domingo 13 de mayo de 2007
Alguien debe escribir cien veces en la pizarra: "Esto no es el Ulster"
Alfonso Basallo
Coinciden foto del Ulster y comienzo de campaña con ANV. A los proetarras y al Gobierno habría que hacerles poner cien veces en la pizarra: "Esto no es el Ulster".13 de mayo de 2007. Si algo quiere ETA en esta segunda transición que se trajina con la complicidad del Gobierno Zapatero es que el mal llamado proceso de paz se internacionalice. En este sentido, el zapaterismo ha echado por tierra la labor de hormiguita emprendida por los Gobiernos de Aznar para convencer a la prensa internacional –singularmente a la norteamericana- de que los etarras y su entorno no son Robin Hood, ni un grupo político separatista… sino una colección de chulo-putas de tercera, un atajo de desgarramantas que desconocen la higiene corporal y no sirven ni para hacer la O con un canuto, pero que se han sacado de la manga una teoría política como coartada para imponer la ley del hampa a golpe de tiros en la nuca. Si se fijan, cada vez que sale en los telediarios los avances del complejo proceso del Ulster, siempre salen las típicas sabandijas dispuestas a comparar el caso norirlandés con el vasco. Lo hizo El País, nada más declarar ETA su "alto el fuego", en marzo de 2006, al sacar parecidos entre Zapatero y Blair, Otegi y Gerry Adams. Y lo han vuelto a hacer otros, con el acuerdo de esta semana y la famosa foto de Martin McGuinnes e Ian Paisley. De ahí la gravedad de la manipulación de la Ser al tergiversar unos comentarios hechos al respecto por el Rey, de manera informal y off the record, en un corrillo de periodistas. Eso se llama arrimar el ascua a la sardina de un Gobierno empeñado en hacer creer que ETA es el IRA, y ANV poco menos que el Sinn Fein. Como Bertrand Duguesclin ante la tragedia fratricida de los Trastámara, la SER ni quita ni pone rey pero ayuda a su señor, se podría decir… Todo esto requiere tres aclaraciones y una reflexión… especialmente ahora que empieza una campaña electoral donde los caballos de Troya abertzales van a volver a las instituciones, estilo Adolf, es decir por la vía democrática. Las aclaraciones:1) En el País Vasco no hay dos comunidades enfrentadas, como en Irlanda del Norte. Lo que hay es, de un lado, unos matarifes que imponen su voluntad a tiro limpio y, de otro, sus víctimas. Estas últimas no devuelven el golpe: renunciaron heroicamente a la violencia porque prefieren creer en la justicia. 2) El Gobierno británico ha ejercido de árbitro y pacificador. El español lo que ha hecho es traicionar a las víctimas, que confiaron en él como garante del imperio de la ley y ahora se encuentran con que el garante ha tirado la toalla cediendo ante los del tiro en la nuca o permitiendo que tipos con 25 asesinatos a su espalda se rían de ustedes paseandose fuera de la cárcel.3) El País Vasco puede ser una unidad… gastronómica pero jamás ha sido política. Efectivamente, la riqueza y variedad de productos y guisos –desde las judías de Tolosa hasta la merluza de Bermeo, pasando por el bacalao a la vizcaina-, le hacen acreedor de una acusada personalidad y bien merecida fama en el buen yantar. Pero políticamente ese país no ha existido nunca. Unas veces ha sido Francia, otras parte del Reino de Castilla, otras del de Navarra. En cuanto a Euskal Herría (las tres provincias vascas más Navarra y otras tres provincias francesas) es un cuento chino urdido por la calenturienta imaginación de Sabino Arana. ¿Euskal Herría? Es un bonito nombre para un restaurante de manteles rojos y vigas de madera con vistas al mar. La reflexión:Al margen de la manipulación de la SER –la misma que se ha prestado a hacer trabajos sucios en el affaire BBVA o en el asalto mediático al poder entre el 11-M y las elecciones del 14 de marzo de 2004-, llama la atención la imprudencia del Rey con aquellos comentarios, por más que tratara de arregarlo subrayando que no había paralelismos entre el Ulster y el País Vasco. La ambigüedad, el hablar a la ligera… es un grave error. Máxime teniendo en cuenta el delicado contexto.Y ya está bien de invocar esa norma no escrita según la cual las declaraciones del rey en corrillos no se difunden ¿Quién lo dice? ¿Por qué? ¿Es que no tienen un interés objetivo? ¿Es que el derecho a la información no es universal? Una cosa es que los medios de comunicación administren con criterio y prudencia las palabras que el rey haga en petit comité… y otra que cuanto salga de su boca sea sagrado como el oráculo de Delfos. Si ningún otro poderoso del orbe –magnate, empresario, presidente, pontífice, científico- es una torre de marfil opaca ante el derecho a la información… y sus palabras se llevan y se traen, se comentan y se analizan y se les da mil vueltas… el Rey lo mismo. Chocan aquí la libertad de expresión con mojigaterías palaciegas más propias del siglo XIX que de nuestros días. A menos que consideremos la figura del monarca como sagrada. Una cosa es que su persona "sea inviolable" (art. 56.3 de la Constitución del 78) y otra que cuanto diga o haga tenga carácter cuasireligioso. De manera que si hace comentarios ligeros, poco matizados, ambiguos o sujetos a la posibilidad de malas interpretaciones, la culpa no siempre la tiene el mensajero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario