lunes 28 de mayo de 2007
El cambio tranquilo
ANDONI UNZALU GARAIGORDOBIL
La reciente campaña electoral, en lo que se refiere a los modos, podemos decir que ha sido una especie de muerto viviente con formas claramente anticuadas. Los mítines han sido casi inexistentes; en ningún caso ha habido un acto municipal, sólo con grandes figuras que no hacían campaña local precisamente. Los viejos modos de proselitismo que movían a un número importante de personas ya no son posibles. Esta campaña ha sido, aquí, el reconocimiento de esta verdad. Pero los partidos no han sabido buscar nuevas formas de acercamiento a la ciudadanía. Las pequeñas crónicas que hemos visto en los telediarios resultan de una artificialidad manifiesta; un montón de actos, supuestamente electorales, en los que sólo están el candidato y su 'troupe' filmados por los cámaras que les acompañan. Ya no es posible la ilusión de que detrás de la cámara hay gente, porque sabemos que no hay nada, sólo paisaje. Esas crónicas de candidatos hablando al micrófono, de forma literal, han resultado especialmente patéticas. La crónica televisiva requiere, para ser creíble, cierta verosimilitud. El uso de técnicas alternativas ha sido casi inexistente (bueno, está el famoso vídeo del alcalde de Galdakao, que al parecer no ha tenido incidencia electoral). Si de algo hay que hablar de esta campaña es del abandono de las viejas formas de comunicación de los partidos, pero sin que hayan encontrado, aún, nuevas maneras más dinámicas con las que poder llegar a sus posibles votantes, lo que ha dado, junto a otras razones, una sensación de aburrimiento.Claro que 'los otros', que me parece una buena forma para denominar a los que reniegan del sistema democrático, ésos no han variado. Siguen con el mismo esquema. No sólo no denuncian las múltiples amenazas sino que las reivindican. Resulta significativo ver al honorable secretario general de ANV decir que son como las protestas de las sufragistas de principios del siglo XX, y que tiempo vendrá en que se las considere de la misma forma. O a Floren Aoiz diciendo que el proceso se rompe porque el resto de partidos no han concedido lo que Batasuna pedía. Clarito sí que hablan. Lo que pasa es que no aceptan el sistema democrático; todavía no se han enterado de que democracia no significa 'todo el resto me tenéis que dar la razón'. O tal vez sí, y por eso la atacan.Si en el resto de España la campaña electoral ha sido manipulada con un debate ajeno, planteándola exclusivamente como unas primarias de 2008, aquí no hemos tenido esa desgracia; no ha habido un debate en torno a las elecciones al Parlamento vasco, tal vez a pesar de Ibarretxe. Aunque no sabemos muy bien de qué se ha hablado. Cuando oía al candidato del PP a diputado general de Vizcaya reivindicar el progreso y la modernidad, me acordaba de Bobbio, que decía que el Estado del Bienestar no era resultado fundamentalmente de la socialdemocracia sino del mercado electoral. Al final toda la gente quiere lo mismo: servicios, seguridad y pagar lo menos posible. Sólo el orden de los elementos diferencia a los partidos.Existe el mito de que los cuerpos electorales son inmutables en Euskadi. Por lo que raramente se esperan modificaciones importantes. Yo creo que desde el Pacto de Lizarra ha habido cambios sustanciales en la ciudadanía vasca aunque su traslación mecánica a resultados electorales tenga dificultades. Pero a pesar de todo estas eleciones sí tenían algunas incognitas de interés: a) Qué resultados iba a tener la apuesta en solitario de EA. b) Cómo iban a afectar electoralmente al PNV sus problemas de corrupción en Guipúzcoa y su falta de claridad en el resto de territorios. c) Si el PSE obtendría rentabilidad electoral en Euskadi con la actitud del presidente respecto al 'proceso' o lo que sea eso, junto con esa forma de hacer política diciendo una cosa y su contraria que era antes patrimonio del PNV. d) Cómo funcionaría EB-Aralar. E) Qué pasaría en Navarra. Nafarroa Bai curiosamente no ha utilizado ni una vez la ikurriña en sus actos. Tal vez ésa haya sido la mayor victoria de UPN, aunque pierda la mayoría absoluta.Hoy ya podemos responder a estas preguntas. El cuerpo electoral vasco sabe cambiar de opinión, aunque no sea de forma drástica. La derrota de EA no tiene paliativos, ha sido para ellos una apuesta suicida. Han perdido incluso su bastión más seguro cediendo la Alcaldía al PNV en Bermeo. Veremos si esto tiene consecuencias en el tripartito de Vitoria. Para el PNV, ayer fue un día aciago. Ha perdido terreno en los tres territorios y en Guipúzcoa ha recibido un duro golpe cediendo el primer puesto a PSE. En este territorio han incidido seguramente el empecinamiento de su dirección actual junto con los escándalos de corrupción. En Álava, los peneuvistas se ponen en tercera posición cediendo el primer puesto al PSE. Y en Vizcaya, a pesar de que Azkuna ha aguantado el tipo, retroceden prácticamente en todos los municipios. El PP baja en los tres territorios pero menos que el PNV. La coalición EB-Aralar ha obtenido buenos resultados. El PSE ha sido el triunfador estas elecciones por dos razones: porque ha aumentado en votos en todos los territorios y se convierte en socio necesario para gobernar.Se suele decir que en Euskadi el poder de los dos bandos electorales (nacionalistas y no nacionalistas) no varía, que sólo se dan cambios internos. Esto dejó de ser verdad desde 1986, y a partir de entonces siempre, elección tras elección, el conjunto del nacionalismo ha ido decreciendo aunque sólo esta vez se empieza a vislumbrar más claramente porque el PNV puede empezar a perder poder. Esta vez también ha sido así. La suma de votos del PSE y del PP ha vuelto a aumentar. A lo mejor estas elecciones son más importantes de lo que parece. Se tiene como máxima que los cambios electorales se manifiestan primero en las municipales. Puede ser que las de ayer hayan supuesto el inicio del fin de la hegemonía nacionalista en Euskadi.Terminamos con Navarra. Ha sido seguramente el territorio donde se ha producido el mayor cambio. No sólo por los resultados, sino por la modificación previa que ha experimentado Nafarroa Bai. Probablemente impulsados por el miedo a perder el apoyo de los electores han hecho de la necesidad virtud (bienvenida sea la la virtud en este caso porque Navarra precisaba un discurso tranquilo). Nafarroa Bai ha abandonado la mitología y símbolos del nacionalismo radical. Planteando un discurso sin etnicismos, mucho más cercano a las querencias de los navarros reales. Ha sido un cambiopositivo que ha resultado premiado con los votos, aunque al final se reduzcan las espectativas de primera hora. Pero es verdad que algo ha cambiado en Navarra. Y a mejor.
lunes, mayo 28, 2007
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