Todos contra el aborto: por principio y por votos
30 de agosto de 2007Debo reconocerles que me gusta, muy a menudo, cómo escribe aquí en la red José García Domínguez. Suele ser más ameno que yo, y se lo recomiendo. No puedo sin embargo estar de acuerdo con su última carga contra don Manuel Fraga, a cuenta de una supuesta derecha, supuestamente liberal, supuestamente perjudicada por la existencia del actual alcalde de Madrid y de la pretérita Alianza Popular. Sea lo que sea la derecha –ni hoy ni aquí vamos a aburrirnos con este viejo debate- tengo para mí muy claro que hay una derecha liberal, pero que no puede ser la única, que no es obligatorio amar a Fraga y a Gallardón pero sí es imprescindible reconocer su papel –y no cualquier papel- en una derecha plural que quiera conquistar y mantener una mayoría natural en España. No lo logró AP, pero mucho menos lo lograría hoy una secta cerrada que convirtiese en dogma una cierta idea del liberalismo.¿Y entonces? Un centroderecha variado, plural, abierto en estilos, en personas, en ideas, y unido en dos aspectos esenciales: un proyecto político para España y unos principios.Por ejemplo, aquí, en mi casa, para que me entiendan mis vecinos y mis amigos: el centroderecha puede tener muchas opiniones sobre quién haya de ser del senador autonómico, o el presidente de la Mancomunidad de Pamplona, o unos cuantos cargos, carguitos y carguetes, puaj; podemos discutir si Navarra necesita un gastar 0´7 ¡o más! en dádivas a Ultramar; podemos opinar cosas distintas sobre Guenduláin, la Ley del Suelo, las VPO y los negocietes y demagogias en torno a ese asunto; podemos pensar cosas más o menos groseras sobre la acomplejada tentación de ceder ante el PSOE y los abertzales en temas de educación; qué duda cabe que podemos discutir el buen o mal gusto de los sastres de unos y otros; podemos dudar si el Impuesto sobre el Patrimonio debe suprimirse hoy o mañana. Sobre todas estas cosas habría diferencias de opinión incluso entre García Domínguez y yo, entre Del Burgo y Sanz, entre Fraga y Gallardón. Pero pese a ello podríamos construir juntos un proyecto político, coherente y atractivo; y sostendríamos juntos unos principios.¿Qué principios? Otro día empezaremos a hacer una lista, pero les pongo un caso: juntos nos opondríamos a la propuesta de este jueves de PSOE-PSN, IU y Nafarroa Bai de que se aborten niños en Navarra. Sólo hay una respuesta posible a esa pregunta: no. Si socialistas, comunistas y abertzales quieren votar a favor de semejante cosa, que lo hagan; si consiguen presionar a algún médico, enfermero o auxiliar del Servicio Navarro de Salud para que se preste a hacerlo, adelante. De todos ellos se conocerán los nombres, y los parlamentarios implicados se lo explicarán cara a cara a la gente.Pero, por principios, nadie en UPN, ni creo que en CDN, ni en el PP si lo hubiese aquí, votaría a favor de esta sangrienta … ocurrencia. Es más: si la propuesta es aprobada en el Parlamento, no olvidemos que Miguel Sanz tiene según la nueva redacción del Amejoramiento poder para disolver dicho Parlamento. Y sin duda, para cualquier centro, centroderecha o derecha en estas latitudes, salvar la vida de un solo niño es razón más que sobrada para esa medida, por contundente que parezca. Sin duda, antes los principios que los intereses ¿Ven como es sencillo ponernos de acuerdo?
viernes, agosto 31, 2007
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