jueves, agosto 30, 2007

Jose Javaloyes, Los secretos electricos del corazon y del mercado

jueves 30 de agosto de 2007
Los secretos eléctricos del corazón y del mercado José Javaloyes

Han contado médicos con autoridad plena en la materia, a propósito de la dramática muerte de Antonio Puerta, sobre cómo atletas en la plenitud del vigor y en la flor de la vida, por virtud de un disparo eléctrico o por causa de no se sabe qué, se produce un cambio caótico en los fluidos más íntimos de la energía que mueve el corazón. Y sucede entonces que el esplendor de la vida se desploma sin más sobre el esplendor que había en la hierba del estadio.
Ocurre a veces que las situaciones propias de la política o de la economía comparecen en su conjunto, o contienen cuadros singularizados, de grupos o de individuos, que presentan también normalidad y vigor ejemplares. A nadie se le pasa por la cabeza que tales cuadros, tan brillantes en su plenitud de vigor y fuerza, puedan llevar en su interior, frente a toda probabilidad imaginable, un potencial de cambio como el del rayo que se dispara y fulmina el paisaje al iluminarlo por última vez
Sospechas así, como lo que ejemplifica la tragedia de este futbolista, y la evidencia de que más aun que la plenitud, lleva en su seno la propia probabilidad estadística del disparo si no de la muerte, sí de un cambio —variablemente catastrófico o discutiblemente previsible— que descompone, disgrega y altera las condiciones generales de la situación.
No siempre es obligado recurrir a las matemáticas del caos para resolver los problemas que se generan y los disparos que se producen en situaciones especialmente fluidas. Como las de los gases entubados en las pipe lines.
Determinados niveles de presión originados en la economía, si es que trata de materia política la que está en proceso; o en la política, si es que se trata de materia económica, sí originan perturbaciones, problemas, que demandan tales recursos analíticos. Pero en lo normal no se llega a tanto.
Una cosa es que no se vea y otra que no se quiera o no interese ver, que concurren factores normalmente detectables, y perfectamente capaces de darle con una descarga eléctrica la vuelta al escenario, en un momento dado y mientras transcurre el espectáculo de la normalidad…
¿Qué podría ocurrir, por ejemplo, si en las oscilaciones normales de la Bolsa, que ahora parecen tenerle tomada con el ladrillo, se cruza la onda final de la perturbación que causó el comportamiento irregular de órganos reguladores del mercado frente a la Opa de E.On sobre Endesa?
La descarga eléctrica, de origen probablemente exterior, podría producir efectos de muerte súbita para una situación que, quizá precipitadamente, se da por consolidada cuando, de forma complementaria a lo primero, a la irregularidad en los reguladores, se angostan los accesos judiciales para los movimientos defensivos de Endesa.
¿En qué quedaría soportado el apalancamiento de una de las dos opciones empresariales que han prevalecido como vencedoras? Los bancos armadores de la operación pudieran estarse ya tentando la ropa cuando el ladrillo, como la propia carne mortal que tan brillante lucía, se convierte en polvo, humo y ceniza. El mercado, como el corazón, es capaz de vengarse con sus secretos eléctricos.
jose@javaloyes.net

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