martes 29 de mayo de 2007
Zapatero no ha tumbado a Rajoy
Wifredo Espina
N I Zapatero ha tumbado a Rajoy, ni Rajoy ha tumbado a Zapatero. Rajoy ha ganado en votos, Zapatero ha aumentado su poder en las instituciones. Si el sistema electoral reflejara fielmente la realidad, el vencedor sería Rajoy. Como no lo es, ha vencido Zapatero. Lo sorprendente es que ni la suma de los errores de Rajoy y la artillería pesada de Zapatero ha podido derrumbar la fidelidad del voto de los populares, que incluso ha subido. Muchos de estos votos, se encuentran incómodos en el PP, pero no pueden ir al PSOE. Cuando encuentran alternativa, como CiU en Cataluña o el PNV en el País Vasco, se van a los nacionalismos moderados. Si no la encuentran, como ocurre en la mayoría de casos, se quedan donde están. Es uno de los motivos de su fidelidad. Bastantes errores graves ha cometido la actual cúpula directiva del PP y muy fuerte ha sido el acoso y derribo hacia este partido por parte del PSOE, que sorprende que el voto popular no haya sufrido una desbandada. Errores como el empecinamiento en la “teoría de la conspiración” en los atentados del 11-M, o como en seguir justificando la intervención en Irak. Y ataques despiadados desde el Gobierno y el PSOE junto a una política de desprestigio y aislamiento. Sin embargo, el voto popular ha resistido. La radicalización, el romper las reglas de juego establecidas en la Transición política, los pactos contra natura y las promesas incumplidas, han asustado y desengañado a muchos ciudadanos que, pese a todo, se agarran a las voces moderadas –Gallardón, Camps, Piqué, Matas, Arenas, y el mismo Rajoy cuando no pierde su identidad- que se levantan dentro del partido conservador. Es el otro de los motivos de esta fidelidad de su voto. Ante el declive de la, en otra hora, fulgurante estrella del Zapatero del talante y la sonrisa, sobre quien ahora están lloviendo tantas facturas de promesas incumplidas y tantos temores por sus apuestas arriesgadas, es muy probable que una rectificación en estrategia y personal en la cúpula del PP –en la línea del “centro liberal avanzado” trazada por Gallardón- le diera grandes posibilidades en las próximas elecciones generales. Es la última oportunidad de Rajoy para mantener y ampliar su voto, sorprendentemente fiel, que le podría llevar a La Moncloa.
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