Xavier Navaza, Los comandos de Joan Mesquida

sabado 17 de marzo de 2007
POR XAVIER NAVAZA
Los comandos de Joan Mesquida
Con varias semanas de retraso, porque la cosa estaba prevista para ponerse en marcha en enero, el director general de la Guardia Civil ha finalizado el reparto de sus comandos urbanísticos por toda la geografía municipal del laberinto español. O sea, que ya están aquí: tres agentes de la Benemérita por cada una de las cuatro provincias, dispuestos a cortarle el aliento a más de un alcalde o alcaldable que haya tenido la desgracia de ponerse a tiro de sus ordenadores portátiles.
Se dirá que tres guardias no son nada, en medio de la fronda del ladrillo y de la comisión que ronda bajo las almenas de algunos ayuntamientos, tal vez más de los que creemos, pero no están solos ni padecen el síndrome de Robin Hood. Harán su trabajo a requerimiento del Ministerio Fiscal y de las autoridades judiciales, pero también serán todo oídos para quien se acerque a ellos con una denuncia caliente y palpitante en la mano.
Además, claro, porque tienen informes previos y una hoja de ruta espectacular, actuarán por iniciativa propia. Cuentan con todo lo que necesiten por parte del Ministerio de la Vivienda y de las consellerías de Política Territorial y de Vivienda de la Xunta de Galicia, la Fiscalía de Urbanismo y Medioambiente, la Fiscalía Anticorrupción y la Agencia Tributaria. Una buena parte de la Administración General del Estado en Galicia, está a su entera disposición.
Y si abundase con ello, atiendan a su filiación: Grupo de Delitos Urbanísticos (GDU), integrado en la Unidad Central Operativa contra el crimen organizado. Es decir, que van a por todas, tal y como ha indicado Joan Mesquida; y no distinguirán entre los colores de sus objetivos: "La corrupción no tiene signo político, sus protagonistas son -lisa y llanamente- delincuentes". Nadie puede negar que sus intenciones son sanísimas, pero es inevitable el impacto político que tendrán sus actividades en cuanto comiencen a asomar los primeros resultados del GDU en nuestra tierra.
Con las elecciones municipales a la vista, vienen semanas de bronce y fuego que pueden endiablar aún más el panorama político. A Pepe Blanco, secretario de Organización del PSOE, ya le hemos oído poner en circulación alguno de sus anatemas en la Villa y Corte. Y los demás no le van a la zaga aquí: "El PPdeG", acaba de decir el senador Francisco Jorquera, coordinador de la ejecutiva del BNG, "apuesta por un modelo de alcalde especulador, modelo Marbella". Vitriolo puro y duro con ánimo guerracivilista para encarar los comicios locales más duros de la década.
Incluso un paisano de anatomía pícnica y carácter habitualmente cordial como Ismael Rego (portavoz del PSdeG en la Casona del Hórreo), describe estos días, con ánimo demoledor, un escenario poblado por "las corruptelas urbanísticas en las que están sumidos altos dirigentes de su partido", tal y como viene de espetarle don Ismael al líder de los populares galaicos, Alberto Núñez Feijóo. Si a todo ello le unimos la busca que algunos han iniciado a la caza y captura de los fantasmas del pasado, el argumentario de la próxima campaña está servido. Definitivamente, satánico.
"NOMENKLATURA"
Quintana, la joya de la Corona
Jordi Sevilla, ministro de Administraciones Públicas, quiere cumplir escrupulosamente con el calendario establecido en su reunión del día 28 de febrero con Anxo Quintana. Ambos se verán el martes, día 20, y de la cita debe salir la nomenklatura de un equipo de trabajo bilateral que antes del verano habrá de tener a punto un informe "sobre el grado de maduración" y "la posibilidad de avanzar, de aquí a final de año", en el traspaso de nuevas competencias a Galicia. Ésas son las palabras de Sevilla. Se habla de siete transferencias, siete, pero Quintana se daría con un canto en los dientes si la Xunta cuenta con Salvamente Marítimo antes de las elecciones generales de 2008 .