jueves 2 de agosto de 2007
Lo que han costado las enfermeras búlgaras Inocencio Arias
Hablábamos en estas páginas hace una semana del vistoso papel desempeñado por Francia y por la mujer de su presidente en la liberación de las enfermeras búlgaras en Libia.
Hoy, a través de la prensa francesa y alemana, trasciende lo que ha obtenido el régimen de Gadaffi por perdonarlas. No es poco y el tema muestra cambalaches diplomáticos no del todo edificantes. Las revelaciones vienen de la autorizada boca de Saif Al Islam, hijo de Gadaffi, que ha querido hablar en inglés con la prensa francesa para que no hubiese malentendidos. De sus palabras se colige que Libia habría obtenido dos importantes contrapartidas:
a) Judicialmente, los jueces escoceses examinarían de nuevo la petición de extradición a Libia del agente secreto de ese país, Ali Al Megrahi, que purga pena en Escocia como responsable del atentado contra el avión comercial que explotó en Lockerbie en 1988 causando la muerte de 270 personas; tema que conllevó una condena de la ONU y el aislamiento de Libia durante años. b) Militar y económicamente, Libia adquirirá de Francia material militar, misiles antitanque por valor de 100 millones de euros (la primera operación comercial militar con Occidente en los últimos años), y hay tratos para otras ventas similares, los representantes de dos empresas de armamento galas están ya en Trípoli, etc. El premio gordo es que Francia estudiará proporcionar una central nuclear a Libia, ¿para desalar agua del mar?, ¿para venderle energía a Italia...? Este proyecto ha levantado ampollas en Alemania, donde deben de estar preguntándose de qué sirve portarse bien en el embargo de cierto material a determinados países si luego un socio y amigo, aprovechando una actuación humanitaria, “te madruga”.
Saif Al Islam ha dicho con toda franqueza que su país vive “un momento de oro” con Francia y, más sorprendentemente, que cree que las enfermeras han servido de “chivos expiatorios” para juegos que se desarrollaban a grandes alturas. Harto fascinante.
Sarkozy ha repetido hoy, no obstante y como era de esperar, que no ha habido contrapartida en la liberación. La oposición socialista protesta y dice que Libia no puede ser un socio militar de Francia. Si los papeles de Gobierno y oposición estuvieran cambiados oiríamos las mismas frases. Milagros de la política.
miércoles, agosto 01, 2007
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