Enrique Ortego, Respeto para la seleccion

miercoles 22 de agosto de 2007
Respeto para la selección
POR ENRIQUE ORTEGO
Es evidente que no hay más responsable y culpable de que el vetusto estadio del Paok sea un patatal donde no se puede jugar al fútbol que la Federación Griega, pero también es verdad que sólo se quema quien juega con fuego. Y la Federación Española de Villar, en su afán recaudatorio, sólo piensa en sus intereses económicos y sociales, nunca en los futbolísticos de su equipo nacional. El verano pasado viajó hasta Islandia invitada al 60 aniversario de aquella Federación; ayer, otras cuatro horas de viaje y palizón al canto —se vuelve hoy de madrugada— para complacer otro compromiso social de su presidente y disputar el homenaje a Zagorakis, el jugador que más veces ha vestido la camiseta de la selección griega (119) y ahora presidente del Paok.
Lógicamente, la Federación no debe renunciar a esta fecha que le habilita el calendario internacional para disputar un amistoso, pero también podía tener un poco más de tacto y celebrarlo en casa, o en su defecto en algún país mucho más cercano y que no suponga una paliza semejante para los jugadores a cuatro días de comenzar la Liga. En cualquier caso, debe exigir al rival que el partido se dispute en un escenario con un mínimo de garantías. Los jugadores van a regresar a sus clubes auténticamente machacados y lo que es peor, después de perderse unos cuantos día de trabajo que, en pretemporada, son vitales. El ensayo del lunes fue liviano, ayer no se pasó de los estiramientos en el hotel y los que no jueguen hoy o lo hagan un rato volverán a casa agotados y frustrados.
La selección y los clubes que pagan a los jugadores merecen un respeto y una profesionalidad. Pero pedirle eso a Villar a estas alturas es una auténtica quimera. Va a lo suyo.