miércoles, junio 06, 2007

Carmen Tomas, La emenaza explicita de ETA tendrá efectos economicos incontestables

La amenaza explícita de ETA tendrá efectos económicos incontestables
Carmen Tomás

Asumir el fracaso, rectificar los errores, Estado de derecho y elecciones son las únicas salidas a la amenaza de la banda de provocar más dolor y muerte, y a su reflejo en el bolsillo.

7 de junio de 2007. Ya mis compañeros en estas mismas páginas han escrito en las últimas horas las consecuencias políticas que sin duda tiene la ruptura por parte de ETA del alto el fuego permanente y cómo el Gobierno no ha reaccionado cómo la mayor parte de la sociedad española desea frente al pulso que nos ha hechado la banda terrorista. Una posición gubernamental que debería pasar por la asunción del fracaso, la ilegalización de Batasuna y la convocatoria de elecciones generales. De momento, no parece ni mucho menos que esa sea la intención de Zapatero, que se ha encastillado, y poco menos el plan es echar al PP la culpa de la fortaleza de ETA "por haber hecho del terrorismo una cuestión de permanente confrontación con el Gobierno".Estos mensajes hay pocos españoles que ya se los crean, hartos de las vacilaciones, de las palabras calculadas, de las cesiones y ahora del ridículo, pero también del miedo y la vergüenza de comprobar que después de muchos meses de cesiones, estamos mucho peor que estábamos y con la amenaza de un atentado. Las consecuencias políticas deberían estar pues bastante claras. Zapatero se ha equivocado al entender que con la banda terrorista se podía negociar, ha puesto al Estado de derecho en el filo de la navaja y el resultado es que ETA está en las instituciones y que amenaza con volver a matar como ya lo hizo en la T-4 de Madrid el 30 de diciembre pasado.Pero, hay otras consecuencias, en este caso económicas, que va a tener y a corto plazo la vuelta sin paliativos de ETA al asesinato, a la amenaza. España es un país que vive en gran parte del turismo. Los fondos que aporta este fuente de ingresos son imprescindibles para el engranaje de la maquinaria económica. La imagen que ha dado España y sobre todo la decisión de que aún matando y chantanjeando pueden tener al país en vilo, tendrá consecuencias graves en el sector. ¿Quién viene a un pais amenazado por una banda terrorista armada de nuevo y con capacidad real de matar? ¿Qué alemán, por ejemplo, deseoso de sol y playa, va a decidir pasar sus vacaciones en un país en el que no se sabe cuándo y cómo sufrirá un atentado?El momento económico no es además el más relajado para que el turismo también falle. Estamos viendo cómo en los últimos meses hay datos que empiezan a mostrar signos de agotamiento. La evolución de la economía ya no es para nadie un secreto que va a ir a peor. Vamos a una ralentización que sólo tiene una incógnita: cuánto tiempo y con qué intensidad va a afectar al empleo. Por ahora, se sigue creando empleo y la destrucción de puestos de trabajo, aunque ha cambiado también de tendencia, aún no es preocupante.Sin embargo, es ya un hecho que la construcción se ralentiza, al igual que el consumo, las dos patas en las que se ha asentado el modelo de crecimiento de la economía española en los últimos 12-13 años. Es imposible advertir a partir de los pocos datos que tenemos que, como se está lanzando desde el Gobierno, estemos cambiando el modelo de crecimiento. Entre otras cosas elementales porque no se ha hecho ninguna reforma. El Gobierno se ha limitado a mantener las cosas, y sin cambios dan de sí lo que dan de sí y el crédito dura lo que dura.Estamos en un momento delicado por la ralentización de la construcción, la subida de los tipos de interés, la caída del poder adquisitivo de los salarios y el endeudamiento, que supera el 125% de media, casi ya en los niveles de los norteamericanos. Por tanto, añadir otro punto de debilidad, de preocupación a la situación actual, como es sin duda la amenaza pura y dura del terrorismo de ETA, es de una intranquilidad extrema. Ya del País Vasco han tenido que exiliarse unas 200.000 personas. La falta de libertad, la extorsión, el chantaje han hecho inviable para muchos vascos seguir trabajando o sencillamente viviendo en el País Vasco. Vamos a ver qué ocurre ahora. En gran medida va a depender de la firmeza con que afronte el Gobierno este embite de la banda terrorista. El PP ya se lo ha dicho muy claro: sólo hay que rectificar y volver a la unidad de los demócratas en el Pacto Antiterrorista. Sólo desde la firmeza del Estado de derecho veremos cómo de nuevo la banda se debilitará y volverá a la situación de cuasi derrota que vimos en los últimos años de gobierno del PP. Los paños calientes ya no valen, con ETA en las instituciones gracias a Zapatero. Zapatero no ha querido enterarse de la verdadera naturaleza de los terroristas y nos ha embarcado en una aventura que ha tenido este final bastante anunciado. Si no rectifica seriamente tendremos más dolor y muerte y desde luego más datos para la preocupación sobre la marcha de la economía española y la imagen de nuestro país en el exterior, cuando necesitamos fondos a mansalva para seguir pedaleando.

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