GARGANTA PROFUNDA
Rajoy, enfadado con Gallardón, pone tierra política de por medio
Elsemanaldigital.com
"No tiene remedio", dice algún marianista del alcalde de Madrid. Las aguas bajan demasiado revueltas en Génova. Y, como en el bolero, Rajoy piensa que la distancia es el olvido.
31 de agosto de 2007. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha interrumpido a conciencia los lazos que le unían al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. La gota que ha colmado el vaso han sido las prisas --"la suficiencia", señalan en el cuartel general del PP--, del regidor por hacerse un hueco en las listas al Congreso, una polémica sobre la que parte de los dirigentes populares consultados por Garganta Profunda opina que "le ha hecho un flaco favor" a Rajoy.El distanciamiento es por ahora de tal calibre que, según ciertas fuentes, Rajoy y Gallardón no se han hablado a lo largo de agosto. "No ha habido comunicación entre ellos" fue la frase textual de un dirigente de la sede de Génova. La reyerta que las propias filas del PP han alentado este mes ha molestado mucho a Mariano Rajoy. Este miércoles, el presidente del partido se reencontró con el alcalde de Madrid en el funeral del escritor Paco Umbral y evitaron hablar del espinoso asunto.Lo que en las últimas horas no se atrevía a aventurar nadie en la sede de Génova son las consecuencias que este desencuentro entre Rajoy y Gallardón va a tener en las inminentes aspiraciones del alcalde de Madrid. Y eso que el líder del PP había puesto todas sus simpatías en el regidor. "Mariano le sentó junto a él en maitines y le invitó a asumir más responsabilidades en el partido. Se había propuesto reinsertarlo de una vez por todas, pero Alberto se lo está poniendo imposible", dicen. No han bastado los brazos abiertos del presidente del Partido Popular para evitar que el alcalde de Madrid haya vuelto a ser el "patito feo" del centro-derecha. O, quizá, es que dentro de sus propias filas jamás dejaron de considerarlo como tal. En cualquier caso, la consigna ahora en el principal partido de la oposición es la de no dar más cuartos al pregonero. No debe hablarse sobre las listas electorales, que no se abordarán hasta que se convoquen las elecciones generales, es decir, hasta finales de diciembre o primeros de enero, y menos aún sobre sucesiones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario