miércoles, agosto 29, 2007

Antonio Elorza, Circulo negro

Círculo negro
30.08.2007 -
ANTONIO ELORZA

Las aguas vuelven a su cauce. Después de varios intentos fallidos, ETA ha conseguido colocar un artefacto explosivo en un cuartel de la Guardia Civil, como en los viejos tiempos. Mala suerte para los patriotas: no hubo víctimas entre los enemigos de Euskadi y sí muchos destrozos para los vecinos, que es lo que más preocupa en Euskal Telebista. Rubalcaba acierta: los etarras tienen pésimas intenciones y queda probado que ETA es dueña y señora de las decisiones en la izquierda abertzale. Entretanto, el Gobierno vasco sigue en sus trece de culminar su impoluta trayectoria de defensa democrática de la paz, anunciando una 'consulta', con plena independencia de lo que haga ETA. No faltaba más: ETA no va a condicionar la política vasca, advierte el 'ex' guipuzcoano Antton Karrera, hoy hombre importante en EB. Tanto los de Ibarretxe como Rubalcaba descubren algo que pocos sospechaban: Batasuna carece de autonomía y está enteramente subordinada a los dictados de ETA. Eureka. No sólo eso, como prueba el hecho de que Barrena clame en nombre de los batasunos contra un Gobierno al que según él corresponden todas las responsabilidades por rechazar la intachable propuesta de paz elaborada por ETA. Y ANV, nueva sorpresa pues era desproporcionado según el Tribunal Constitucional excluirla por una supuesta vinculación con Batasuna, se comporta ante el atentado como lo que es, como Batasuna. La vicepresidenta del Gobierno comenta este comportamiento de ANV: es «indecente». Y vuelve a invocar «la unidad de los demócratas».Si los protagonistas de esta farsa trágica lo desean, podemos seguir así dando vueltas por mucho tiempo. Las palabras llevarán siempre sobre sí encubrimientos, falsedades y eufemismos. Afrontar la realidad será de una total incorrección política y mientras ETA atenta y mata cuanto sus recursos le permitan, la única luz que se ve al otro lado del túnel es la que proporciona la hasta ahora eficaz actuación policial, con el apoyo inestimable del presidente francés. Al sur de los Pirineos, mientras el PP protesta de todo, la firmeza del Gobierno en la actualidad para nada garantiza un futuro sin nuevas experiencias de 'diálogos' que, sobre ser ineficaces, tienen lugar con un desprecio total a las exigencias de veracidad y transparencia democráticas, y, en fin, para cerrar el círculo, a Ibarretxe y su tripartito no se les ocurre otra cosa que aprovechar el regreso abierto del terror para así poner a la venta una vez más su mercancía de autodeterminación a la sombra de las bombas de ETA. En suma, estamos ante una maraña que tiene un solo origen: los distintos actores diseñan sus estrategias atendiendo exclusivamente a sus propios intereses, desconociendo voluntaria o inconscientemente que los datos del problema son muy claros, y que en todo caso encubrir aquéllos que pueden ser relevantes sólo sirve a su perpetuación.Pensemos en la involuntaria convergencia entre las declaraciones del ministro Rubalcaba y las del radical Barrena. Rubalcaba informa de que en las negociaciones del pasado año, el principio de acuerdo en la mesa de negociación realmente existente con Batasuna y PNV se vino abajo porque ETA lo echó abajo, y Batasuna se limitó a seguir órdenes. Por su parte, Barrena inculpó al Gobierno por cuanto sucede y puede suceder, esto es, los crímenes de ETA, ya que en la negociación mencionada rechazó la propuesta etarra. Esto último constituye una óptima ilustración de lo que representa el 'diálogo' en versión abertzale: reunirse para ceder en todo, so pena de legitimar el ejercicio del terror. En cuanto a Rubalcaba, su valoración es precisa, pero falta un detalle: ya que lo menciona, había que proporcionar a los ciudadanos de una vez la versión oficial sobre el contenido de ese preacuerdo, la pieza clave para saber si el Gobierno actuó razonablemente o si abrió un camino incompatible con la Constitución. Para reivindicar la adhesión de todos los demócratas a la política vasca de Zapatero, más allá del respaldo a la acción policial, hace falta proporcionar esa información. Con la fe del carbonero proclamada por apologistas en la línea de la hoy olvidada 'derrota de ETA', gestos de aparente firmeza y medias verdades puede alcanzarse una victoria electoral para el PSOE en 2008. Aquí y ahora en Euskadi, nada. Y son preocupantes las palabras del presidente, poniendo por delante de todo esa unidad de partidos, como si fuera lo esencial para acabar con ETA, sin hacer por otra parte nada para propiciarla. Puede ser el primer paso para vender la averiada mercancía de que en esto también la culpa es del PP. No menos preocupante es la renacida pugna PP-Gobierno sobre la ilegalización de esa ANV que nunca debió entrar en la legalidad, entre otras cosas porque como tal ANV no existe. Es una máscara, testaferro político de ETA y de Batasuna, y eso lo saben Zapatero, Ibarretxe, la vicepresidenta, Rajoy, siempre fuera de sitio en sus exigencias. Lo sabemos todos desde el principio, aun cuando las actuaciones del fiscal general del Estado y del Constitucional sugieran una ingenua ignorancia. Otra cosa es que sea fácil poner a ANV en su sitio después de la resolución del Constitucional. Y otra cosa es que el Gobierno tenga la voluntad de llamar a las cosas por su nombre y de actuar en consecuencia. La no condena de ANV del atentado de Durango, que se acompaña además de una condena rotunda de la política vasca del Gobierno, en fiel seguimiento de Barrena, nada tiene de «indecente»: es el comportamiento lógico de quien está al servicio del terror.Un terror que viene bien a Ibarretxe, a los radicales de su entorno y a sus acólitos de izquierda, para agitar la charca, volviendo a poner sobre la mesa un referéndum encubierto que avalara una futura autodeterminación, en el camino para la Euskal Herria independiente. Con ETA matando de nuevo, no existe al parecer nada mejor para la curiosa versión de la democracia vasca que impulsa nuestro corredor ciclista de fondo. Una autodeterminación con la pistola sobre la sien y sugiriendo que con ella, dando la razón a ETA por lo menos en la CAV, se llegará a 'la paz'. De hecho, el estupendo regalo ofrecido por Ibarretxe, Errazti y Madrazo a la sociedad vasca supone dar forma a una pinza con ETA, destinada a sofocar el esfuerzo de los demócratas para acabar con la violencia. ETA tendrá una coartada más para seguir matando, ya que Madrid niega a los vascos 'la capacidad de decidir'. Y el lehendakari, si es posible apoyado por Egibar al frente del PNV, seguirá con el viejo deporte rural del árbol y las nueces. Batasuna es ya para su Gobierno el instrumento político de ETA, pero la oposición a la Ley de Partidos se mantiene. Del todo coherente. Sin ironía. Único obstáculo para la materialización de este óptimo técnico abertzale: una previsible derrota de ETA por la policía y el Estado de Derecho. Claro que si el Gobierno español vuelve a aprovechar la coyuntura favorable como en estos últimos dos años, la rueda seguirá girando indefinidamente.

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