miercoles 27 de junio de 2007
Se dispara el consumo de cocaína
MERECEN una seria reflexión los datos sobre consumo de cocaína que ofrece un informe de la Oficina de la ONU Contra la Droga y el Delito hecho público en Ginebra. Resulta alarmante el aumento de la tasa de consumo en España, que supera por primera vez a la de Estados Unidos y cuadruplica la media europea. Algunos datos son especialmente llamativos: entre ellos, que uno de cada cinco consumidores europeos se encuentra en nuestro país, que hay un incremento notable en los institutos de Enseñanza Secundaria y que la localidad de Miranda de Ebro (Burgos) está por delante de Londres, París o Madrid en la media de rayas de cocaína por mil habitantes. Conviene destacar también que el consumo se ha disparado en la franja de edad que corresponde a la población adulta, en concreto entre 35 y 64 años, mientras que entre los más jóvenes el incremento se produce de forma moderada. Esto quiere decir que no han funcionado correctamente las políticas de rehabilitación, puesto que se trata del segmento de edad de quienes empezaron a consumir en los años 90.
Será difícil, no obstante, erradicar estas conductas de unos jóvenes que a lo largo de los últimos años han adquirido hábitos muy arraigados, a los que no están dispuestos a renunciar. Es urgente, por tanto, activar los mecanismos de ayuda sanitaria y psicológica para hacer frente a un problema que lleva consigo sin remedio un drama humano y familiar. El Ministerio de Sanidad tiene que reforzar las medidas preventivas, sobre todo en el ámbito escolar, pero también insistir en la labor de «desenganchar» a ciertos consumidores habituales, que parecen incapaces de superar una situación tan peligrosa. Es interesante comprobar que se ha estabilizado el consumo de cannabis, lo que permite un cierto grado de confianza en la eficacia de determinadas medidas, si bien el perfil personal y sociológico de los consumidores suele ser diferente en uno y otro caso.
El departamento que dirige Elena Salgado, en cooperación con Interior y las comunidades autónomas, tendrá que estudiar a fondo los datos y ofrecer soluciones prácticas. Influyen en el consumo factores de muy variado tipo, lo que exige, por una parte, actuaciones policiales para evitar la excesiva facilidad con la que circula el producto y, por otra, ayudas efectivas a los drogodependientes hasta conseguir poco a poco una rehabilitación completa. Deben aplicarse con el máximo rigor las sanciones a los traficantes y los intermediarios sin escrúpulos que se benefician de este comercio inmoral, que puede causar la muerte de los más débiles. Alertar a los padres y profesores para que estén vigilantes y favorecer la ayuda psicológica a quienes todavía están en condiciones de atender a razones son medidas complementarias de intereses. En todo caso, no hay ningún motivo que justifique la presencia de España en las posiciones de primer rango de esta sombría clasificación.
miércoles, junio 27, 2007
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