jueves 7 de junio de 2007
La justicia de goma Germán Yanke
De Juana Chaos, trasladado a una prisión de Madrid porque “las circunstancias han cambiado”, según la versión del ministro del Interior. El juez Garzón prohíbe el viaje previsto por Otegi y Barrena a Sudáfrica en un auto que hace referencia al “momento presente”. Está por ver qué ocurre y cuál es la posición de la Fiscalía en los asuntos que el portavoz de Batasuna tiene todavía en los tribunales. Algunos especulan con la posibilidad de que el Gobierno inste actuaciones judiciales contra ANV. Otros con inmediatas detenciones de terroristas, a la vista de cómo han cambiado las cosas.
Primera observación. Cuando se concedieron beneficios penitenciarios a De Juana, la opinión pública fue informada de que la decisión se fundamentaba en el Derecho y no en las circunstancias del “proceso” e incluso, con el optimismo ingenuo que ha presidido tantas concesiones, de que iría a su casa controlado telemáticamente en cuanto se recuperara. Cuando se permitieron viajes al extranjero a dirigentes de Batasuna, la opinión pública fue informada de que no se trataba de concesiones, sino del ejercicio de sus derechos individuales.
Segunda observación. Todo lo que ahora se convierte en una actuación “firme e inteligente” del Estado de Derecho era lo que el PP solicitaba y el Gobierno le negaba reprochándole criticar la política antiterrorista oficial.
Tercera observación, más allá de las dos primeras. Los cambios de actitud del Gobierno, y de algunos jueces, dan la impresión de que tienen un concepto de la Justicia como algo de goma, que se adapta no a la voluntad del legislador, sino a las circunstancias, al momento presente. Resulta inquietante desde el punto de vista de la reivindicación de la seguridad ciudadana y de la posibilidad de que cada cual sea un justiciable u objeto de las medidas represoras del Gobierno. El futuro ya no depende de la letra de la ley, sino de las circunstancias cambiantes en cada momento. Si el cumplimiento de la ley está supeditado a las estrategias políticas, estamos aviados. Quizá ya lo estábamos hace tiempo.
Y coda. El PSOE y el Gobierno, a punto de darse de bruces con las nuevas circunstancias y a pesar de las llamadas a la unidad, arremeten contra el PP, incluso cuando su reacción ha sido más moderada de lo que los pesimistas podrían esperar. Los ataques al adversario no son sino una forma —tosca, ineficaz— de salvar los muebles, es decir, de mantener la otra unidad, la del partido, buscando un enemigo exterior. Porque se les están cayendo los palos del sombrajo.
miércoles, junio 06, 2007
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