lunes 4 de junio de 2007
La tentación
FLORENCIO DOMÍNGUEZ
Hace cuatro años, en cinco municipios de Navarra (Estella, Sangüesa, Tafalla, Burlada y Barañain), UPN fue la lista más votada. Los resultados, sin embargo, hacían posible que el PSN arrebatara las alcaldías a los foralistas si aceptaba el apoyo de los nacionalistas que en aquel momento todavía no habían desandado el camino del pacto de Lizarra. La tentación de conseguir poder fue irresistible y el PSN se hizo con las alcaldías. En las recientes elecciones, UPN ha conseguido la mayoría absoluta en tres de esas localidades y ha mejorado sus resultados en las otras dos.Los socialistas navarros se encuentran en estos momentos en una situación parecida a la de hace cuatro años, pero no en cinco municipios, sino ante el Gobierno de Navarra. La tentación es, por tanto, mucho más fuerte que entonces. Los datos que se van conociendo revelan que el número de dirigentes del PSN dispuestos a morder la manzana que le ofrece el nacionalismo es muy elevado.Hay auténtico hambre de poder -en todos los partidos lo hay, por otro lado-, en especial entre los sectores más jóvenes y ello hace que caigan en saco roto las advertencias de los más veteranos, por ejemplo las que hacía ayer en 'Diario de Navarra' el ex consejero del PSN en el Gobierno foral José Javier Arraiza, partidario de un pacto que incluyera, además de a su partido, a UPN, CDN e IU, un pacto que estaría más en consonancia con las preferencias expresadas por la UGT, por la patronal y por el líder de CCOO, José María Fidalgo.El aroma de la tentación que embriaga a los dirigentes del PSN, unido a un cierto afán de ajustar cuentas ante las acusaciones excesivas del pasado, además de hacerles impermeables a los consejos ajenos, les impide analizar con frialdad los resultados de las recientes elecciones. Actúan como sin hubieran sido los ganadores, tanto en el conjunto de Navarra como en Pamplona, y no parecen ser conscientes de que los ciudadanos los han relegado al tercer puesto. Los argumentos del candidato Fernando Puras y del secretario general, Carlos Chivite, para sostener que el PSN es el segundo partido de la comunidad, alegando que Nafarroa Bai es una coalición, son manifiestamente mejorables.Los socialistas fueron la primera fuerza política en Navarra y presidieron su Gobierno en tiempos mejores, pero lo perdieron por sus propios errores. Durante los últimos diez años han permanecido estancados y ahora han sido relegados al tercer puesto, lo que revela los problemas que tienen para convencer a los ciudadanos. No está claro que ahora se hayan puesto a pensar en cómo asegurar la viabilidad de su proyecto a medio plazo, sino en cómo asegurarse el poder. Lo mismo que se hizo en Barañain, Estella, Tafalla, Burlada y Sangüesa hace cuatro años.f.dominguez@diario-elcorreo.com
lunes, junio 04, 2007
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