jueves, mayo 17, 2007

Unidos por la violencia

viernes 18 de mayo de 2007
Unidos por la violencia
EL Pacto de La Meca, en el que una fuerza tan respetada como Arabia Saudí había invertido toda su influencia, ha durado menos de tres meses. Todos los esfuerzos desperdiciados en hacer creer que la paz en Palestina es posible no han pasado de las buenas intenciones de todo el mundo, excepto las de aquellos de quienes se requerían acciones concretas para evitar el derramamiento de sangre. Muchos países habían empezado a hacer gestos muy serios para salvar la distancia política que impide mantener contactos con una organización como Hamas, que no ha abandonado la justificación de la lucha armada, pensando que ello aliviaría las tensiones y favorecería las tendencias apaciguadoras. La realidad es muy distinta, unos y otros, en Palestina, han preferido hacer caso omiso a cualquier recomendación apaciguadora. Definitivamente, los últimos acontecimientos prueban que si hay algo que une a los palestinos es la devoción por la violencia.
No le puede extrañar a nadie que ante semejante espectáculo por parte de los palestinos, Israel haya respondido con el uso de la fuerza al lanzamiento de cohetes contra sus ciudadanos. Los ataques aéreos en Gaza no ayudan en absoluto a la mejora de la situación, ni pueden justificarse como una contribución a la estabilidad, pero los militares israelíes no pueden ser señalados en este caso como responsables de la violencia.
Por desgracia, la voz de los dirigentes palestinos moderados no tiene ninguna influencia sobre el terreno. Después de unas semanas de titubeos, todos los informes indican que la violencia ha encendido la terrorífica dinámica de la cadena de venganzas. Cualquier alto el fuego o tregua que se proclamase en estos momentos no sería más que un simple intermedio en una espiral que se ha incrustado tanto en las filas de los militantes de Hamas como en los seguidores de Fatah. Los llamamientos a la paz caen en saco roto.
La necesidad de un Gobierno palestino de unidad nacional es ahora más acuciante que nunca, y sin embargo esta llamarada de violencia hace temer que tal posibilidad sea definitivamente un espejismo. Se culpará al bloqueo internacional, a la confiscación de fondos por parte de la aduana israelí, pero lo único cierto es que desde la victoria de Hamas en las elecciones del año pasado, la situación no ha cesado de deteriorarse. Los radicales han sido sometidos a un estricto escrutinio por parte de la comunidad internacional, esperando que diesen pruebas de que estaban dispuestos a hacer un esfuerzo para el beneficio de la paz en Oriente Próximo, pero en todo este tiempo no han contribuido más que a favorecer la inestabilidad, en muchos casos siguiendo instrucciones directas de fuerzas ajenas al conflicto que, como Irán, están siempre dispuestas a contribuir al desorden en las guerras donde Occidente intenta promover la paz. Muchos se preguntan si la situación empeorará en Palestina si no hay Gobierno de unidad. Otros se preguntan si es acaso posible que las cosas puedan ser aún peor de lo que son ahora.

No hay comentarios: