jueves 17 de mayo de 2007
Zapatero esquiva a Rajoy sobre ANV
Editorial de 'El Semanal digital'
L A sesión de control al Gobierno, ayer miércoles en el Congreso de los Diputados, estaba cargada de tensión. La campaña electoral por un lado y el permanente enfrentamiento entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy por otro no han servido para que el presidente del Gobierno responda a las preguntas del líder de la oposición, sino para dejar en evidencia a un Ejecutivo que no quiere dar explicaciones sobre ETA y ANV. Zapatero insiste una y otra vez, tanto en los mítines del PSOE como en las sesiones parlamentarias, en que ha aplicado la Ley de Partidos como debía ser aplicada, instando la no inscripción de ASB, como partido continuador de Batasuna, y la no legalización de algunas candidaturas de ANV, que sin embargo conserva su carácter de partido legal y presenta listas en las elecciones municipales y forales del próximo 27 de mayo. Zapatero ha alegado que el Gobierno ha impugnado 386 candidaturas recurriendo a la Ley de Partidos a través de la Fiscalía General del Estado y de la Abogacía del Estado, y que otras candidaturas no tenían elementos objetivos que justificasen su dependencia de la banda terrorista. Sin embargo, con ese discurso, el presidente del Gobierno no responde a las inquietudes de millones de españoles, expresadas por el Partido Popular. En efecto, es difícilmente explicable que haya listas legales de un partido que, como ANV, ha recibido el apoyo solemnes y explícito de los portavoces de Batasuna. Pernando Barrena y Joseba Permach, por ejemplo, han pedido el voto para ANV, tanto en sus listas legales como en las ilegalizadas. ANV es hoy, por declaración de la misma izquierda abertzale, la representación política de Batasuna, es decir de ETA: exactamente el caso previsto, para impedirlo, por la Ley de Partidos. El Fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, declaró hace pocas fechas que sería técnicamente posible ilegalizar ANV y todas sus listas si quedase demostrado el vínculo con ETA. Ese vínculo es público ahora, aunque Zapatero haya evitado referirse a él en el Congreso de los Diputados, rehuyendo las preguntas de Rajoy. Si el Gobierno sigue considerando en vigor la Ley de Partidos no tiene más camino que instar esa ilegalización, para la que no hay excusas. Y desde luego no pueden ser excusa los intereses electorales, que en estos días crispados parecen dominar la vida pública y la acción del Ejecutivo.
miércoles, mayo 16, 2007
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