viernes, marzo 02, 2007

ZpM y Rubalcaba ponen a Jack El Destripador a tomar vinos en Donosti

Rubalcaba y ZP ponen a Jack El Destripador a tomar vinos en Donosti
Eduardo Arroyo

Este Gobierno ha conseguido que el "yuppie-terrorismo" de los De Juana, Otegi y demás ralea campe a sus anchas y se ría en nuestra cara del Estado, de las víctimas y de los españoles.

3 de marzo de 2007. Imagino que ahora, una vez más, los simpatizantes del asesino De Juana nos vendrán otra vez con la historia de "la lucha de Euskal Herria" por defender sus derechos. Durante años, la izquierda abertzale vende lo perseguida que está como manera de justificar su incapacidad para parir ni una sola idea sensata. Desde un border line como Arnaldo Otegui, que cree que Euskal Herria sufre secularmente porque ignora absolutamente todo de su propio pueblo y vive intoxicado en una polución ideológica mezcla de voluntarismo y marxismo, hasta una especie de rockabilly seboso como Pernando Barrena, que es incapaz de inventar una mentira más sutil que atarse el brazo en cabestrillo, todos ellos lloran por lo perseguidos que están. Eso sí: salen en ruedas de prensa y conceden entrevistas; si les prohíben delegan en otros con menos capacidad cerebral que ellos, lo cual les permite poderse entrevistar con el lendakari. Reciben donativos, montan empresas, poseen varios periódicos y si un pobre desgraciado que va a trabajar es destripado por una bomba o una pareja que vuelve del teatro es rematada a tiros en el suelo, se pasan una temporada en la cárcel sin demasiado problema. Está cada vez más claro que Batasuna, De Juana, Otegui y su pandilla han inventado el yuppie-terrorismo, que consiste en violar todas las leyes posibles en base a invenciones que solo existen en su cabeza y luego ir de mártires por la vida alegando "la lucha", "los derechos de nuestro pueblo" y "un conflicto" cuya existencia solo es obvia para retrasados mentales o para lectores compulsivos de revistas del corazón.Pero es evidente que se lo tienen que creer porque si no, ¿cómo justificar que en la historia de ETA no existe ni una sola acción audaz? ¿Cómo justificar el tiro por la espalda a simples policías municipales o el asesinato de trabajadores? ¿Cómo conciliar la supuesta condición de gudaris de gentucilla que no llega más allá del tiro por la espalda y la bomba lapa?Todo el enjambre de la denominada izquierda abertzale y del sector nacionalista tiene la misma gravedad intelectual y política que un grillo de campo. Sus propuestas carecen de la más mínima base histórica política. En toda su existencia jamás han producido un solo intelectual de relieve y, lo que es peor, los vascos más ilustres, los que tuvieron proyección universal, se ríen del conflicto imaginario. Todo esto debería ser obvio si no fuera por el hecho de que queremos subrayar que el peligro está en otro lado. El atajo de niñatos –refinado producto de la LOGSE- que entra a carcajada limpia en la Audiencia Nacional, lo mismo que Txapote y su orda, sabe que no tienen enfrente un enemigo en condiciones, sino uno que titubea y disfraza su debilidad y su traición al pueblo llano de "inteligencia y firmeza". Ocurre que el enemigo al que combaten jamás ha tenido voluntad de responder con las mismas armas. Esto es: jamás, por ejemplo, se ha realizado una campaña concienzuda, de manera sostenida en el tiempo, para demostrar que los nacionalismos periféricos tienen la misma calaña y profundidad intelectual que la revista Penthouse. Nunca los políticos han decidido de manera firme responder con ideas a la propaganda –hecha de embustes y sandeces- de la izquierda abertzale. Durante años se han limitado a decir que todo era defendible "desde la democracia", incluso la abracadabrante idea de que Euskal Herria es una país ocupado. Y aquellos polvos trajeron estos lodos. Mientras tanto ETA es hoy la banda de asesinos que mejor vive del mundo. La mafia siciliana, en sus mejores tiempos –y en los peores del FBI- jamás soñó la permisividad y ligereza de nuestros gobernantes.La excarcelación de De Juana es la consecuencia típica de una gripe que no se trata. Ahora ya basta únicamente un ministro del Interior cuyo cinismo es solo comparable a la decisión judicial que le excarceló, para que un alumno aventajado de Jack El destripador pueda ir de vinos por el casco viejo de Bilbao.

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