lunes 4 de junio de 2007
MANUEL FERNÁNDEZ AREAL CATEDRÁTICO EMÉRITO DE PERIODISMO
de aquí y de allá
Políticos y periodistas
Estoy de acuerdo con la mayoría de mis colegas periodistas, y especialmente con Wifredo Espina, que me acaba de hacer partícipe de su pensamiento sobre el tema de hoy, en relación con no pocos abusos de medios supuestamente informativos en torno a las elecciones últimas en España, en que en la profesión de periodista no se puede actuar como político cuando se está haciendo información.
Otra cosa es la opinión, aunque la opinión ha de ser honrada, leal; quiero decir que si uno opina, con su firma, sobre hechos, personas, partidos políticos, habrá de hacerlo respetando la realidad, los hechos, y advirtiendo claramente que esa opinión, amparada y avalada por su firma, es suya. Y así, nadie se llamará a engaño.
¿Los periodistas no son ciudadanos normales y, por tanto, obligados como todo el mundo -según su conciencia y preferencias- a tratar de que el país vaya bien, a votar, a participar en la vida pública si son llamados y les apetece, etc? Claro que sí. Lo que digo es que cuando se está actuando profesionalmente, como informador o como columnista de un diario por ejemplo, ha de quedar claro que uno no toma partido, en contra o en perjuicio de alguien o de alguna otra postura, al margen de los hechos y sin consideración a la verdad.
Uno puede ser forofo de tal o cual postura política, pero si está haciendo información, no debe tergiversar los hechos y arrimar el ascua a la postura que a él le gusta.
Siempre ha sido una regla de oro profesional -y un deber, claro- la distinción entre hechos -Información- y Opinión. Uno puede opinar, pero ha de quedar claro que está opinando. Esto, a algunos periodistas -realmente se les podría llamar más "comunicadores" que periodistas- no les gusta nada. Ellos sabrán por qué.
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