecto mariposa" que, con tino y conocimiento de causa, disecciona García en nuestro Foro. Vistas así las cosas, y vuelta la mirada hacia una veraz "memoria histórica", habremos de convenir en que también hoy, como en la II República a la que se pretende hacernos regresar, los del mandil se valen de la mandilada para satisfacer su irrefrenable ansia de venganza laicista e histórica sobre una España que en más de una ocasión les rompió el juego. Y conste que lo de rufián lo utilizo en la acepción de "hombre despreciable" en anteriores diccionarios y al que la actual edición añade "sin honor", con acertado énfasis. Y no me apeo del diccionario en aras de la precisión. Honor se definía como "cualidad que impulsa al hombre a conducirse con arreglo a las más elevadas normas morales". Y ahora, cuando conviene huir de los significados enterizos e introducir la hidra del relativismo, como "cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo". La cualidad moral como principio básico se transfiere a una cualidad moral individual y aleatoria en la que, a la postre, prevalece lo que conviene "a uno mismo" o a la suma sectaria de "unos mismos". Unos desfondamientos semánticos y conceptuales de inequívoca estirpe gramnsciana. RODRÍGUEZ EN LA ÓRBITA MASÓNICA NO puedo eludir en este punto un artículo que tiempo atrás publicó el diario "La Prensa", de Nueva York, firmado por Ortiz Burbano de Lara, Venerable Maestro Responsable de la Logia Simbólica "La Fraternidad Nº 387" del valle de Nueva York.. La presentación del artículo en el diario la realizó el responsable de estos temas en la cabecera, Arturo Fortún, a su vez Muy Respetado Gran Maestre-adjunto de la Gran Logia de lengua española para los Estados Unidos de Norteamérica, Oriente de Nueva York, logia fundada en 1931. Esta institución dio vida, además, a La Unión de Estrasburgo CLIPSAS, asociación internacional de logias que presidió en su día Javier Otaola, síndico del Ayuntamiento de Vitoria y Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica española. Estas logias son, a su vez, miembros de la International Masonics Confederation of Grand Lodges. El artículo de Ortiz Burbano se titulaba "La masonería y sus misterios" y ofrecía una explicación sintética sobre esta organización. Para el gran maestre, se trata de "una escuela iniciática, filosófica y filantrópica que hace del hombre un mejor ser viviente en esta tierra". Ortiz Burbano aludía a la filiación masónica de personajes de relieve, entre los que incluía a Simón Bolívar, Jimmy Carter y "Rodríguez Zapatero, de España". Los interesados en la exploración de las sectas francmasónicas conocen que en ellas comparecen en público, como cabeza de las mismas, grados 33 encargados de falsear ante la opinión pública la influencia soterradas de las logias. Pero son otros, no necesariamente de igual grado, los que en su seno imparten la doctrina, precisan las estrategias de poder y señalan los objetivos que reciben de estructuras superiores. Los sumisos receptores podrían ser incluidos de manera genérica en la mandilada. Condición que suelen extender a los equipos de que se rodean, elegidos con criterio selectivo en el cestón de los proclives a la sumisión, sea por cortedad de materia gris o por falta de escrúpulos morales. LA TRINCA FRANCMASÓNICA QUIENES hayan transitado con ojos abiertos el Sahara, ese espacio de infinitudes que va desde el Atlántico al mar Rojo, habrán percibido que los hombres del desierto procuran distribuir su parentela entre los Estados que dominan sus territorios con fronteras artificiales. Siempre tendrán una mano amiga en la potencia dominante. Otro tanto sucede con la francmasonería. Sus tres grandes ramas ocupan espacios ideológicos distintos, desde un nebuloso teísmo a un extremoso radicalismo laicista y político. Pero unas y otras responden a una misma estrategia de dominio mundial a través de dos líneas de dependencia: la B´Näi B´Rith, reservada de manera exclusiva para judíos, con unos 600.000 hermanos, la mayoría de los cuales se distribuyen a su vez por las logias de las tres ramas "gentiles"; y un supremo y reducido órgano secreto al que pertenecen las cabezas decisorias y siempre veladas de las tres ramas. Existen, además, encuentros a ras de suelo entre miembros de unas y otras en el ámbito de lo que se conoce como "tenidas blancas" o discretos conciliábulos profesionales, como los que, por ejemplo, celebran en Francia miembros de la judicatura. Justicia, educación-cultura, seguridad y Fuerzas Armadas son los espacios más apetecidos para su infiltración y control. Tampoco conviene echar en saco roto que tras la creación del Gran Oriente de Francia, escindido del tronco de la masonería regular inglesa, Marie de Deraslsmes crea en 1891 la rama de iniciación de la mujer en plano de igualdad, impulsora desde entonces de movimiento feminista; y que, asimismo, se promueve en 1893 la Federación Mixta Universal del Derecho Humano, germen de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el seno de la recién nacida Organización de las Naciones Unidas. Nada de extraño encierra que el feminismo se haya convertido en mujerismo, ni que se haya transformado en genérica violencia de género, como si sólo existiera el femenino, lo que siempre se conoció como crímenes pasionales, fuera masculino, femenino o neutro el de víctimas o agresores. Ni que, como es notorio, la acusación por violación de los derechos humanos se aplique de manera selectiva a unos u otros transgresores, según la filiación o dependencia de quienes la cometan. La Justicia decae en injusticia cuando la aplican puñetas sectarias. EL ABUELO COMO MODELO DE UN DOBLE JUEGO RODRÍGUEZ mimetiza a su rescatado abuelo paterno en este y otros perfiles de los que es enfermizamente devoto. El dichoso abuelo era en efecto masón. Como lo era el general López Ochoa. Y al igual que éste fue duro en la represión de la revolución de Asturias. Pero no con sus capitostes de uno u otro grado, a los que el general pretendió exonerar mediante un pacto tan innecesario como humillante para el Estado. El abuelo Rodríguez Lozano participó en la parte más dura de la represión y luego defendió en Consejo de Guerra a tres de los acusados de insurrección y desafueros. Y como hombre comprometido con el izquierdismo radical se empeñó con ahínco en la preparación del nuevo intento revolucionario a escala nacional, el cual se habría producido de manera inexorable entre el 19 de julio y el 1 de agosto de 1936, cuya estrategia habían dispuesto asesores soviéticos, llegados a España bajo la máscara de la Olimpiada Roja que había de celebrarse en Barcelona. Existen documentos en el Archivo Histórico Militar que confirman la implicación del abuelo de marras en el proceso revolucionario a los que en alguna ocasión me he referido. El comité del Frente Popular leonés se dirige en uno de ellos a Martínez Barrios, gran maestre del Gran Oriente de España, y a la sazón presidente interino de la República, pidiéndole la inmediata destitución del jefe de la Guardia de Asalto, dada su condición monárquica, y lo sustituya por el capitán Rodríguez Lozano, izquierdista de toda confianza. Los acontecimientos se precipitaron y cuando se produjo el alzamiento militar, tras la calculada provocación del asesinato de Calvo Sotelo, el abuelo Rodríguez pretendió distribuir las armas a las milicias rojas, sofocar el levantamiento en León mediante al asalto al gobierno militar y dejar vía libre a la columna de dinamiteros asturianos que se proponía llegar a Valladolid y Madrid. Un Consejo de Guerra lo condenó a muerte y la sentencia fue ejecutada. No es ocioso lo que llevo escrito. Primero, a causa de la filiación masónica del actual presidente del gobierno por muy oportuno "accidente". En segundo lugar, por cuanto reproduce en circunstancias distintas el pensamiento y la ejecutoria del abuelo. Y por último, en razón de que existe una izquierda radical, vinculada la francmasonería del mismo signo, que, con descaro o soterradamente, no renuncia a sus orígenes y una y otra vez persigue resarcirse de sus derrotas, sea mediante la insurgencia revolucionaria o desde el poder conseguido al amparo de una democracia débil y una oposición arrinconada. Tampoco es casual que Rodríguez y al P(SOE) hayan agrupado en su torno el remedo llamazaresco del viejo comunismo y las minorías secesionistas que integraron el Frente Popular durante la II República, aunque ahora bajo la cobertura, más o menos transitoria, de lo que el actual huésped moncloaca definió como "monarquía republicana". Ni que, como entonces, las directrices de su gestión gubernamental sean fieles a las que el Gran Oriente de Francia y la Logia Nacional Simbólica imprimieron en la constitución de 1931 y guiaron a la izquierda y a los separatismos hasta provocar la guerra. CLIMA IRRESPIRABLE Y DEBATE PREBÉLICO, SEGÚN FELIPE GONZÁLEZ LORENZO CONTRERAS, siempre atento a lo que no suele circular por los medios, pese a su indudable valor de diagnóstico, recogía una palabras pronunciadas por Felipe González en Méjico, durante la Convención Nacional Bancaria celebrada a finales de del pasado marzo, cuando todavía no se había crispado al máximo la campaña electoral. Dijo González, cuyo mundo preferido es el financiero de altos beneficios especulativos, que en España se vive un" clima irrespirable", hasta el punto de que "parece que estamos en debate prebélico". Y no marraba. ¿Sólo una figura retórica para enfatizar la virulencia política a la que asistimos? ¿O acaso el subconsciente le llevara a equiparar la realidad actual con la que se registró durante la II República, la cual no vivió pero sin duda conoce por lecturas transitadas, más o menos veraces? Quienes sí vivimos aquella dramática peripecia y la hemos contrastado con lo escrito por auténticos historiadores, los meno jaleados ahora, podemos atestiguar inquietantes analogías entre el hoy agobiante y aquel desgarrado ayer de mandilada. No voy a relatar ahora mis vivencias de una infancia, muy prematuramente perdida a causa de la ruindad y la violencia verbal y de hecho que nos rodeaba. El "clima irrespirable" bajo el que se desarrolla desde hace meses la disputa electoral no difiere sustancialmente del que existía en la fase previa a las elecciones de febrero del 36. Todavía no ha tirado de pistola la izquierda radical, la que desde extramuros parlamentarios hace el juego sucio al neofrentepopulismo. Pero ya en Galicia se ha disparado a manifestantes de AVT con escopeta de perdigones y son frecuentes los ataques a sedes del PP, cóteles incendiarios, huelgas de extrema violencia y agresiones físicas, algunas de las cuales no trascienden del ámbito local, como la sufrida en Burgos por el cabeza de lista de Democracia Nacional, apaleado con barras de hierro por extremistas de izquierda. Y ahora, como entonces, los agresores gozan de una sospechosa impunidad. EL ORIGEN DE LA VIOLENCIA RADICA EN QUIENES LA EXCITAN DESDE EL PODER LO más preocupante, sin embargo, no radica en el oleaje creciente de violencia contra sedes y personas contrarias a la política de Rodríguez y compinches. Lo que más inquieta a los que ya vivimos una situación similar proviene de quienes las alientan con sus invectivas y mentiras desde posiciones de poder. Y no me refiero a la astracanada de Alfonso Guerra para apoyar la candidatura de Simancas en Madrid al exhumar el "tamayazo" de las anteriores elecciones, comparándolo con el holocausto y la bomba atómica de Hiroshima. Ni a la zafia acometida de Sebastián contra Ruiz-Gallardón, conocida y aprobada con anterioridad por la dirección del P(SOE). Igual que hace más de setenta años, se ha impuesto el "todo vale". Basta con escuchar a Rodríguez, Pepino Blanco y a tantos otros de la mandilada para discernir el origen de la "crispación", aunque algunos colegas, fieles al guión y a personales rencores, no pierdan ocasión para trasladarlo al PP, al que unas veces exigen "moderación" y otras, según venga a cuento, le acusen de falta de vigor para el contraataque. Acaso el mayor error del PP, ya cometido por la CEDA en los años treinta, resida en creer en el Estado de Derecho pese a estar despanzurrado. Tampoco difiere en el ámbito de la Justicia lo que hoy ocurre de lo acontecido en los comienzos y postrimerías de la II República (una vez más debo insistir en que la legitimidad republicana fue sustituida por la revolucionaria de la II República Popular). El ministro del ramo, López Aguilar era lo bastante inteligente para enmascarar el juego sucio con templada retórica. Pero la mandilada rodriguezca precisaba un rompedor que acompañara al Fiscal General del partido-gobierno en la tarea de avanzar hacia la utilización sectaria del aparato judicial. López Aguilar fue desplazado para lidiar el toro electoral de Canarias, tradicionalmente uno de los centros masónicos españoles, y su sustituto, que no en vano se apellida Bermejo, nos endosa demagógicas vomitonas verbales, las cuales me recuerdan las que en vísperas de las elecciones del 36 escuché en mítines frentpopulistas (tan metidos estábamos en el rifirrafe político pese a nuestra corta edad que con mi pandilla acudía a mítines de una u otra tendencia, la más de las veces para alborotar). O las que leía en la prensa de muy variada índole a la que accedía. Los actuales déspotas del puño y de la rosa (el puño por los ancestros marxistas y la rosa por la francmasonería iluminista) parece que aprendieron la máxima maoísta e que la política es una guerra sin derramamiento de sangre, mientras que la guerra es una política que la vierte a raudales. Ahora estamos en la primera fase. Pero barrunto que no se cejará en llegar a la segunda si fuera necesario para mantener el poder "a toda costa". Es la causa de que, también "a toda costa", se precise de ETA legalizada y sin entregar las armas, así como de la UME, una guardia pretoriana, equivalente a una división, con superior dotación que un jibarizado Ejército regular. Rodríguez corres el riego, no obstante, de que su mandilada se pase de rosca, amenace con romper el nuevo esquema dispuesto para Europa y los mandiles se vean precisados a voltearlo y sustituirlo por otro sumiso con suficiente inteligencia para la falacia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

España indefensa, libro de Don Ismael Medina Cruz